«Hemos pasado del cambio de modelo productivo para salir de la crisis a la medicina de siempre, que la cuenta la paguen los trabajadores. Rebaja de salarios, despidos más baratos sin mas justificación que la empresa prevea posibles pérdidas (la ley no aclara si se reintegrará a los despedidos si las previsiones no se cumplen, pero sólo de pensarlo me da la risa); posibilidad de que las empresas se «descuelguen» de los convenios firmados (si pueden incumplir lo acordado con los sindicatos, ¿para qué valen entonces los convenios si a nada obligan?), etcétera, etcétera»
En resumen, que las consecuencias de una crisis rovocada por la codicia de los bancos la están sufriendo quienes nada han tenido que ver con ella, y que los miles de millones de euros que el Estado ha desembolsado para que el “sistema” no se venga abajo, los vamos a devolver entre todos a escote. Ya les advierto, estos señores de la CEOE no van a estar contentos hasta que paguemos por trabajar. (EL CONFIDENCIAL) EL MUNDO.- Mientras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se empeña cada día en restar importancia a nuestra situación económica, los datos sociales descabalan su optimismo. Si esta semana el presidente insistía en que el crecimiento español mostraba ya signo positivo (0,2%), las simulaciones de los sindicatos en base a los datos oficiales de parados mostraban una realidad social diametralmente opuesta. Y es que, en los próximos dos años, un millón de personas más perderá su prestación por desempleo, todo ello dentro de un mercado laboral que, según las previsiones internacionales, no conseguirá crear empleo de forma significativa. EL ECONOMISTA.- El mercado global de pensiones crecerá un 66% hasta 2020, con un aumento medio anual del 4,7%, según un estudio de Allianz, que prevé así que el volumen total de activos destinado a pensiones se sitúe en 36 billones de euros al final de dicho periodo pese a la crisis financiera y sus efectos. Estados Unidos lideraba en 2009 el mercado global de activos destinados a pensiones, con unos 12 billones de euros, el equivalente a algo más del 50% del mercado mundial. Le seguía Reino Unido, con un 11, 5%. Los países de Europa Occidental superaban el 20%, en tanto que Australia y Japón aglutinaban el 3% cada uno. Opinión. El Confidencial Sobran motivos para esta huelga general Carlos Fonseca Que dice la patronal que no está de acuerdo con la huelga. Parece un chiste de Gila, pero sin gracia. Lo han repetido esta semana los líderes de la CEOE, para quienes la reforma laboral no sólo no es lesiva para los intereses de los trabajadores, es que se queda corta y así no hay manera de crear empleo. Llevan semanas poniendo adjetivos a la convocatoria sindical (inoportuna, lesiva, inadecuada, alejada de los intereses empresariales…), pero yo me quedo con el aserto breve y certero de Gerardo Díaz Ferrán (sí, ese, el de Air Comet, Marsans y unos cuantos pufos más), que para eso es el presidente de los empresarios y tiene el verbo fácil: “El país no está para huelgas”, y sanseacabó. Hemos pasado del cambio de modelo productivo para salir de la crisis (¿se acuerdan de cuando Díaz Ferrán pedía hacer un paréntesis en la economía de libre de mercado y reclamaba la intervención del Estado?) a la medicina de siempre, que la cuenta la paguen los trabajadores. Rebaja de salarios, despidos más baratos sin mas justificación que la empresa prevea posibles pérdidas (la ley no aclara si se reintegrará a los despedidos si las previsiones no se cumplen, pero sólo de pensarlo me da la risa); posibilidad de que las empresas se “descuelguen” de los convenios firmados (si pueden incumplir lo acordado con los sindicatos, ¿para qué valen entonces los convenios si a nada obligan?), etcétera, etcétera. En resumen, que las consecuencias de una crisis provocada por la codicia de los bancos la están sufriendo quienes nada han tenido que ver con ella, y que los miles de millones de euros que el Estado ha desembolsado para que el “sistema” (no me pregunten por qué, pero a mi esta palabra me recuerda al “lado oscuro de la fuerza” de la guerra de las galaxias) no se venga abajo, los vamos a devolver entre todos a escote. Ya les advierto, estos señores de la CEOE no van a estar contentos hasta que paguemos por trabajar. Dice el presidente Rodríguez Zapatero que la huelga es precipitada, que estamos ante una crisis global; que sus recetas son las de la Unión Europea (UE); que no hay otras para rebajar el déficit, en definitiva, que la reforma laboral es por nuestro bien y en unos meses veremos sus resultados. Es decir que para la próxima primavera nos volvemos a reunir y si la cosa no ha ido como se preveía, entonces sí, ¡huelga general! ¿Qué va a hacer el Gobierno si la reforma laboral no cumple sus previsiones y seguimos en el pozo del desempleo? Me imagino que asistiremos a una versión remozada de las noches electorales, en las que cada partido interpreta los resultados a su manera pero siempre con la misma conclusión: hemos ganado, los otros han perdido. Oiremos aquello de que la reforma ha sido beneficiosa porque ha detenido la destrucción de empleo; porque gracias a ella la economía comienza a repuntar, aunque no conviene bajar la guardia y serán necesarios nuevos esfuerzos, y porque al final lo sacrificios habrán valido la pena y saldremos reforzados de la crisis. Una duda: ¿van a restituirnos los derechos que nos han recortado cuando iniciemos la “senda del crecimiento? Me parece que esto es como el precio de la gasolina, que una vez que sube nunca baja. Rodríguez Zapatero ha recordado esta misma semana a los sindicatos que la ley ha superado el trámite parlamentario, que ya no es sólo su reforma, sino la del Congreso. No le falta razón, porque aunque todos los partidos se han manifestado en contra, llegada la hora de la verdad no la han echado atrás pudiendo hacerlo. ¿Saben por qué?, pues porque al PP y a los nacionalistas de CiU y PNV les pasa lo que a los empresarios, que la reforma se les queda corta, pero mejor ésta que ninguna. Sólo los minoritarios IU, ICV, ERC, BNG y Na Bai pidieron la retirada de la ley. Travestismo político El PP ha hecho un ejercicio de travestismo político y se ha erigido en defensor de los trabajadores, callando la reforma que ellos querían (una de sus enmiendas proponía limitar el derecho de huelga, por ejemplo) y atacando al Ejecutivo por la congelación de los pensiones. Pura demagogia para desgastar al Gobierno, porque si fueran el partido en el poder habrían promovido una reforma más dura. Claro, que entonces el PSOE se habría envuelto en la bandera sindical. Los detractores de la huelga arrecian contra ella según se aproxima el 29-S, y lo hacen con maniobras arteras contra los sindicatos, a los que acusan, entre otras cosas, de falta de responsabilidad. En Francia llevan cuatro jornadas de huelga general en lo que va de año contra la anunciada reforma de las pensiones, que prevé retrasar la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años (aquí amenazan con los 67, pero de pensiones ya hablaremos), mientras que en España se han celebrado cinco (vamos a por la sexta) desde que la Constitución reconoció el derecho a la huelga. Si nuestros sindicatos son irresponsables, los franceses son peligrosos bolcheviques. A mí me parece que UGT y CC.OO han pecado de un exceso de responsabilidad, porque razones para la huelga ha habido desde que el país entró en una imparable escalada de destrucción de empleo (estamos en una tasa del 20%, el doble de la media de la Unión Europea). Han esperado demasiado. Si hasta hace poco la derecha les echaba en cara precisamente eso, que han contemporizado durante meses con el presidente Zapatero para evitar una huelga que habrían convocado mucho antes si ellos hubiesen estado en el poder. ¿En qué quedamos, hay o no razones para la huelga? He escuchado, y leído en muchos foros, que hay gente que no piensa ir a la huelga porque la convocan CCOO y UGT. ¿Qué sindicato tendría que haberla convocado?, ¿la CGT, el CSIF, tal vez los pilotos del SEPLA? Otros dicen que los sindicatos, los mayoritarios y los demás, no son representativos, cuando en este momento el número de afiliados supera los tres millones de trabajadores, el 20,6 % de la población asalariada. Ya quisieran los partidos políticos tener este porcentaje de militantes, y no por ello dejan de tener legitimidad. Se la dan las urnas, como a los sindicatos. No seamos fariseos. Los pesimistas vaticinan que la huelga va a fracasar, que no va a servir de nada. No se engañen, el miedo es libre. A la huelga se va por convicción, para luchar contra algo que se considera injusto y que afecta a nuestros derechos, a nuestra dignidad como personas y trabajadores. Decir que no va a servir de nada es una justificación, no una razón. Tomar una decisión sólo si nos garantizan el efecto que buscamos es cinismo, o miedo, o una mezcla de los dos. Hay que defender aquello en lo que se cree, aunque no se tenga la certeza de que se vaya a ganar o a perder. Y ya que me estoy poniendo épico, déjenme que concluya este párrafo con una frase hecha: la única batalla que se pierde es la que se abandona. La huelga es un derecho constitucional, pero cada vez hacen falta más bemoles para ejercerlo. Las empresas fomentan el miedo de los trabajadores con todo tipo de advertencias y profecías apocalípticas: que no está el patio para protestar, que en la calle hace mucho frío, que mejor esto que nada. Y si a pesar de los “consejos” hay insensatos que deciden secundar el paro, que dicho sea de paso conlleva una considerable pérdida de haberes, los patrones te señalan con el dedo. ¿Qué quieren ante el panorama desolador que tenemos ante nosotros? Más de cuatro millones y medio de parados; un millón y medio de ellos sin prestación; un millón de hogares en los que no entra ningún salario; una temporalidad del 25%; jóvenes sobradamente preparados con contratos precarios y salarios basura. Y ahora, además, con la reforma laboral nos dicen que si no queremos caldo nos van a dar dos tazas. Sobran los motivos para esta huelga general. EL CONFIDENCIAL. 20-9-2010 Economía. El Mundo Dos millones de parados sin cobertura Carlos Cuesta Mientras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se empeña cada día en restar importancia a nuestra situación económica, los datos sociales descabalan su optimismo. Si esta semana el presidente insistía en que el crecimiento español mostraba ya signo positivo (0,2%), las simulaciones de los sindicatos en base a los datos oficiales de parados mostraban una realidad social diametralmente opuesta. Y es que, en los próximos dos años, un millón de personas más perderá su prestación por desempleo, todo ello dentro de un mercado laboral que, según las previsiones internacionales, no conseguirá crear empleo de forma significativa. En concreto, y según el estudio elaborado por CCOO, 744.286 parados dejarán de percibir las prestaciones hasta final de 2010, cifra que se elevará hasta 884.280 en octubre de 2011, mes en el que finaliza la simulación. Los expertos constatan que esa evolución al alza seguirá sin cambios en el comienzo de 2012, tendencia que llevaría la cifra final en ese momento hasta casi el millón de personas. Los cálculos de los sindicatos, además, han sido realizados con cierta cautela: toman como base del cálculo un periodo medio de cobro de prestaciones, de 18 meses, cifra que, con bastante seguridad, se verá reducida a la vista de que la contratación indefinida se ha desplomado en los años de crisis. La cifra significa sumar casi otro millón al millón ya existente de personas que no cuentan con una paga contributiva con la que paliar su situación de desempleo. Una cifra total que se situará con toda seguridad entre el millón y medio y los dos millones de parados sin ingresos por este tipo de prestaciones y que puede ser el panorama electoral que se encuentre el presidente del Gobierno en caso de agotar la legislatura. Parte de ese grupo, dependiendo de sus cargas familiares y de su situación de precariedad absoluta, podrán aspirar a cobrar el subsidio por desempleo por un periodo general de seis meses. El resto deberán afrontar la situación sin ningún tipo de ingreso. Por el momento, y desde que se creó hace un año la prórroga de este subsidio -el famoso pago adicional de 426 euros durante un periodo añadido de otros seis meses-, 570.000 personas han cobrado esa cuantía. El Gobierno, conocedor de la situación de extrema gravedad social que se avecina, ya ha anunciado, de hecho, el mantenimiento el próximo año del pago adicional de 426 euros, pese al deseo inicial de ponerlo en revisión y, pese al incremento de los gastos previstos por desempleo para este año, que superarán los 30.600 millones de euros, con un avance de casi un 60% con respecto a la cifra presupuestada para 2009. Pero el Gobierno no sólo se enfrentará a la sensación social de dos millones de personas sin prestaciones por desempleo. El fin del cobro de estos pagos supone igualmente el fin de la cotización a la Seguridad Social de todas estas personas. Los sindicatos también han calculado en base a la estadística oficial el impacto que tendrá esta avalancha en las cuentas de la Seguridad Social, caja desde la que sale el dinero para pagar las pensiones. Y el resultado es alarmante: la pérdida de ingresos para la Seguridad Social será de 3.429,67 millones en tan sólo los primeros doce meses. Es decir, que la congelación de las pensiones aprobada por el Gobierno antes del verano no conseguiría paliar ni tan siquiera este boquete, puesto que el propio Ejecutivo estimó en 3.000 millones el ahorro para las cuentas públicas gracias a esta medida. El escenario confirmaría, así, la calificación lanzada por el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, en referencia al ámbito internacional y en la que aseguró que «el mercado laboral está en una situación catastrófica» y destacó que esta situación «no se revertirá con las recetas de siempre». Y dentro de esa fotografía global, España se lleva la palma. Los últimos datos de la oficina estadística europea, Eurostat, han vuelto a situar en julio a España como la gran economía más afectada por el paro en todo el mundo. Con una tasa armonizada con Europa del 20,3% de paro, una décima más que en junio, la economía española tiene -por cuarto mes consecutivo- el doble de desempleo de la media de los países de la Eurozona, que se ha mantenido estable en el 10%. EL MUNDO. 20-9-2010 Pensiones. El Economista El mercado global de pensiones crecerá un 66% hasta 2020 pese a la crisis El mercado global de pensiones crecerá un 66% hasta 2020, con un aumento medio anual del 4,7%, según un estudio de Allianz, que prevé así que el volumen total de activos destinado a pensiones se sitúe en 36 billones de euros al final de dicho periodo pese a la crisis financiera y sus efectos. Según Allianz, el crecimiento del mercado de pensiones será el motor del desarrollo de la riqueza monetaria en muchos países de Europa y Asia y en Estados Unidos. Este último país lideraba en 2009 el mercado global de activos destinados a pensiones, con unos 22 billones de euros, el equivalente a algo más del 50% del mercado mundial. Le seguía Reino Unido, con un 11, 5%. Los países de Europa Occidental superaban el 20%, en tanto que Australia y Japón aglutinaban el 3% cada uno. Por su parte, las economías emergentes de Asia y de Europa Central y del Este, que aún se encuentran desarrollando sus respectivos sistemas privados de pensiones, contaban con porcentajes muy reducidos, del 1,8% y del 0,4%, respectivamente. Precisamente, según las previsiones de Allianz, los mercados emergentes asiáticos serán los que muestren un desarrollo más dinámico. De hecho, para 2020 espera que estos mercados crezcan un 16,8% anual, alcanzando un volumen total de 2,2 billones de euros, el equivalente al tamaño actual del mercado británico. Los mercados más desarrollados y maduros mostrarán un crecimiento menos sostenido. No obstante, Estados Unidos seguirá en cabeza hasta 2020, aunque con una tasa de crecimiento que no superará el 3,6% anual. Según Allianz, la crisis financiera ha tenido un impacto significativo sobre el volumen global de activos destinado a las pensiones, contrayéndose cerca de un 15% entre finales de 2007 y finales de 2008, al pasar de 23,2 billones de euros a 20 billones. Ahorrar para la jubilación. En general, el efecto global de la crisis financiera sobre los activos de las pensiones varía en función de su exposición a la renta variable. El rebote que lograron los mercados de acciones en 2009 ayudó a la recuperación de estos activos, aunque sin alcanzar los niveles de 2007. "A fin de compensar estas pérdidas, los hogares no tendrán otra opción que empezar a ahorrar para la jubilación, y no sólo en los países con sistemas de pensiones privados maduros. También ocurrirá en los países donde las reformas de los sistemas de reparto conlleven una reducción de las jubilaciones públicas", señala Allianz. EL ECONOMISTA. 20-9-2010