Un estudio publicado por el diario francés Le Parisien, demuestra que los banqueros españoles cobran -legal y silenciosamente- indignantes salarios mientras que los sueldos de los trabajadores españoles siguen estando en la cola de la UE.
El escándalo se ha centrado en las vergonzosas indemnizaciones o pensiones vitalicias cobradas por los altos directivos de la CAM o CaixaGalicia. Pero un estudio de los analistas de Alphaville, publicado esta semana por Le Parisien, es suficientemente contundente. Los altos ejecutivos de la banca española fueron, con un salario medio de 3,7 millones de euros, los terceros mejor pagados de Europa. Sólo por detrás de británicos (5,7 millones) o suizos (4,4 millones).Mientras España es condenada a aplicar recortes sin fin, los banqueros españoles cobraron medio millón de euros anuales más que los directivos de los bancos alemanes, el doble que los italianos (1,8 millones), o catorce veces más que los belgas (250.674 euros).
Mientras tanto, el informe elaborado por Adecco -empresa de trabajo temporal- y la escuela de negocios IESE, nos dice que el salario medio de los trabajadores españoles fue un 20% inferior a la media europea, y es justo la mitad de lo que cobra un trabajador británico.
El sueldo medio español solo supera al de Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria. Los banqueros españoles son los terceros mejor pagados de Europa, pero los trabajadores los cuartos peor pagados de la UE. ¿Hasta cuando vamos a aguantar este insoportable abismo? Es imprescindible imponer un “salario máximo” de 10.000 euros mensuales para banqueros, altos cargos del Estado o directivos de los grandes monopolios. Con el objetivo de utilizar ese dinero para incrementar, hasta un mínimo de 1.000 euros, los ingresos y rentas de casi 17 millones de españoles que ni siquiera llegan a ser mileuristas.
composer dice:
Los mercados quieren… los mercados nos exigen… los mercados, los mercados… Ellos son los mercados, pero esta vez se lo han montado de modo que el gobierno pueda hacer lo que ellos pidan sin que el pueblo se eche a la calle porque nadie sabe quien son en realidad los mercados ni a dónde hay que dirigir sus quejas. Al fin y al cabo, con el cuento este que nos están contando, el gobierno nunca tiene la culpa de nada puesto que son cosillas que nos exigen los mercados ¡Y Una Mier…!