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Sharp anunció, como muestra de su compromiso de «continuidad» en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), que empezaría a producir un nuevo modelo de televisores a partir de octubre. Este nuevo modelo sólo dará trabajo a un tercio de los 536 empleados, puesto que está previsto que haya una demanda de fabricación de 900 televisores diarios, lejos de los 3.000 de hace tres años.
Desde que en 2002 se uso en marcha la primera producción de la tecnología TV LCD en Barcelona hasta hoy, más de 1,5 millones de TV LCD se han producido en la fábrica española de Sharp para el mercado Europeo. Ya llevaban más de 15 años produciendo televisores en color. Después de producir ocho millones de televisores hasta 2001, apareció la LCD y en 2004 ya pasaron a ser el único producto de la casa. El ERE de la multinacional japonesa, a la espera de su aprobación esta semana por la Autoritat Laboral de la Generalitat, pretendía, durante 6 meses, aplicar una suspensión de un máximo de 165 días, afectando a 490 de los 536 trabajadores. La plantilla ha conseguido, a parte de concesiones de la empresa en las condiciones iniciales del ERE, una unión que hacía tiempo que no se veía, según nos ha declarado Josep Milà (trabajador de Sharp, miembro de la Federació de Treballadors de Catalunya i la Alternativa Intersindical de Catalunya), que nos ha desvelado algunas de las claves y posibles salidas al conflicto. Resultados Las movilizaciones en la empresa son diarias y se celebran asambleas donde se informa de novedades. Después de las concentraciones en la Plaça Sant Jaume y en el consulado Japonés, las entrevistas con el Tripartito y con el cónsul japonés, el comité de empresa ha presentado, frente al ERE, un contrainforme que ha complicado su aprobación por la Autoridad Laboral. El pasado viernes 9 de octubre las negociaciones se rompieron. Sharp ha presentado, como suyas, como afirma Josep, “reivindicaciones nuestras, como la complementación del salario hasta el 80%, bajar los días de ERE de 165 días a 120, que no afecte a más de un miembro de la misma unidad familiar o que no se haga efectivo el ere los días de vacaciones, entre otras”. ¿Se irán?La reivindicación primera de los trabajadores es un plan Industrial y medidas sociales para los afectados. Aunque la empresa ha insistido en que esto no es el primer paso para irse de Sant Cugat ("nos lo tenemos que creer, lo han asegurado hasta en la prensa", afirma Josep), lo cierto es que han trasladado parte de la producción actual a Polonia. Allí se están ensamblando televisores enteros cuando la empresa aseguraba que sólo producían pantallas. Se corre el riesgo, como ha ocurrido en otros casos como el de Wrigley en Tarazona que recientemente hemos tratado en estas mismas páginas, que acaben con el “donde dije digo, digo Diego”. La mezcla de producir para unos pocos mercados del primer y segundo mundo y que la propiedad esté en manos de grupos financieros cuya prioridad no sea crear riqueza y empleo para el país y la humanidad no ofrece muchas garantías.Una salida fotovoltáicaEn cualquier caso, la mejor alternativa a ensamblar televisores, nos dice Josep, es “la energía fotovoltáica, en la que Sharp es puntera a nivel internacional. Nosotros podemos dar ideas a la multinacional, pero ellos lo miran desde su beneficio. Y aquí tuvimos la mala suerte de que en septiembre de 2008 se aprobó una legislación que empeoraba las condiciones para la instalación de energía fotovoltáica. Se frenó a países que la iban a impulsar en Europa, como Japón. Tres empresas quebraron y nosotros no podemos montarlo. Diez Mil personas están pendientes de que se modifique. Fue una presión de las eléctricas para defender su monopolio del mercado eléctrico. En este tema somos una potencia y esperamos que se modifique”. Que devuelvan las ayudas Ante los EREs de las multinacionales son impresicindibles medidas para que devuelvan las ayudas o paguen con cesión de tecnología su marcha. Aparte del daño que producen, estas multinacionales vuelven a recibir ayudas allí donde se vuelven a implantar. “Yo he estado en la planta de Polonia. Han hecho un macropolígono, en poco espacio tienen el parque de proveedores, la logística, todo, gracias a concesiones del gobierno polaco como pasó aquí con el plan ZUR (Zona d’Urgent Reindustrializació) hace unos 15 o 18 años. Se crearon una sería de polígonos con ventajas, rebajas o ayudas, a empresas como Sharp o Deuschte Bank que se establecieron. La cuestión urbanística la controlaba el Ministerio de Fomento y era tutelada por la Generalitat. Si se van, que devuelvan lo que ha propiciado que se implanten”