Teresa Aranguren, periodista

Siempre Palestina

De la mano de la periodista Teresa Aranguren, gran conocedora de Oriente Medio, descubrimos una Palestina oculta, avanzada, laica, progresista, diversa, que lleva más de un siglo luchando por su dignidad y el derecho a existir

Teresa Aranguren es una periodista experta en Oriente Medio, con un conocimiento directo de la realidad palestina y una relación íntima con la lucha de su pueblo. Hoy es miembro de la junta directiva en España de la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio. En estos momentos críticos, donde asistimos a un atroz genocidio casi televisado, sus palabras nos desvelan una Palestina real muy lejos de los estereotipos que demasiadas veces justifican o intentan hacer comprensible la barbarie.

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La sociedad palestina desarrolla iniciativas políticas, sociales, culturales, en condiciones extremadamente difíciles. ¿No hay una sociedad viva y con una enorme capacidad de resistencia?

No solo la hay, sino que la había. La sociedad palestina de finales del XIX y comienzos del XX no era muy distinta a otras del Mediterráneo, como la española.

Era ya entonces diversa, por ejemplo en el terreno religioso, siempre ha habido una importante minoría cristiana, tan árabe como la musulmana, también había una minoría judía en Palestina que hablaba árabe.

Era una sociedad no rica pero tampoco mísera. En Palestina no se conocía el hambre, se ha conocido con la ocupación israelí. Ahora de un modo atroz en Gaza, con una estrategia de exterminio para acabar con la población por hambre y sed. Es algo tan atroz que resulta difícil verbalizar en el siglo XXI, así eran los asedios medievales.

Es tan atroz y tan de manual de lo que es un genocidio

Hablamos de un pueblo palestino que lleva sufriendo la negación de su existencia desde hace más de un siglo. Y esa negación ha adquirido una dimensión atroz. Se está normalizando algo que hace unos años sería imposible. Bombardear hospitales o ambulancias, asesinar periodistas y personal sanitario. Está ocurriendo día a día ahora mismo los ojos del mundo, y a veces alardeando de hacerlo. Es tan atroz y tan de manual de lo que es un genocidio.

Cuando se nos habla de Palestina se señala solo a Hamás. ¿No hay muchas organizaciones en Palestina que no son Hamás?

Teresa Aranguren entrevistando en Túnez en 1987 a Arafat, líder de la OLP.

Las formaciones políticas más antiguas en Palestina, y las que conformaron lo que es el movimiento de liberación palestina, fueron Al-Fatah, que es claramente un movimiento laico, con mucha presencia de cristianos, y el Frente Popular de Liberación de Palestina, de raíz marxista, fundada por un médico cristiano. Esas han sido las dos grandes organizaciones de la resistencia palestina durante años. Hamás es una organización muy reciente, es a finales de los 80 cuando surge.

Por otro lado el Frente Democrático de Liberación de Palestina, que es también un partido claramente de izquierdas, laico, con visión modernizadora. Y organizaciones de tipo asistencial muy activas. Por ejemplo en una de ellas era cooperante la española Juana Ruíz, detenida en una ofensiva israelí contra estas organizaciones sociales.

También hay sindicatos de trabajadores. Todo esto refleja una sociedad en desarrollo y compleja, no homogénea, que es como tendemos a ver siempre desde Occidente a los otros pueblos.

Al gobierno israelí le interesa que Hamás crezca

Hay que tener en cuenta que a Hamás no sólo le votan los islamistas. Cuando Hamás triunfa en las elecciones de 2006 ya se había detenido el proceso de paz, y la población palestina veía claramente que lo que avanzaba era la colonización. Más colonias, más expropiaciones de tierra, más represión. ¿Quién había apostado totalmente por el proceso de paz? Al Fatah y la Autoridad Nacional Palestina. Y quedaron señalados como ineficaces. Ahí es donde surge Hamás con mucha fuerza.

También por la tolerancia del gobierno israelí, al que le interesa que Hamás crezca, porque es un modo de debilitar al movimiento clásico de liberación de Palestina, que es laico y nunca ha tenido la bandera religiosa. ¿Por qué les interesa esto? Porque saben que en Occidente decir movimiento islamista provoca rechazo. Y hay razones de sobra para ello. Pero decir movimiento de liberación nacional no, porque sabemos que está acorde con los derechos humanos y los derechos de los pueblos.

La lucha del pueblo palestino tiene muchas décadas de historia. ¿En ella no han sido clave corrientes progresistas y de izquierdas?

Teresa Aranguren es una gran conocedora de Palestina, con una larguísima experiencia cubriendo conflictos armados por todo el mundo

Hay una estrategia de comunicación que consiste en ocultar la realidad palestina. Y una de las formas es negar su memoria, su historia. La resistencia palestina frente al proyecto sionista, que los expulsaba de su tierra, no es algo que aparezca ahora, ni muchísimo menos.

Afortunadamente, no ha tenido éxito total. Cada vez se desmorona más esa percepción de que los palestinos eran un pueblo primitivo medio salvaje y que los pobres sionistas se encontraron ahí con una gente agresiva. Es totalmente falso, fue precisamente al revés.

En Oriente todo el mundo es consciente de esto, todo árabe sabe muy bien lo que ocurrió en el 47 y el 48, la expulsión de la población palestina, una operación atroz de limpieza étnica.

Hay que recordar que la ONU aprobó una resolución en 1949 en la que se establece el derecho de todos los refugiados palestinos de regresar a sus tierras, recuperar los bienes robados y destruidos. Todo esto no está presente en la opinión pública occidental, está oculto o tergiversado.

Ahora el objetivo de Israel es hacer una nueva limpieza étnica, provocar una salida masiva de refugiados que no podrán volver.

El movimiento nacional palestino siempre ha sido laico

Todavía no hay conciencia de la larga lucha del pueblo de Palestina por no ser aplastado, por seguir existiendo. Es muy importante, en la defensa de los derechos del pueblo palestino, recordar que su lucha no empezó ayer. El movimiento nacional palestino se inscribe en el movimiento nacional árabe, que pretendía la gran nación árabe para liberarse del colonialismo. Siempre ha sido laico, tenía una importantísima presencia de cristianos en la dirección, lo digo para resaltar el carácter multiconfesional de la sociedad palestina, que no es ni muchísimo menos islamista.

Has mencionado a los sindicatos palestinos, esa es una realidad que desconocemos. ¿Cómo es el sindicalismo en Palestina?

El sindicalismo palestino surge de la misma raíz que los países europeos y tiene características muy similares, con el añadido de que todo es diferente bajo ocupación militar. El sindicalismo palestino tiene mucha conciencia de clase, pero sobre ella está la conciencia y la realidad del pueblo sometido a la ocupación militar. Todo está mediatizado, condicionado por esa ocupación del mismo modo que la vida individual de cada palestino. La existencia de los sindicatos siempre ha sido fuerte en Palestina, siempre han sido reivindicativos y siempre ha tenido una clara conciencia de clase.

Has hablado muchas veces de la dignidad y del ejemplo de las mujeres palestinas. ¿Qué papel juegan las mujeres en la lucha del pueblo palestino?

Mujeres en el movimiento de liberación palestina ha habido siempre desde el inicio de la lucha. Por ejemplo en Belén hay una alcaldesa, en Ramala también, mujeres en puestos políticos de importancia. Pero luego en el terreno familiar y social las mujeres han mantenido la capacidad de resistencia del pueblo de Palestina. Eso lo tengo clarísimo.

Por hablar de los momentos más duros, durante el cerco y la entrada del ejército israelí en la ciudad de Yenín en 2002. Pudimos entrar al poco de salir el ejército israelí y era un panorama desolador porque habían destruido cientos de viviendas, habían mantenido bajo toque de queda a la población disparando a todo el que se asomaba a una ventana o intentaba salir por ejemplo a socorrer a un herido. Los hombres estaban con la mirada como alucinada. El único movimiento que había allí era de mujeres, moviéndose entre los escombros, intentando ya desde el primer momento reconstruir la vida. Eran las que tenían esa capacidad.

Es el papel muy sutil de las mujeres, constante, de no renunciar a reconstruir la cotidianidad, no dejarse destruir, Yo las veo siempre así en Palestina, convertidas en baluartes de defensa y de resistencia.

Las mujeres palestinas son baluartes de defensa y de resistencia

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Contra el olvido

Una memoria fotográfica de Palestina antes de la Nakba (1889-1948)

Teresa Aranguren y Sanra Barrilaro

Ediciones del Oriente y del Mediterráneo

Negar la existencia del pueblo de Palestina fue premisa fundamental del movimiento sionista, que pretendió no solo ocultar su existencia sino hasta el recuerdo de que había existido. Pero lo que existe deja huella. Por mucho que se intente borrar, la huella de aquella Palestina que fue, la de aquellas gentes que serían expulsadas de su tierra y sus vidas en 1948, permanece en el hueco que dejó su ausencia. Este libro muestra fotografías que son huellas de aquella existencia que se quiso borrar. No es un ejercicio de nostalgia, sino de afirmación. Con fotografías contra el olvido.

Teresa Aranguren

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