Si son ciruelos ¿cómo van a dar manzanas?

El desgaste del gobierno or la gestión de la crisis económica, claramente expresado en ese suspenso (3,12) de las encuestas, ha terminado por provocar el cambio de gobierno de Zapatero apenas un año después de constituido. Según el propio Zapatero el nuevo gobierno, con “más peso político” que el anterior, se constituye para dar prioridad a la economía, acelerar la superación de la recesión y poner bases para un nuevo modelo de crecimiento. Sin embargo ni la trayectoria anterior ni los primeros movimientos de los nuevos ministros parece que vayan a aportar el impulso y las ideas capaces de lograr los objetivos que el propio Zapatero les habría propuesto. Los tres vicepresidentes (De la Vega, Chavez y Elena Salgado) son una recuperación de la vieja guardia felipista. El propio Zapatero, José Blanco y Manuel Chaves (secretario general, presidente y ex responsable de organización) son los máximos representantes del aparato del partido socialista. Una combinación (vieja guardia y aparato del partido) que parece destinada más a recuperar el desgaste al que la crisis está sometiendo al gobierno, incluyendo apoyos de los catalanes –ERC e IU-ICV-, que a ofrecer otras alternativas para hacer frente a la crisis. Chaves para acabar de pactar la financiación autonómica (con Cataluña sobre todo) y limar relaciones entre las autonomías. José Blanco, como ministro de Fomento, para acelerar obras públicas, especialmente los proyectos del AVE en marcha a la Comunidad Valenciana, Galicia y la Y vasca. Elena Salgado, ministra de Economía, para seguir la política re rescate bancario y parches sociales de Zapatero, para la que Solbers estaba ya completamente quemado. Son los cambios más significativos de Zapatero y aportan ¡más de lo mismo! Vieja guardia, viejas recetas.