El cambio de modelo de crecimiento económico apenas avanza

Sin noticias del cambio de modelo

Desde que Zapatero saltó de no reconocer la crisis a hacer apologí­a de la recesión, ha de desaparecido cualquier referencia o propuesta de medidas que hagan referencia al modelo de crecimiento que haya de sustituir al que hemos tenido en la última década y media. Es más, todas las medidas puestas hasta ahora, o son medidas paliativas para los sectores más afectados, como los parados, o son planes de rescate para los principales actores y responsables del modelo anterior, la banca. ¿Pero dónde están las medidas que ayuden a alumbrar un nuevo modelo de crecimiento más productivo y cualificado, capaz de generar riqueza y empleo?

La aralización y la falta de medidas para impulsar el cambio de modelo viene reflejada sobre todo por la falta de movilización de los recursos destinados a financiar actividades productivas y, en particular, del crédito destinado a financiar la industria.En los quince años del “ladrillo” se pasó de destinar un 32% del crédito para actividades inmobiliarias en 1992, a destinar más del 61% en 2006.Por el contrario, en 1992 el crédito a la industria era cuatro veces más que en 2006: un 23% frente al 6,85%. Indicativo de hasta qué punto el capital se ha desviado a la construcción y desmantelado tejido industrial. Y el préstamo vivo dedicado a las actividades productivas en su conjunto (sin la construcción) no llegaba al 27% en 2006.Pues bien, en los dos últimos años, apenas se han movido los recursos destinados a las actividades productivas: el crédito vivo sólo ha crecido poco más de 2 puntos, hasta el 29,2%; y el crédito a la industria apenas 1,5 puntos, hasta el 8,35. Sin embargo, el crédito dedicado a las actividades inmobiliarias en 2008 aún supuso ¡el 60% del total! Un movimiento tan lento (“con la lentitud de un iceberg” que decía un conocido economista, J. Antonio Vega, en Cinco Días) a todas luces insuficiente para despejar el futuro.Una cosa está clara, poniendo paños calientes al paro y entregando los recursos del Estado a los mismos que montaron el modelo del ladrillo ¿cómo se va a levantar un modelo nuevo favorable a los intereses nacionales y populares?Es precisa una intervención desde los poderes públicos que se oriente a cambiar el modelo de crecimiento, pero en base a un programa nacional y popular que tome como ejes:Por un lado, la redistribución de la riqueza con medidas para ajustar las escalas de salarios e impuestos; los estímulos para la inversión y reinversión productivas de las empresas; el ahorro y la simplificación de las administraciones públicas para destinar más recursos a la inversión productiva; y un plan nacional de I+D+i con atención especial a las alternativas energéticas.Y, por otro lado, acabar con las cuatro grandes dependencias que atenazan cualquier nuevo modelo de desarrollo: la dependencia financiera (nos han convertido en el país más endeudado del mundo), la dependencia de unos pocos mercados (abrir los mercados en todo el mundo), la dependencia energética, y la dependencia de las cuotas y limitaciones impuestas por Bruselas.

Deja una respuesta