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Soria no debe continuar ni un dí­a más en el Gobierno

La revelación publicada ayer por elmundo.es sobre la sociedad que José Manuel Soria tuvo hasta 2002 en el paraí­so fiscal de Jersey supone un salto cualitativo en la situación del ministro de Industria en funciones y pone muy difí­cil su continuidad en el cargo.

La revelación publicada ayer por elmundo.es sobre la sociedad que José Manuel Soria tuvo hasta 2002 en el paraíso fiscal de Jersey supone un salto cualitativo en la situación del ministro de Industria en funciones y pone muy difícil su continuidad en el cargo. La información es muy relevante. Soria ha mantenido oculto hasta ahora que fue administrador junto a su hermano Luis de la empresa Mechanical Trading Limited, radicada en el paraíso fiscal de Jersey, una actividad que ocultaba mediante el uso de testaferros. Esta compañía era propietaria del 80% de Oceanic Lines, la sociedad de la familia Soria cuya actividad era ser consignataria de las exportaciones de productos hortofrutícolas de las Islas Canarias; el 20% restante pertenecía directamente a los hermanos Soria.

Este periódico ha tenido acceso al documento que acredita que la disolución de Mechanical fue firmada por los hermanos Soria, los únicos que podían hacerlo al ser los dueños de la compañía, el 22 de noviembre de 2002. Hasta entonces, la propiedad había sido escondida a través de un entramado de empresas fiduciarias.

La firma de Soria en Mechanical prueba que no ha dicho la verdad en ninguna de sus comparecencias públicas desde que se supo el pasado lunes que, en la investigación sobre los papeles de Panamá, su nombre aparecía vinculado a la sociedad UK Lines Limited, domiciliada en Bahamas. Ese día, el ministro manifestó que «nadie de mi familia» tenía «ninguna» participación en esa sociedad ni en cualquier otra radicada en paraísos fiscales. Sí admitió la relación de la empresa de su familia, Consignataria Oceanic, con una UK Lines domiciliada en el Reino Unido, pero afirmó que ese nexo era «puramente comercial».

En esta comparecencia el ministro de Industria ya incurrió en la primera contradicción porque, como se demostró al día siguiente, UK Lines fue propiedad de su padre y en ella estaba el propio José Manuel Soria como administrador. Oceanic y UK Lines, pues, pertenecían a la familia Soria, una relación mucho más profunda que la «puramente comercial». Hasta ahora, la defensa de Soria ante estas informaciones se ha basado en tratar de explicar que su presencia en esos papeles es un error. «Me he enterado esta mañana de que consto en el Registro Mercantil de Londres como secretario de UK Lines», dijo el pasado martes, en una rueda de prensa convocada a última hora.

Pero las revelaciones posteriores han continuado poniendo en evidencia al ministro de Industria en funciones. En primer lugar, porque su firma autógrafa aparece en numerosas ocasiones en distintos documentos, lo que hace inversosímil que se trate de errores o que Soria no se enterara de lo que firmaba. La primera rúbrica del ministro en estos papeles oficiales se encuentra cuando sustituye a su padre como administrador de UK Lines, tras el fallecimiento de éste, en 1990. La última, el documento ya citado de disolución de Mechanical, en 2002. Entre ellas se hallan una decena de documentos con su signatura.

Inexplicablemente, ninguno de ellos ha sido reconocido hasta ahora por el ministro. Ayer, antes de la aparición en escena de Mechanical, nos preguntábamos por qué Soria no había actuado con transparencia si, como parecía, su relación con UK Lines era legal y legítima: una empresa vinculada al negocio familiar de la que el ministro fue administrador antes de su entrada en la política.

Pero Mechanical puede ser la clave de este comportamiento errático y contradictorio. Porque el ministro no podía dar a conocer su existencia. Por eso mintió el lunes cuando trató de explicar que no tenía relación alguna con ningún paraíso fiscal y también cuando dijo que su nombre y las firmas en los documentos eran meros errores. Mechanical es la constatación de que Soria trabajó con paraísos fiscales y que a través de esa sociedad pudo eludir el pago de impuestos, ya que le correspondía cobrar el 80% de los dividendos de Oceanic, que tributarían en Jersey y no en España.

Soria ha sido pillado con una sociedad -que se conozca- en un paraíso fiscal y, además, ha mentido a la opinión pública al tratar de ocultarlo con afirmaciones inverosímiles. La actitud de Soria pone en entredicho el discurso regenerador del PP, en un momento político crucial por la más que previsible convocatoria de elecciones. Mariano Rajoy evitó ayer hacer comentarios sobre el ministro de Industria en funciones, pero, si Soria no toma la iniciativa, debe ser el presidente del Gobierno quien le exija la renuncia al cargo cuanto antes porque su situación es ya insostenible.

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