Cargando...Iñigo Urkullu, el presidente del PNV, ha declarado, ante los miembros del PNV en el Congreso y en el Senado, sentirse desconcertado, lo que cree que comparten todas las familias vascas, ante la contradicción entre la unidad del PSE y el PP en el País Vasco y las acusaciones mutuas entre los líderes nacionales de los dos partidos, Zapatero y Rajoy. Una vez más, está claro que comprender correctamente la realidad no depende primordialmente de la inteligencia que uno tenga, sino de la posición, y el punto de vista, desde la que uno trata de entender y explicar la realidad. La fuerza del viento democrático de los vascos ha obligado al PSE y al PP, a pesar de sus pesares, a unirse para acabar con el régimen nacionalista étnico. Por eso, López y Basagoiti, PSE y PP, coinciden en afirmar, para «escándalo» del señor Urkullu, que «por fin ha llegado la democracia a Euskadi» y que «ahora los vascos somos más libres».
Lo que el señor Urkullu es incaaz de entender es que lo que él llama la “sima cada vez mayor” entre la sociedad vasca y la española, en su visión distorsionada de la realidad vasca, es, en realidad, la creciente sima producida entre la mayoría de los ciudadanos vascos y la camarilla del PNV que ha impuesto, durante tantos años, un régimen de terror, de miedo y de silencio. El señor Urkullu cree que desde Madrid se mira a Euskadi con “gafas desenfocadas”. Por ello, lo “más desconcertante” para el presidente del PNV es la forma "excepcional" con la que desde 2002 se trata al “nacionalismo democrático vasco”.Es evidente para la mayoría de los vascos, y del resto de los españoles, que quien usa unas gafas extraordinaria e interesadamente desenfocadas es el señor Urkullu. Es precisamente desde 2002 cuando la camarilla dirigente del PNV y del gobierno autonómico vasco, encabezada por Ibarretxe y compañía, se lanza descaradamente a promover sus planes secesionistas. Planes que se apoyan, digan lo que digan, en la colaboración objetiva de ETA y de su actividad terrorista. Planes que utilizan la existencia del terror como chantaje político para obligar a que sean aceptados. Esta es la auténtica y única sima que existe. La sima entre el PNV y los vascos.