Televisión

Sogecable contra todos

Después de haber sido vencido, el gigante se retuerce moribundo. Sogecable sigue presentando querellas contra Mediapro, La Sexta, y también contra todos los clubes que han firmado contratos con los anteriores grupos. Los tiempos en los que el grupo propietario de Cuatro y Canal + gozaba del favor polí­tico y del monopolio de las retransmisiones futbolí­sticas se están esfumando, y esto es muy difí­cil de asimilar para los que durante años se han beneficiado de su situación privilegiada.

El róximo año La Sexta controlará los derechos de emisión de 17 de los 20 clubes de Primera División –los tres restantes corresponden a los que esta previsto que asciendan-. Sogecable ostentaba su contrato en exclusividad con la liga profesional, pero ante estas circunstancias, pesan mucho más los acuerdos que firman los clubes soberanamente. La consecuencia directa está siendo un aumento de la oferta “futbolera” en abierto, lo que a priori beneficia a los espectadores, pero nadie puede garantizar que cuando el monopolio cambie de manos completamente vuelva a exigir el pago por los partidos más importantes.Y es que a nadie se le escapa que el fútbol es uno de los grandes negocios del mundo de la televisión, las retransmisiones copan cada semana los primeros puestos en los ránkings de audiencia y los ingresos que se generan en publicidad son escandalosos. Nadie parece estar dispuesto a soltar el caramelo, aunque a lo que realmente asistimos es al cambio de manos de un monopolio, que cuenta con el beneplácito de las autoridades.Mediapro se erige como el nuevo gigante de la comunicación en España, y su crecimiento es a costa de engullir algunos privilegios de los que Prisa ha disfrutado. En menos de tres años han lanzado una cadena de televisión en abierto autorizada por el Gobierno, un periódico diario y un productora de cine que es responsable de películas como “Camino” y “Vicky, Cristina, Barcelona”. Pero en su coronación como Rey el cetro que se le debe de otorgar es la exclusividad del fútbol, y parece que la van a conseguir.En medio de esta lucha fraticida de grandes monopolios nos encontramos los espectadores. Pese a que los aficionados al deporte rey se estén viendo beneficiados por el aumento de partidos en abierto emitidos por La Sexta, se trata tan sólo de un espejismo premeditado y estratégico. El control monopolista de los medios de comunicación solo puede perjudicar a la pluralidad y a la libertad de expresión, y este exceso de “generosidad” por parte de La Sexta puede que tenga los días contados.

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