Sectores en lucha: Repartidores de butano.

Sin contrato y con la bombona al hombro.

Mientras las grandes multinacionales roductoras de gas butano hacen caja, el Gobierno mira para otro lado sobre los problemas que genera las irregularidades en las subcontratas.Las grandes distribuidoras como Repsol Butano o Cepsa, aseguran sus beneficio mediante la subcontratas de distibución, mientras en estas subcontratas se dan numerosas irregularidades. El 75% de los repatridores trabajan sin contrato, transportando las bombonas, sin el equipamiento adecuado como botas de seguridad, equipamiento sumamente necesario en el transporte y reparto de este tipo de materia peligrosa.Se exigen más inspecciones de trabajo, pero la raíz del problema es que las grandes multinacionales son las que ponen las condiciones, y estas condiciones pasan por que lo paguen los trabajadores, por supuesto.Es una práctica que no viene de nuevas. En el desastre del Prestige veíamos como las grandes productoras de combustible se aseguran de lavarse las manos mediante este tipo de subcontratas. Los beneficios están asegurados y las responsabilidades van a parar a las subcontratas.El gobierno se lava las manos cuando se plantea vender el accionariado de Repsol de Sacyr, a los rusos, y es inadmisible que no exista voluntad política de fomentar la independencia energética en España. En plena crisis, en vez de invertir el grueso en economía productiva y sectores estratégicos como es el de la energía, se dedica a arreglar aceras y pasos de cebra.Mientras no se planteen medidas dirigidas a exigir responsabilidades y condiciones a las multinacionales, los trabajadores son los que pagan las consecuencias. No se puede entender de otra forma si no, como sectores que tienen la venta y distribución asegurada como es el de la energíapuede sostenerse sobre tantas irregularidades a las que se hace caso omiso.Ya en 2008 el tribunal Superior de justicia de Baleares dictó una sentencia en la que le daba la razón a USO que veía como se atentaba contra la libertad sindical del sector. No permitir la organización de los trabajadores es el viejo mecanismo para seguir manteniendo este tipo de prácticas quitandole a la clase obrera su principal arma.Se intenta impedir por todo medio que éstos trabajadores se organicen para asegurarse el expolio continuado mediante el cual, Repsol Butano o Cepsa sigan teniendo beneficios de miles de millones.Hay que centar el problema en golpear al centro del asunto apuntando a las multinacionales, ya que si no esta lucha queda diluida en una trama de subcontratas en las que es imposible encontrar responsable, ya se encargan las multinacionales de que esto sea así, y el gobierno de no poner medidas para que esto no ocurra.

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