«Ayer, al asumir la presidencia pro tempore del Mercado Común del Sur (Mercosur) en San Juan, Argentina, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que Sudamérica es un ejemplo de cómo el mundo puede vivir en paz, sin armas nucleares, sin guerra, de forma mucho más armónica, y confió en que durante los seis meses en los que su país estará al frente del organismo la región pueda avanzar en la construcción de un bloque en donde todos seamos amigos»
Los llamados de Lula a dialogar con Irán y su condena ante el recrudecimiento de las sanciones contra Teherán constituyen indicadores de la indeendencia que ha ido adquiriendo el subcontinente respecto de los designios de Washington y sus aliados. Al mismo tiempo, las declaraciones exhiben un punto de encuentro entre Brasilia y la república islámica, concordancia que no radica en la justificación de procesos armamentistas, sino en la necesaria defensa de las soberanías nacionales frente a la hegemonía de los poderes planetarios en los ámbitos económico, político, diplomático y militar. (LA JORNADA) DIARIO DEL PUEBLO.- Yi Gang, vicegobernador del Banco Popular de China y director general de la Administración Nacional de Divisas, dijo a la prensa china que “China es en realidad la segunda economía del mundo”, frase inmediatamente citada por medios de comunicación estadounidenses. Pero en los medios de comunicación chinos, este supuesto “hito” no ha dado origen a ovaciones. Otro enorme reto planteado por la segunda posición se manifiesta en el escenario internacional. Ahora, a ojos de la opinión internacional, China ha adquirido poderío y dinero. Por ello, cada vez más el mundo estará mirándonos con ojos críticos. México. La Jornada Brasil: liderazgo y soberanía Ayer, al asumir la presidencia pro tempore del Mercado Común del Sur (Mercosur) en San Juan, Argentina, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que Sudamérica es un ejemplo de cómo el mundo puede vivir en paz, sin armas nucleares, sin guerra, de forma mucho más armónica, y confió en que durante los seis meses en los que su país estará al frente del organismo la región pueda avanzar en la construcción de un bloque en donde todos seamos amigos. Tal aseveración tiene como elemento de contexto insoslayable las tensiones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, un punto sobre el que el propio mandatario brasileño abundó al señalar que ambos países tienen que entenderse, y hacer una relación de costo-beneficio; indicó que cuanto más pronto se establezca la armonía entre Caracas y Bogotá, más van a ganar los pueblos de ambas naciones, y convocó a un acercamiento entre el mandatario venezolano Hugo Chávez y el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, a quien pidió ejercer su mandato y negociar para alcanzar la paz. En otro orden de ideas, el mandatario brasileño reiteró su defensa de un diálogo entre el subcontinente e Irán, y se dijo decepcionado por la imposición, por parte de la ONU, de nuevas sanciones contra el gobierno de Teherán, a pesar del acuerdo alcanzado entre éste y los regímenes de Brasil y Turquía: canjear con el segundo de esos países uranio poco enriquecido por porciones de ese metal suficientes para el uso del reactor nuclear iraní. En relación con esto último, el actual presidente del Mercosur puso el dedo en la llaga: hoy me pregunto si realmente la gente desea la paz o si quiere mantener un clima de inestabilidad que existe para justificar una teoría de Maquiavelo: es necesario dividir para reinar. Las declaraciones formuladas ayer por el mandatario brasileño permiten ponderar el peso que ha adquirido su país como un actor cada vez más importante en la diplomacia internacional. En primer lugar, la mediación brasileña en el conflicto entre Caracas y Bogotá constituye, en la hora presente, un elemento doblemente valioso: por un lado, porque al mantener una equidistancia entre ambas partes, el mandatario se presenta como un interlocutor válido y deseable; por el otro, porque al plantear una vía de negociación alternativa a la Organización de Estados Americanos, contribuye a alejar el conflicto de la esfera de dominación geopolítica de Estados Unidos, y lo coloca en un escenario más democrático, igualitario y propicio para la negociación. Por lo demás, los llamados de Lula a dialogar con Irán y su condena ante el recrudecimiento de las sanciones contra Teherán constituyen indicadores de la independencia que ha ido adquiriendo el subcontinente –salvo los casos de Colombia y Perú– respecto de los designios de Washington y sus aliados. Al mismo tiempo, las declaraciones exhiben un punto de encuentro entre Brasilia y la república islámica, concordancia que no radica en la justificación de procesos armamentistas –como los que Occidente achaca a Teherán–, sino en la necesaria defensa de las soberanías nacionales frente a la hegemonía de los poderes planetarios en los ámbitos económico, político, diplomático y militar. En suma, ante las posturas expresadas por Lula, es claro que Brasil desempeña, hoy día, un papel lúcido y constructivo en la solución de tensiones en el ámbito diplomático. La condición de interlocutor central y creíble que ha adquirido el gobernante brasileño coloca a su país en la posición de incidir positivamente en conflictos diversos que se desarrollan dentro y fuera del continente, y cabe esperar que lo consiga. LA JORNADA. 4-8-2010 China. Diario del Pueblo Ascenso chino a segunda economía mundial genera aprensiones Yi Gang, vicegobernador del Banco Popular de China y director general de la Administración Nacional de Divisas, dijo a la prensa china que “China es en realidad la segunda economía del mundo”, frase inmediatamente citada por medios de comunicación estadounidenses. Pero en los medios de comunicación chinos, este supuesto “hito” no ha dado origen a ovaciones. Para la China que soñó con “sobrepasar a Gran Bretaña y alcanzar a EEUU” como meta de su modernización, si el segundo lugar en el PIB hubiera sucedido medio siglo atrás, tal vez habría provocado inmenso júbilo y alegría y millones de chinos habrían levantado la copa para celebrar el acontecimiento. Pero hoy, la gente se muestra más serena. Si retrocedemos en la historia, veremos que China no fue siempre “pobre y débil”. Según el historiador economista británico Angus Maddison, de 1700 a 1820, el Producto Interno Bruto de China no sólo permaneció en el primer lugar del mundo, sino que, además, su participación en el PIB mundial se elevó del 22,3% al 32,9%. Pero tras la Revolución Industrial en Occidente, los pasos de China se desaceleraron. En la actualidad, puede que China haya sobrepasado el volumen de PIB del Japón, pero el ingreso per cápita de China es de sólo 3.800 dólares y sigue ocupando lugares posteriores en el ranking mundial, algo similar al nivel del fútbol chino. Si se dice que el PIB ya ocupa el segundo lugar en el mundo, no es más que un índice. Los chinos ya conocemos profundamente que la flor del PIB no significa primavera por sí sola; si sólo se destaca este aspecto, es porque hay altos precios que se pagan en desarrollo. Las presiones poblacional y medioambiental, las deudas históricas en la educación nacional, la atención médica y la seguridad social, a lo que suma el desequilibrio de oportunidades de desarrollo para los habitantes urbanos y rurales, son todos retos a la China que acaba de probar el sabor del “No. 2”. Casi al mismo tiempo de la difusión de la noticia, otra nueva sobre el crecimiento del consumo energético en el primer semestre de este año nos ha traído otro motivo de preocupación. El comunicado sobre el consumo de energía y otros índices relacionados con el PIB del primer semestre de 2010 dado a conocer el 3 de agosto muestran que el consumo de energía se elevó en 11,2% en este lapso, en comparación con el mismo período del año pasado, mientras el PIB se incrementó en 11,1%. Contando sobre esta base, el consumo energético por unidad del PIB aumentó en 0,09% en comparación con el mismo lapso del año pasado. Al parecer, para garantizar el cumplimiento de la meta de ahorro energético establecida por el “XI Plan Quinquenal”, habrá más restricciones sobre las industrias de alto consumo energético y se intensificará la supervisión y control sobre el ahorro energético y la reducción de emisiones em el segundo semestre , lo que sacrificará en cierta medida la velocidad de crecimiento del PIB. Otro enorme reto planteado por la segunda posición se manifiesta en el escenario internacional. Ahora, a ojos de la opinión internacional, China ha adquirido poderío y dinero. Por ello, cada vez más el mundo estará mirándonos con ojos críticos. DIARIO DEL PUEBLO. 5-8-2010