El sida se propaga gracias a las desigualdades y al imperialismo.

Suazilandia agoniza por el sida.

En Suazilandia el porcentaje de adultos (15-49 años) que viven con el VIH / SIDA. a finales de 2008 representaba el 39% de la población adulta. El número de adultos y niños que murieron de SIDA durante el mismo año fue 17.000, de una población que no supera el millón de habitantes. La esperanza de vida en este paí­s es de 30 años, lo que se esta convirtiendo en un paí­s de huérfanos. Que tendrán que asumir la siempre creciente y acumulable deuda pública y privada de este paí­s se estima en 538.600.000$.

El SIDA es una enfermedad que se nutre y ropaga gracias a las desigualdades y de unas relaciones de poder y sometimiento. El mapa del sida coincide con el mapa de la pobreza; más del 90% de las personas con VIH/Sida viven en los llamados países en vías de desarrollo, países “tutelados por el BM, el FMI, o cualquier otra organización al “desarrollo” impuestas por la ONU y que han sumergido a estos países en la espiral de miseria, pobreza, expolio, enfermedad y exterminio. Estos ñpaíses carecen de sistemas educativos y sanitarios adecuados, exigencias para cubrir el pago de los intereses de sus deudas, por lo que no pueden luchar contra la enfermedad sino que, tienen que afrontar el enorme peso de la deuda externa, pagando al imperialismo por ser robados, por ser pobres, por estar enfermos, por querer sobrevivir.Timothy Myeni primer ministro de Suazilandia, ha propuesto que las personas infectadas con sida lleven tatuado en sus nalgas el logo de la enfermedad para frenar la propagación del virus. Marginar a los marginados, métodos que recuerda los “detalles” de las mayores discriminaciones, que acabaron con genocidios sistemáticos. Además de esta marca, Myeni ha sugerido que todos los ciudadanos se hagan de forma obligatoria las pruebas para determinar si tienen la enfermedad.Lo que este primer ministro tendría que haber propuesto, es la denuncia con nombres propios de todos aquellos parásitos, del BM, FMI, y de cualquier organismo internacional o nacionales, las multinacionales farmacéuticas, que les obligan a cumplir en primer lugar con los intereses imperialistas, que con las necesidades de su pueblo. Se tendrían que marcar, pero en la frente, a todos los secuaces y parásitos imperialistas que se nutren de las desgracias y las muertes de los pueblos y posiblemente las frentes de este primer ministro y su gobierno serian las primeras que el pueblo viese marcadas.

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