Para la Ley de Dependencia, no; para la banca, sí­

Sólo hay dinero para una dependencia

Lo que fue calificado por Zapatero el 30 de noviembre de 2006 como «hito histórico» y «gran proyecto social de los próximos años», la Ley de Dependencia, casi tres años después, sigue siendo una pelota que se pasan entre el Gobierno y las autonomí­as. Una ley lastrada por falta de financiación o de deliberada confusión respecto a su financiación. Ha pasado como responsabilidad por tres ministerios. Han cesado dos ministros responsables de su puesta en práctica y, mientras tanto, sigue a medio aplicar. Sin embargo, para financiar el rescate de la banca no ha habido problemas de presupuesto público. ¿Será que sólo hay dinero para una dependencia, la de Zapatero de las órdenes de Botí­n y la de la banca privada del dinero público, de nuestro dinero?

La Ley de Deendencia, en realidad, ha carecido de la financiación prevista. Las autonomías se quejan de que no se ha cubierto por parte del Gobierno la mitad fijada. Lo que ha llevado a una aplicación muy irregular en las distintas comunidades que ha roto, en esto también, el principio básico de equidad. Llegando a convertirse en una nueva forma de clientelismo político. Desde luego, ha dado lugar a todo tipo de dificultades e insuficiencias como esperas, retrasos, compensaciones bajas o ridículas, incompatibilidades inesperadas, etc. En definitiva, una Ley de Dependencia, necesaria, que se convierte prácticamente en papel mojado. Porque los recursos públicos se reservan para dar servicio a otra dependencia. La de la banca privada.

Deja una respuesta