La propuesta del Banco de España para recortar las pensiones

¡Sin vergüenza!

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, lanzó el pistoletazo de salida. Y tras él han salido en estampida un orquestado coro de expertos, medios de comunicación, tertulianos y columnistas. La ofensiva trata de crear el necesario clima de opinión propicio para un brutal recorte del sistema público de pensiones.

El Banco de Esaña ha sintetizado la andanada contra las pensiones en un documento titulado “La reforma del sistema de pensiones en España”, entregado a la Comisión parlamentaria sobre el Pacto de Toledo. En él, se propone “reducir el gasto” extendiendo el periodo de cálculo a toda la vida laboral en lugar de los últimos 15 años como se hace desde 2002. Sólo con ampliar a 20 los años para el cálculo de las pensiones, éstas ya se habrán rebajado en más de un 16%. Un trabajador que haya cotizado 20 años empezando por un sueldo de 600 euros y se jubilara con uno de 1.200, cobraría una pensión de 625 euros, con el sistema actual de 15 años para el cálculo, y 525 euros (el 16% menos) si se aplican 20 años. Pero sí aplicamos como cómputo de la pensión el conjunto de la vida laboral, el recorte sería del 30%, con lo que la pensión de este trabajador se quedaría en unos miserables 437 euros. Pero no contento con esto, el Banco de España propone no esperar a los futuros pensionistas, sino empezar a recortar ya la jubilación a quienes ya cobran la prestación. En la actualidad, las pensiones se revalorizan con el IPC previsto y se revisan cada año con el IPC de noviembre para compensar la desviación. Hasta ahora como la inflación ha superado casi siempre el IPC previsto (el 2%), los pensionistas han recibido una paga “de compensación”. Como, a las puertas de una deflación, el IPC actual no va a alcanzar el 2%, el Banco de España propone que se recargue la diferencia sobre la pensión. Así, si el IPC es finalmente el 1%, las pensiones se rebajarían esa misma cantidad. Además, propone elaborar “un IPC de acuerdo a las pautas de consumo de los jubilados”. Es decir, como los pensionistas consumen poco -¿cómo no van a consumir poco si ustedes les dejan pensiones de miseria?- que el IPC que se les aplique sea menor, y así el Estado se ahorrará abonarles ninguna compensación. El “paquete de recortes” se completa con la propuesta de “ligar la esperanza de vida a la pensión”. Se ajustaría la cuantía de la pensión al aumento de la esperanza de vida. Como se vive más, que se cobre menos. El Banco de España también llama a la “supresión de topes”. En la actualidad, los tipos de cotización a la Seguridad Social se aplican sobre unos topes salariales máximos y mínimos. Eliminarlos aumentaría las cotizaciones que debemos pagar durante la vida laboral. Pagaremos más pero cobraremos menos. ¡Sin vergüenza!

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