Medios de Comunicación

Siempre puede negociarse más…

El Gobierno ya da por zanjado el debate sobre la reforma del mercado audiovisual con la aprobación del proyecto de ley que conlleva la eliminación de la publicidad en la televisión pública, estableciendo un sistema de aportaciones por parte de las cadenas privadas. Pero la novedad de un debate que no concluye aquí­, evidentemente, es la atención que ha prestado el Gobierno a las recomendaciones del Consejo de Estado para reducir los pagos de las cadenas de pago o acceso limitado para financiar a RTVE del 3 al 1,5% de sus ingresos. Siempre puede negociarse más…

Las exlicaciones de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, son aparentemente sencillas: la apertura del mercado de la publicidad tendrá en estas cadenas de pago un menor impacto, ya que no es su principal fuente de financiación.Pero la coherencia de esta línea constante en el Gobierno se recoge, para rematar, en las indicaciones de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones que instaba al Ejecutivo a no retirar la licencia a los operadores de las telecomunicaciones que se negaran a pagar el 0,9% de sus ingresos para financiar a la corporación pública, como se había previsto entre las fuentes de financiación de RTVE.El despropósito se agranda cuando la vicepresidenta “destaca” que la nueva ley y la supresión de los anuncios “reforzará la independencia económica de RTVE, su equilibrio presupuestario y, con su salida del mercado de la publicidad, impulsará la dinamización del sector de las televisiones privadas”. Si la financiación viene de los entes privados, la producción de espacios televisivos está cada vez más en manos de las privadas – como vienen denunciando especialmente la CGT – y además no se dispone de ningún medio para exigir el cumplimiento de este pago… ¿dónde está la independencia?Por otra parte hay que echar cuentas a cuáles son las cadenas de pago que son beneficiadas por el Gobierno: Imagenio de Telefónica, las de Sogecable de Prisa, los multicanales de Ono y Gol TV de Mediapro, en lo fundamental. Aunque inmediatamente se presenten las futuras aspirantes a la TDT como beneficiarías de esta medida. Más si tenemos en cuenta los procesos de fusión que ya están en marcha y en el que ya están haciendo manitas, Mediapro y Prisa, Prisa y Telefónica.La contribución que está haciendo el gobierno socialista a “la salida de la crisis” de los principales monopolios mediáticos españoles y “aspirantes” – como Mediapro – solo puede explicarse por consanguineidad o deudas contraídas. De cualquiera de las maneras, mientras más de diez mil profesionales de la comunicación pueden quedarse en la calle en los próximos dos años, no se escatiman esfuerzos para allanar el camino a las ganancias monopolistas y el control informativo.

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