En los últimos días la situación política en torno a Gaza ha cambiado sustancialmente.
El presidente norteamericano ha lanzado una «propuesta de paz» de 21 puntos, que Hamás ha aceptado parcialmente, y que supone la liberación de los rehenes, el cese de los bombardeos y la entrada de ayuda humanitaria.
Al mismo tiempo, la detención de la Global Sumud Flotilla ha desencadenado una ola mundial de protestas de fuerte intensidad en múltiples países, siendo especialmente multitudinarias en Italia, España y otros países europeos.
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¿En qué consiste el «plan de Paz» de Trump para Gaza?
El llamado “Board of Peace” de Trump tiene 21 puntos. Propone el cese inmediato de la guerra si las dos partes aceptan la propuesta. Resumiendo, lo que plantea es (los entrecomillados son reproducciones textuales):
1) Rehenes
- Hamás liberará a los 48 rehenes que tiene en su poder, 20 con vida.
- Israel liberará a 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y a más 1.700 gazatíes detenidos tras el 7 de octubre, incluidos todas las mujeres y los niños. (Hay más de 10.400 presos políticos palestinos)
2) Alto el fuego y entrada de ayuda humanitaria

- A cambio, «las fuerzas israelíes se retirarán a una línea pactada para preparar una liberación de rehenes. Durante este tiempo, todas las operaciones militares, incluido el bombardeo aéreo y de artillería, serán suspendidas, y las líneas de combate permanecerán congeladas«
- Tras la aceptación del acuerdo, se abrirá el paso de Rafah para entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Además de alimentos, agua y medicinas, el acuerdo incluye material para la rehabilitación de infraestructuras (agua, electricidad, saneamiento), de hospitales y panaderías y la entrada de los equipos necesarios para retirar escombros y abrir carreteras. Lo gestionará la ONU y la Media Luna Roja
3) La población de Gaza
- «Nadie estará obligado a abandonar Gaza y todos aquellos que quieran irse serán libres de hacerlo y libres para volver. Alentaremos a la gente a quedarse y les ofreceremos la oportunidad de construir una Gaza mejor»
4) Gobierno de transición
- Gaza quedará gobernada «un gobierno de transición temporal, con una comisión palestina tecnócrata, apolítica, responsable de gestionar el día a día de los servicios públicos y las localidades para la población de Gaza”
- “Este comité estará formado por palestinos cualificados y expertos internacionales, con supervisión de un órgano internacional de transición, la ‘Junta de Paz’, que estará encabezada por el presidente Trump, con otros miembros y jefes de Estado que se anunciarán próximamente, entre ellos el ex primer ministro Tony Blair. Este órgano elaborará el marco y gestionará los fondos para el nuevo desarrollo de Gaza hasta el momento en que la Autoridad Palestina haya completado su programa de reformas»
- A medio plazo, Trump creará un plan de desarrollo para reconstruir y revitalizar Gaza, mediante una zona económica especial
- EEUU y otros «socios árabes e internacionales” desplegarán en Gaza una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) temporal”
- Israel no ocupará o se anexionará Gaza. Cuando se despliegue la ISF, el ejército israelí se retirará
5) Hamás

- «Hamás y otras facciones acuerdan no tener ningún papel en el gobierno de Gaza, directamente, indirectamente o de ninguna forma. Toda la infraestructura militar, terrorista y ofensiva, también los túneles y las instalaciones para fabricar armas, será destruida y no se reconstruirá»
- «Una vez que vuelvan todos los rehenes, los miembros de Hamás que se comprometan a una coexistencia pacífica y depongan las armas recibirán una amnistía. Los miembros de Hamás que quieran irse de Gaza tendrán un corredor seguro hacia los países de acogida».
6) El futuro de Palestina
- «Cuando avance el nuevo desarrollo de Gaza y cuando el programa de reformas de la Autoridad Palestina esté desarrollado fielmente, podrían darse las condiciones para una senda creíble a la autodeterminación y la estatalidad palestina, que reconocemos es la aspiración del pueblo palestino»..
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La posición de los diferentes gobiernos y fuerzas políticas
Hamás ha aceptado parcial y positivamente al plan de Trump. Otras partes pretende negociarlas

- Acepta la liberación de todos los rehenes a cambio de un alto el fuego inmediato, la retirada israelí de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria. También la transición de la gobernanza de Gaza a un comité palestino tecnócrata, apolítico e independiente, basado en un consenso nacional palestino con apoyo árabe e islámico.
- Acepta ceder poder, pero no desmantelarse ni desarmarse. Tampoco la «tutela externa» del gobierno de transición. Ni tampoco el aislamiento entre Gaza y Cisjordania.
La Autoridad Palestina ha apoyado la decisión de Hamás e insisten en que las decisiones sobre el gobierno de Gaza deben deben darse en un proceso «basado en el consenso nacional y respaldado por un apoyo árabe e islámico».
Netanyahu ha respaldado públicamente el plan de Trump. Pero se ha negado en rotundo a los puntos que sugieren una vía hacia una futura autodeterminación o Estado Palestino. Además ha endurecido algunas condiciones acerca de la retirada de sus tropas.
Trump se ha felicitado a sí mismo por la respuesta de las partes (incluída la de Hamás), y ha ordenado a Israel que cese los bombardeos, lo que Netanyahu hecho sólo en parte.
En general, el plan ha recibido una buena acogida internacional, que incluye tanto a gobiernos aliados de EEUU como de países o gobiernos que se oponen o discrepan con la política internacional de Trump. La mayoría apoyan el cese de la masacre, la apertura de corredores humanitarios y la liberación de rehenes, y lo ven como base para las negociaciones, pero insisten en la necesidad de implementar una Solución de Dos Estados plena, y no vagamente sugerida.
El secretario general de la ONU ha tildado de «esperanzador» el plan para conseguir el alto el fuego y la entrada de ayuda, pero ha insistido en que debe respetar derecho internacional y conducir de manera real a la Solución de los Dos Estados
En cuanto a los BRICS:
- China: apoya el alto el fuego y la liberación de rehenes. Reitera su compromiso con la comunidad internacional para una «paz duradera» basada en las resoluciones ONU y la solución de dos estados, y enfatiza la Unidad de Palestina, entre Gaza y Cisjordania
- Rusia: apoya «detener la tragedia», el fin de la guerra y el comienzo de la reconstrucción. Pero insiste en que «solo una solución de dos estados es viable»
- Otros BRICS: Sudáfrica apoya en alto el fuego, pero insiste en que los responsables del genocidio rindan cuentas ante la CPI, exige un estado palestino viable y fin de ocupación. Brasil ha apoyado el plan como «viable para una paz sostenible», se ha ofrecido como mediador y ha enfatizado la necesidad de no permitir el desplazamiento de la población palestina ni la anexión israelí. India lo califica de «paso significativo» hacia la paz, apoya esfuerzos para un estado palestino y se ofrece para la reconstrucción de Gaza.
Los países de Oriente Medio: Egipto, Arabia Saudí y Qatar apoyan el plan, enfatizando la solución de los Dos Estados y la total retirada israelí. Turquía ofrece sus militares para la Fuerza de Estabilización Internacional (ISF). Por contra, Irán ha rechazado tajantemente el plan y lo ha calificado de «borrado colonial» que socava la soberanía palestina y amenaza la estabilidad regional.
En Europa, Von der Leyen lo ha elogiado como «oportunidad para paz genuina», lo mismo que Alemania o Francia
En España, ante la propuesta el gobierno de coalición (PSOE-Sumar) está dividido, con PSOE más alineado hacia el apoyo, mientras la izquierda (Sumar, Podemos) lo critica como una «imposición». La derecha lo apoya con pocos matices (PP, PNV, Junts) o de forma entusiasta (Vox).
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Las movilizaciones en el mundo y en España de esta semana

Esta semana, a raíz de la detención de la Flotilla, se han producido multitudinarias manifestaciones por todo el mundo, que además de la liberación de los activistas, han exigido el fin del genocidio y medidas de aislamiento y castigo contra Israel.
Todo ello, junto a la catarata de reconocimientos del Estado Palestino en la reciente Asamblea General de la ONU, y de recientes votaciones en el seno de la ONU que han vuelto a mostrar que Israel sólo escapa a las sanciones gracias al veto de los EEUU, configuran un contexto de fuerte presión de la opinión pública mundial, y de creciente aislamiento diplomático del Estado de Israel.

Las protestas más intensas se han vivido en Italia, donde se suceden movilizaciones desde la misma noche de la detención de la Flotilla. La huelga general del 3 de octubre ha sumado la participación de 2 millones de italianos en más de 100 ciudades, con masivas manifestaciones como los 300.000 de Roma y bloqueos de puertos, vias férreas y carreteras.
Pero se han sucedido manifestaciones masivas en Grecia, Francia, Reino Unido, Alemania. También en México, Colombia o Indonesia
Solo por detrás de Italia, en España se han registrado las mayores protestas de toda Europa, con cinco días de manifestaciones multitudinarias. Desde la misma noche de la detención y hasta ayer domingo, y convocadas por más de 600 organizaciones y plataformas por todo el país, se ha producido protestas masivas como las de Madrid (más de 100.000 personas) y Barcelona (más de 70.000), así como decenas de miles en Valencia, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, Vigo, Granada, Almería, Tenerife, Murcia… A las consignas de «Libertad flotilla, fin genocidio» se han sumado otras exigiendo la ruptura de relaciones con Israel.
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Una doble posición ante una paz imperialista
Ante el “plan de paz” de Trump debemos adoptar una doble posición.
Por un lado, debemos apoyar lo que significa un alivio en el sufrimiento de la población civil,y que venimos exigiendo desde hace dos años:
- Alto el fuego inmediato, entrada de ayuda humanitaria en Gaza
- Liberación de todos los rehenes israelíes, y de miles de prisioneros políticos palestinos
- También que el documento diga explícitamente que la población civil de Gaza no será obligada a marcharse, que Israel no se anexionará la Franja, o que se contempla una eventual autodeterminación en el marco de los Dos Estados, aunque la credibilidad de esto sea más que cuestionable.

Pero por otra parte, denunciamos que la propuesta de Trump NO ES UNA PAZ JUSTA para Gaza. Es una “paz imperialista”, una imposición, un trágala, un chantaje. Se impone sobre la base de una violencia insoportable, de más de 67.000 muertos y dos años de genocidio, de someter a los gazatíes a una hambruna y a una crisis humanitaria extrema.
Quién lo impone -la superpotencia y la administración Trump- no tiene credibilidad alguna. Son los coautores del genocidio, han brindado durante 67 años todo el apoyo a Israel para cometer guerras, imponer un apartheid y expandir sus colonias. Trump ha manifestado su intención de culminar la limpieza étnica de la Franja, y de construir un protectorado norteamericano en el terreno. E Israel ya ha roto varias veces -con el plácet público, o por debajo de la mesa, de los EEUU- otras treguas. Nada garantiza que el verdadero plan de Washington no siga siendo el de la limpieza étnica, y que el gobierno de Netanyahu, usando cualquier excusa no vuelva a lanzarse al genocidio y a expulsión de los palestinos.

Lo más humillante del plan es el gobierno de transición tutelado por el emperador (Trump) y por su virrey británico (Tony Blair), y que exijan no ya el desmantelamiento de Hamás, sino «reformas» en la Autoridad Nacional Palestina. Lo que quieren es una administración colonial donde los palestinos no tienen nada que decidir. Un gobierno a lo «Pepe Botella».
Además, el plan traza un camino difuso, completamente inconcreto, en el lejano futuro, hacia una hipotética autodeterminación y hacia eventual un Estado Palestino. Pero no se habla nada de Cisjordania y de la expansión de las colonias, o de cómo unir Gaza y Cisjordania. Y Netanyahu ya ha planteado que no van a ceder ni un ápice.
Por tanto redoblamos la exigencia, poniendo en primer plano «Por una PAZ JUSTA para una PALESTINA LIBRE». Por una Palestina Libre, Unida (Gaza y Cisjordania), independiente, viable y próspera, que pueda coexistir en condiciones de paz y de seguridad con Israel. Por la reconstrucción integral de Gaza, en la que tienen que decidir sólo los palestinos.
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Los posibles motivos de Trump
¿Por qué la Casa Blanca ha impulsado este plan ahora? Hay varias hipótesis que no son excluyentes entre sí, puede ser complementarios.

1) Este martes es el segundo aniversario del 7-O. Es una fecha más que probable para que ese día se efectúe la liberación de los rehenes. Un «triunfo propagandístico» de la Casa Blanca, y en las pretensiones de Trump de ser reconocido como «un pacificador a través de la fuerza».
2) Aliviar la creciente presión y el aislamiento internacional de Israel, pero también de EEUU, fruto de una lucha de los pueblos que ha dado un salto en los últimos meses, con movilizaciones masivas que han empujado a los gobiernos a dar pasos contra Netanyahu. Con este movimiento ya ha conseguido que la ONU, los BRICS, los países árabes, la UE e incluso países muy enfrentados con Israel -Sudáfrica, Brasil, España- apoyen con más o menos matices el plan
3) En el fondo está un objetivo geopolítico de alto calado para EEUU en Oriente Medio. Trump busca revitalizar los «Acuerdos de Abraham» entre los países árabes -Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes, Marruecos…- con Israel, algo casi imposible en un contexto en el que se está desplegando un atroz genocidio contra los gazatíes, con las opiniones públicas de esos países musulmanes altamente enojadas con los gobiernos árabes por su postración ante EEUU e Israel.
[Inciso: La explosión de las protestas en Marruecos contra el gobierno obedece a sus propias contradicciones internas -pobreza, desigualdad, corrupción, autoritarismo- pero en ellas, de forma paralela, aparecen banderas palestinas: la complicidad de Rabat con Netanyahu es un elemento nada baladí de ese descontento]
Hay que recordar que varias potencias árabes o musulmanas aliadas de EEUU se han incorporado a los BRICS (Egipto, Emiratos), han estado a punto de hacerlo (Arabia), o están como asociados (Turquía), y que tienen importantes lazos económicos, políticos y diplomáticos con China, como es caso de los saudíes.
Trump puede estar buscando desinflamar -al menos temporalmente- el genocidio en Gaza, involucrando a los países árabes en la gobernanza y reconstrucción de Gaza -Arabia Saudí, Qatar, Emiratos, Egipto, hasta Turquía- para volver a acercarlos a la órbita de Washington, alejándolos de los BRICS y de China, y forjar una alianza contra Irán y sus terminales en Oriente Medio.
4) Todavía no sabemos los verdaderos motivos de este genocidio. Hay quien sugiere la presencia de bolsas de gas y petróleo en la costa de Gaza. Otros hablan de construir un «segundo Canal de Suez» que pasara desde el puerto israelí de Eliat en el Mar Rojo, atravesando el desierto de Negev, hasta desembocar en la Franja de Gaza. Esto, en un contexto donde Egipto está en los BRICS, y donde el control de los puntos clave de las rutas comerciales (Panamá, Groenlandia, el Ártico) parece tener una extraordinaria importancia en la geopolítica de Trump, no parece descartable.
Una Gaza convertida en «colonia» norteamericana, con un gobierno controlado desde Washington, permitiría este proyecto.
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