El tarifazo autonómico

Si te estás ahogando, mano al cuello

Las comunidades autonómicas aprueban subidas del 22% en las tasas, servicios públicos y procesos de apremio pese a la crisis. Andalucí­a, una de las comunidades más afectadas por la crisis, es la que más sube.

Las CCAA estiman que la crisis del ladrillo les hará bajar un 20% los ingresos en imuestos indirectos. Sobre todo los que percibían por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y de Actos Jurídicos Documentados.Las burguesías burocráticas de las Comunidades Autonómicas en el poder pretenden compensar lo que bajan por el parón de la construcción endeudando a su comunidad (emitiendo deuda pública) y castigando el bolsillo de los ciudadanos con las subidas de los llamados “impuestos invisibles”, porque se intentan camuflar en los presupuestos autonómicos ante los ojos de los ciudadanos. Son tasas por determinados servicios públicos (como tasas por controles sanitarios, inspecciones, autorizaciones de establecimientos, canon por regulaciones de agua…) y especialmente por el endurecimiento de los procesos de apremio para el cobro de impuestos pendientes y el endurecimiento para el cobro de multas.Algunas, como Andalucía, han aprobado subidas de estos “impuestos invisibles”, tasas y los servicios públicos, de hasta el 22%.Andalucía prevé en sus presupuestos un aumento de ingresos del 353% de las tasas de las diferentes agencias administrativas (canon por regulación y tarifa del agua, por inspecciones sanitarias, por recargos y multas…).La Comunidad Valenciana pretende aumentar un 11% la recaudación por tasas. Destaca el endurecimiento del cobro de impuestos y multas pendientes, capítulo en el que pretende recaudar seis veces más que en el ejercicio anterior, 10 millones de euros frente a los 1,7 de 2008.Son ejemplos extensibles a todas las Comunidades que han presupuestado, en definitiva, subidas muy superiores al IPC; poniendo de manifiesto que la mayor preocupación de las castas políticas que gobiernan, independientemente del color del partido, es el mantenimiento de sus propios intereses. Aunque para eso haya que exprimir hasta el último euro de los ciudadanos.Nuestra clase política es ejemplar aplicando el principio de cuanta más crisis más mano dura para cobrar a la población. O lo que es lo mismo, si te estás ahogando, el mejor salvavidas es la “mano al cuello”, cuanto antes mejor.

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