Susana Díaz ha roto el pacto de gobierno que mantenía con Izquierda Unida en la Junta de Andalucía y ha convocado elecciones autonómicas anticipadas para el 22 de marzo con dos objetivos: uno abiertamente declarado; el otro no tanto. Su objetivo declarado, la excusa que le ha llevado a disolver el Parlamento, es acabar con la «inestabilidad» que la presidenta andaluza asegura haber detectado en la coalición como consecuencia de un supuesto «giro radical» de su socio. Su objetivo no confesado es lograr la victoria, por supuesto, pero con la finalidad, sobre todo, de legitimar en las urnas una Presidencia que hasta ahora ostenta de manera heredada.
En estos momentos, Susana Díaz está en disposición de conseguir este propósito, el triunfo en Andalucía; pero tiene muy difícil, por no decir imposible, completar el primero: gobernar con mayor estabilidad de la que gozaba hasta ahora.
Si las elecciones andaluzas se celebrasen hoy, el PSOE se impondría en las urnas tras su derrota frente al Partido Popular hace tres años, pero lo haría sin obtener mayoría suficiente y sin posibilidad alguna de reeditar su pacto con IU. Susana Díaz podría gobernar, pero quedaría en manos del PP y de Podemos, que irrumpiría en el Parlamento desbancando a IU como tercera fuerza en Andalucía.
Según una encuesta elaborada por Sigma Dos para EL MUNDO, el PSOE ganaría las elecciones con el 34,7% de los votos, lo que supondría 4,5 puntos de ventaja sobre el PP. Tras su triunfo por primera vez en Andalucía en 2012, los populares volverían a ser ahora la segunda fuerza política en esta comunidad, con el 30,2% de los votos.
En tercer lugar se situaría Podemos, con un 15,6% de intención de voto, que relegaría a un papel casi testimonial a Izquierda Unida, que obtendría el 8,2% de los sufragios.
El sondeo proyecta un arco parlamentario en el que el PSOE contaría con entre 43 y 45 escaños (obtuvo 47 en 2012), lejos de los 55 que marcan la mayoría absoluta en la Cámara andaluza.
El PP obtendría entre 39 y 42 escaños (50 en los últimos comicios), mientras que Podemos alcanzaría entre 17 y 19 diputados, e IU entre cinco y siete escaños (ahora con 12). En el resto de partidos minoritarios, sólo UPyD podría conseguir representación parlamentaria con un posible escaño por Sevilla.
Tal reparto de fuerzas obligaría a Susana Díaz a apoyarse en dos partidos con los que ya ha dicho abiertamente que no tiene intención alguna de pactar: o con el PP o con Podemos. O bien la condenaría a gobernar en una situación muy similar a la que vivió Manuel Chaves en Andalucía en 1994 en el conocido como bienio de la pinza, cuando se vio atrapado con una mayoría escuálida y la oposición del PPy de IU, lo que hizo imposible la gobernabilidad y provocó el adelanto electoral en 1996. Aritméticamente también sería posible una coalición PP-Podemos que, desde el punto de vista político, se antoja imposible.
Precisamente, el sondeo de Sigma Dos -elaborado a partir de 1.800 entrevistas a lo largo de esta semana- plantea los diferentes escenarios de acuerdo que podrían darse ahora en la comunidad autónoma. El acuerdo preferido para la mayoría de los encuestados, un 26,6%, sería un pacto PSOE-PP, mientras que un 24,6% se manifiesta favorable a la reedición del acuerdo PSOE-IU; escenario que, sin embargo, resultaría imposible de aplicar, a tenor del resultado en intención de voto. La tercera opción favorita de los encuestados, en concreto para el 21,6%, sería un pacto PSOE-Podemos.
Tomando como referencia el recuerdo de voto, los electores del PP serían los más proclives a la gran coalición, opción que sólo apoya el 11,3% de los votantes del PSOE. Éstos, aunque querrían reeditar un imposible pacto con IU (42,8%), preferirían pactar antes con Podemos (el 33,3%) que con el PP.
Paradójicamente, Susana Díaz ganaría las elecciones andaluzas no sólo con peores resultados que Griñán (4,8 puntos menos) hace tres años -cuando se impuso el PP-, sino con el peor resultado del PSOE en toda la historia autonómica. En aquel bienio negro 1994-96, los socialistas se quedaron en el 39%, más de cuatro puntos por encima de los que ahora proyecta este sondeo.
El PSOE habría sufrido incluso una ligera merma con respecto a las primeras elecciones que se apuntó Susana Díaz, las europeas del pasado año, cuando los socialistas fueron primera fuerza en Andalucía con el 35,12% de los votos, medio punto más de lo que arroja la encuesta.
El PP experimentaría también una importante caída de 10,5 puntos con respecto a 2012. Por su parte IU, siendo el partido que menos castigo electoral sufriría -un retroceso de 3,1 puntos- quedaría, sin embargo, en situación de irrelevancia a la hora de articular pactos de gobierno.
De acuerdo con el sondeo de Sigma Dos, los socialistas cimentarían su victoria en las autonómicas a partir del triunfo en seis de las ocho provincias andaluzas, particularmente en Sevilla (con 11 puntos de ventaja sobre el PP) y Huelva (con 10 de diferencia). El PP amortiguaría su caída con triunfos en Almería (cinco puntos de ventaja sobre el PSOE) y Málaga (tres más que los socialistas). Los dos partidos mayoritarios estarían en situación de empate técnico, aunque con ventaja socialista, en Granada y Jaén.
Podemos obtendría escaños en todas las provincias andaluzas y alcanzaría su cota máxima en Cádiz, donde podría obtener hasta cuatro escaños. En Sevilla y Málaga, el partido de Pablo Iglesias sumaría hasta 3 diputados. IU, por su parte, se quedaría sin escaños en Almería, Huelva y Jaén y situaría sus mejores pronósticos en Málaga, Córdoba y Cádiz, donde rondaría los 1-2 diputados.
En cuanto a valoración de líderes, la actual presidenta de la Junta, Susana Díaz, es la única que logra el aprobado, con 5,32 puntos de media. Es, además, la dirigente autonómica más conocida, en concreto por el 89,4% de los encuestados. La presidenta andaluza, aunque aprobada por todos los tramos de edad, obtiene los peores registros de valoración (5,09) entre los encuestados de su generación (de 30 a 44 años) y es más apreciada entre los mayores de 65 años, donde alcanza hasta 5,86 puntos de valoración.
El nuevo líder y candidato del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, se queda en cuatro puntos de valoración media y un grado de conocimiento del 68,9%. Anda cerca el líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, con 3,94 puntos de valoración y al que declaran conocer el 67% de los andaluces encuestados.
A la probable candidata de Podemos, la eurodiputada gaditana Teresa Rodríguez, la conoce el 58,3% de los andaluces y obtiene una valoración media de 3,64 puntos. Finalmente, el líder de UPyD en Andalucía, Martín de la Herrán, logra una valoración de 3,77 puntos y sólo es conocido por el 45,8% de los encuestados.
En cuanto a la situación de Andalucía, es mala (28,8%) o muy mala (23,4%) para más de la mitad de los andaluces, que sólo contemplan la situación actual de la comunidad como buena (8,9%) o muy buena (1,1%) en un porcentaje ínfimo.