Editorial

Soberaní­a para decidir

Las polí­ticas de austeridad vienen dictadas por los grandes centros de poder exteriores y su Troika: el FMI, Bruselas y el BCE. Cada vez estamos más encadenados a la estrategia militar norteamericana y al carro militar de la OTAN.

Dictados y exigencias ejecutados por la clase política que nos gobierna con el apoyo de la banca y los monopolios.

La defensa de la soberanía nacional no es una opción más, es una necesidad. Sólo si nuestro país recupera su plena soberanía podremos llevar adelante las políticas que necesitamos de redistribución de la riqueza para salir de la crisis en beneficio de la mayoría; y de paz, desenganchados de la maquinaria de guerra de EEUU y la OTAN, ahora que con Trump se avecina un tiempo de incertidumbres y más “impuestos de guerra”.

Frente a la posición sumisa de nuestros gobernantes y el silencioso aumento de nuestra implicación en los planes militares del Imperio necesitamos una política de defensa activa de la soberanía nacional:

Denunciando las imposiciones que atacan los intereses nacionales y de los ciudadanos (como la reforma del artículo 135 de la Constitución o los tratados de la UE que imponen cuotas y limitan nuestro desarrollo).

Defendiendo una política de paz y neutralidad: derogación de los acuerdos que permiten el escudo antimisiles en Rota y el despliegue de marines en Morón; y exigencia de que se cumpla la legalidad del Referéndum de la OTAN, como primer paso para salir de la estructura militar integrada de la OTAN e iniciar la reducción progresiva de las bases norteamericanas en nuestro país.

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