Crisis en el campo

Sube el aceite

Bien, tras las medidas aprobadas por la UE el precio del aceite sube el 20% en origen. ¿En origen? Y en destino. Tenemos que esperar la correspondiente subida para el consumidor. ¿O es que la van a absorber las industrias y distribuidoras?

El asado 25 de mayo la UE aprobó las ayudas para el almacenamiento privado del aceite e oliva. Se trata de que los productores puedan retirar del mercado, durante seis meses, una parte de la producción (50 toneladas por operador mínimo) para que el precio suba. La UE ha autorizado la retirada de 110.000 toneladas de aceite virgen y virgen extra que, sumadas a las 100.000 toneladas disminución en la producción del año comparado con la campaña anterior. Los productores aspiraban a llegar a los 2,2 euros por litro, que es su particular “listón de rentabilidad”, pero la tardanza en la aprobación de la medida les hace temer que no lleguen a la cantidad esperada de almacenamiento para permitir tal subida de precio. Por eso, la Federación de Cooperativas Agrarias (Faeca) y COAG están llamando a los agricultores y cooperativas a utilizar ete mecanismo y cubrir el cupo mínimo de almacenamiento. La crisis del sector por los precios bajos en origen viene causada por la posición de dominio que ejercen tres grandes grupos industriales y unas pocas cadenas de distribución, que controlan el mercado y los precios. Una posición de dominio que va a transmitir al precio en destino la subida del precio en origen. Las asociaciones de consumidores deberían, junto a las cooperativas agrarias encontrar fórmulas que permitieran beneficiarnos mutuamente frente a los intereses de los grandes monopolios, que no van a permitir la disminución de sus beneficios para contentar los de los productores agrícolas ni los de los bolsillos de la población general. La venta directa, que hasta ahora se ha puesto en marcha en algunos puntos de España para alimentos como la leche, podría ser una medida muy bien acogida por parte de la población. En 2006 el consumo de aceite de oliva había caído con fuerza en nuestro país, un 30%, debido a que los precios se habían incrementado mucho, que llegaron a rondar los 4,20 euros el kilo. En 2007, un año después, los precios cayeron casi un 50%, hasta 2,45 euros el kilo, con lo que el consumo aumentó un 36%. La relación precio demanda está clara. La relación precio salud, no tanto. Una subida de precios para el aceite de oliva virgen puede significar un corrimiento del consumo de estas grasas hacia formas más baratas pero menos saludables. El desequilibrio que ya existe en la dieta española hacia grasas de carácter proinflamatorio como son las omega-6 contenidas en aceites vegetales (girasol, semillas, maíz…), puede dar un nuevo paso en la aparición a medio y largo plazo de enfermedades crónicas y degenerativas. Luego se preguntarán por qué los españoles abandonamos la dieta mediterránea y cambiamos nuestro estilo de vida hacia formas menos saludables de comer.

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