Madrid. Privatización de las piscinas

Socorro, ¡han despedido al socorrista!

Ahorrar gastos despidiendo a los trabjadores. Según CCOO, UGT y CSIT, detrás de los despidos está la determinación de la presidenta del Ejecutivo regional, Esperanza Aguirre, quien estarí­a «cumpliendo con su idea de que en la región sobran 10.000 empleados públicos». La secretaria regional de CSIT, Esmeralda Mingo, «en la Comunidad se amparan en que es muy costoso mantener a esos socorristas y que, por tanto, es más barato, dárselo a una empresa privada». Aparte de someter este recorte financiero a la seguridad de las piscinas para la gente que las usa, la pregunta es ¿cuántos consejeros y altos cargos sobran en el gobierno de la Comunidad?

Ayer jueves 23 de abril, los socorristas de la IMDER (Instituto Madrileño del Deorte) y otros 150 compañeros se movilizaron contra el despido de los 67 socorristas del IMDER a tan sólo un mes de empezar la temporada de piscinas. Mientras el consejero aseguraba que su decisión es irrevocable en la Asamblea de Madrid, escudándose en que otros ayuntamientos gobernados por el PSOE la estaban tomando también, sus trabajadores hicieron un encierro en el IMDER y fueron al Círculo de Bellas Artes, donde informaron a los asistentes al mismo tiempo que se hacía la lectura continuada de El Quijote con motivo del Día del Libro. Este está considerado el primer despido masivo en la administración pública. Los sindicatos CSIT, CCOO y UGT consideran ilegales los despidos.Legalmente, la Comunidad se expone a que una sentencia jurídica le obligue a readmitirles e indemnizarles. La Comunidad alega que había un absentismo del 14% que causó molestias a los usuarios de las piscinas, cuestión que no justifica en sí misma la privatización. Habría en todo caso que presentar un balance de la actividad del personal y la seguridad que han aportado a las piscinas estos años para justificar una medida tan drástica.Laboralmente, los sindicatos denuncian que "el servicio desde luego empeora porque el que venga no conocerá las instalaciones y no las revisará antes de abrir, como sucede ahora". Se trata de personal que, aunque interino y discontínuo, lleva años cuidando las piscinas desde las ocho de la mañana a las once de la noche. Mientras que ahora este servicio se prestará de once de la mañana o ocho de la noche, coincidiendo con el horario de apertura al público. Se recortan las horas de revisión de las instalaciones antes de abrir. Se preguntan en cuánto va a disminuir la seguridad de las piscinas.Financieramente, el dato que aportó el portavoz de CSIT en el IMDER, Lícer Gijón desmonta cualquier argumento de ahorro de costes para las arcas públicas: con los 280.000 euros que la Comunidad ha ofertado para contratar a la nueva empresa "se paga a esos trabajadores y a unos cuantos más".Y sobre todo, éticamente, si se quiere ahorrar dinero de las arcas públicas en materia de gastos de personal que empiecen dando ejemplo reduciendo el número y los sueldos de los altos cargos y sus gastos suntuosos y superficiales. Haciendo las cuentas seguramente no habría que despedir a nadie.

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