Las lluvias torrenciales y el bloqueo de la ayuda humanitaria por parte de Israel

Sobrevivir en tiendas empapadas e inundadas: Gaza también se muere de frío

Las lluvias torrenciales y un invierno crudo intensifican los padecimientos de los gazatíes. Una quincena de palestinos, incluyendo varios niños, han perecido por la hipotermia. A pesar de que 900.000 personas se enfrentan al peligro de nuevas inundaciones o de que las tiendas están empapadas, más de 300.000 carpas han sido bloqueadas por Israel, impidiendo que entren en Gaza

La muerte y las calamidades llueven sobre mojado sobre la desdichada población civil gazatí, que sigue sufriendo una crisis humanitaria extrema. Un invierno devastador y unas lluvias torrenciales que, igual a los ataques israelíes, no dan tregua en Gaza, han destruido miles de tiendas de palestinos desplazados, dejando a muchas miles más empapadas de agua, con temperaturas bajísimas por la noche. Las críticas condiciones de falta de abrigo han matado al menos a 15 palestinos estos últimos días, ente ellos 3 niños, expuestos al frio, al hambre y sin apenas refugio. A la tragedia se suma la inundación en el Hospital Al-Shifa y el grave bloqueo de Tel Aviv a la ayuda.

Con más del 90% de los edificios completamente destruidos o seriamente dañados por los ataques israelíes, aproximadamente 1,5 millones de gazatíes, más de las dos terceras partes de la población, viven en tiendas de campaña. Y esto es especialmente crítico cuando llega el invierno en Gaza.

En las últimas semanas, varios sistemas de baja presión han descargado precipitaciones torrenciales sobre los campamentos de refugiados, muchos de ellos construidos sobre depresiones o ramblas. El agua arrasó miles de tiendas de campaña donde palestinos desplazados luchaban por refugiarse. Una quincena de gazatíes, incluyendo varios niños, han perecido por la hipotermia.

Durante la tormenta Byron que azotó el territorio palestino, más de 53.000 tiendas para desplazados se inundaron, fueron arrastradas por torrentes o quedaron destrozadas por los fuertes vientos. A lo que se suma que 13 edificios se derrumbaron en toda Gaza. La tempestad también inundó el Hospital Al-Shifa, el mayor complejo médico del enclave, que se vio obligado a cerrar sus ya limitadas operaciones.

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Israel mantiene su bloqueo a la ayuda humanitaria

Aun así, a pesar de que la urgencia humanitaria continúa aumentando y que las condiciones invernales empeoran las ya penosas condiciones de la población civil, y justo cuando la ayuda y los suministros pueden salvar vidas, Tel Aviv no cede en su bloqueo.

A pesar de que 900.000 personas se enfrentan al peligro de nuevas inundaciones o de que las tiendas están empapadas, más de 300.000 carpas han sido bloqueadas por Israel, impidiendo que entren en Gaza.

La comida no es una excepción. Israel ha dejado entrar apenas una media de unos 400 camiones de ayuda humanitaria al día (mucho menos del mínimo de 600 camiones diarios que contemplaba el acuerdo). La ONU ha vuelto a denunciar que la asistencia humanitaria en Gaza se ha vuelto a reducir debido a los obstáculos de Israel.

Las organizaciones humanitarias de la ONU que pueden entrar en Gaza se han visto obligadas a racionar y reducir el magro contenido de los kits de ayuda que hasta ahora venían distribuyendo a cada familia, consistente en un paquete de alimentos, una bolsa de harina y 1,5 kilogramos de galletas de alto valor energético por familia, lo que cubre solo la mitad de las necesidades calóricas mínimas de un hogar para un mes.

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Un genocido… a fuego lento

Y mientras tanto, las fuerzas israelíes no dejan de ejecutar bombardeos y ataques esporádicos, violando los términos del alto el fuego. Sólo en los últimos días se ha producido un nuevo ataque aéreo en varias zonas del este de la Ciudad de Gaza, y varios vehículos militares israelíes abrieron fuego indiscriminado contra la zona noreste del campo de refugiados de Bureij, en Deir al Balah, en el centro de Gaza

Estamos ante la continuación del genocidio y de la limpieza étnica, aunque por otros medios y con otro ritmo. Un genocidio a «fuego lento»

Israel ha violado los términos del acuerdo de paz en más de 700 ocasiones, incluyendo bombardeos de castigo sobre campos de refugiados, disparos de francotiradores sobre palestinos que cruzan inadvertidamente una «linea amarilla» (muchas veces invisible o mal señalizada) que sólo les deja hacinarse en menos de la mitad del ya estrecho territorio de la Franja, siempre pegados a la linea de costa y lejos de las tierras cultivables. Desde entonces han muerto asesinados más de 390 palestinos, junto a más de 1.000 heridos

Además, Israel ha seguido demoliendo desde la firma del alto el fugo al menos 1.500 edificios en Gaza, violando descaradamente lo acordado.

A esto se suma que el gobierno de Netanyahu apenas permite el paso de ayuda humanitaria a la Franja, manteniendo a la población en penosas condiciones de subsistencia, sometidas a inmensas penalidades.

El plan de Netanyahu -con la total complicidad de Trump y de EEUU- sigue siendo el mismo: hacer de Gaza un lugar completamente inhabitable, forzando a la población -por las bombas, por el hambre, el frío o infinitas calamidades y sufrimiento- a abandonar la Franja de Gaza, hacia no se sabe dónde.

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