Por el cambio "de verdad"

¡Si, se puede! VOTA UPyD

Las elecciones de este 1 de Marzo en el Paí­s Vasco y Galicia van a ser las primeras elecciones desde el estallido de la crisis, y cuando ésta ya descarga sus golpes contra las espaldas de trabajadores y pequeña empresa. Y la cuestión principal es: ¿Qué opción polí­tica debemos apoyar para conseguir una salida a la crisis en beneficio de las clases populares y no de los que nos sangran?

Porque ¡Si, se uede! ¿Acaso no se ha desayunado hoy todo el planeta con la noticia de que los presupuestos de Obama proponen que la crisis la paguen los que más ganan y se redistribuyan las rentas en beneficio de la mayoría? Los escándalos de los multimillonarios sueldos de los ejecutivos de Wall Street y sus fabulosas ganancias, han obtenido como respuesta del presidente de los EEUU que “los ricos pagarán más”. Se alivia la carga impositiva del norteamericano medio y todos tendrán cobertura sanitaria financiada con la subida de impuestos a los que más tienen. En los EEUU de Obama, ha dicho, habrá “una prosperidad compartida”. ¿Si hasta en la cabeza del capitalismo mundial se propone la redistribución de las rentas, quién dice que no es posible hacerlo? Pero emprender un plan de tamañas características en nuestro país presenta algunos problemas previos que en estas elecciones se pueden empezar a transformar. Problemas que pueden concentrarse en dos. El primero, que no es posible emprender esta “revolución redistributiva” sin fortalecer la unidad, igualdad y solidaridad en el conjunto de España. El segundo, que no será posible transformación alguna, sin una auténtica Regeneración Democrática de la vida política y las instituciones. Porque tras el debate sobre la ampliación de competencias que tanto preocupa a la mayoría de candidatos, el verdadero dilema es “quién se lleva la caja”.Los aparatos burocráticos que han nacido al calor de la división autonómica, precisan de una cobertura ideológica que ha de hacer de la división su seña de identidad. La resultante práctica la pagamos todos, mientras los que ejercen como auténticas “burguesías burocráticas regionales” multiplican por doquier gastos superfluos y corruptelas para blindarse en el poder. En Galicia, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se gasta cuatro millones de euros en mobiliario para las salas de reuniones de su gobierno –cada silla de Touriñoes el salario mínimo mensual de muchos gallegos-. Su aliado y vicepresidente, Anxo Quintana, exhibe sus amistades peligrosas con uno de los empresarios del pelotazo inmobiliario en Galicia. Y ayer mismo, los manifestantes de El Ferrol, denunciaban que el actual gobierno gallego sigue la misma política de desmantelamiento industrial de su predecesor. En el otro extremo de la cornisa, Ibarretxe y su tripartito –con la vergonzante colaboración de IU– hace propaganda de tener una mejor situación para afrontar la crisis que el resto de España. Ocultando que si tiene la “caja llena” es gracias a un concierto económico privilegiado, financiado por todos los españoles y obtenido mediante el chantaje político –y de las pistolas-. Ventaja que su gobierno destina a financiar y dar lustre a sus delirios de independencia; ¿cuánto han costado sus planes soberanistas en horas de trabajo, abogados, viajes, recursos, propaganda…? ¿Quién paga este dispendio? Y en cuanto a sus capacidades de gestor, ahí están los escándalos de corrupción del Guggenheim o de la Diputación de Guipúzcoa, rápidamente ocultados y que han supuesto otros tantos millones de las arcas públicas. ¿Cuánto nos cuesta a todos la artificial división de la que tan suculento partido sacan unos pocos? Porque mientras esto sucede y los presupuestos de las Autonomías se dilapidan en lugar de dedicarse a la inversión productiva o la mejora de las coberturas sociales, bancos y monopolios nos exprimen para seguir manteniendo sus multimillonarias ganancias a costa de nuestros bolsillos –ayer mismo Endesa y Telefónica publicaban sus beneficios de 2008 de 15.000 millones de euros-. Las cifras del paro crecen a un ritmo desenfrenado –en Galicia hay ya más de 200 mil parados, en el País Vasco se han superado los 110 mil y el paro aumenta a un ritmo del 9,4% muy superior al 6,35% de la media nacional-. El gobierno nos endeuda con 250 mil millones en rescate a la banca y la pequeña empresa no puede acceder a créditos. La crisis hace que se vuelva aún más urgente la necesaria Regeneración Democrática para sanear esta agusanada vida política. Romper con la partitocracia que, financiada por los grandes bancos y monopolios, controla los grandes partidos en el poder central o regional. Obligar a la transparencia democrática en finanzas y cargos públicos. Y hacer que los elegidos respondan ante sus electores. Estas son medidas imprescindibles para poner los recursos del país al servicio de una salida favorable a la crisis para las clases populares. Salida a la crisis que ha de pasar en primer lugar por la reducción drástica de todos los gastos superfluos de las administraciones (desde el Estado hasta el último Ayuntamiento) utilizando sus inmensos recursos en la creación de riqueza y empleo. Con una tolerancia cero a los casos de corrupción o nepotismo que roban el dinero de todos. Y emprendiendo una audaz redistribución de las rentas que haga que la crisis la paguen los que más han acumulado en todos estos años y suba el nivel de vida de trabajadores y pequeños empresarios. Volviendo al principio, ¿Quién dice que no se puede, si hasta Obama se atreve a proponer la redistribución de la riqueza en los mismísimos EEUU? Rosa Díez y UPyD han hecho suyas la bandera de la igualdad y solidaridad entre todos los ciudadanos españoles y la bandera de la regeneración democrática. Sin ambas no será posible dar una respuesta a la crisis que beneficie a las clases populares. Rosa Díez y UPyD no mantienen oscuras fidelidades financieras hacia grandes bancos y monopolios y predican con el ejemplo responder de sus compromisos ante los ciudadanos. Rosa Díez y muchos de los miembros de UPyD se han destacado en la defensa de las libertades colectivas poniendo en juego la suya propia y enfrentándose valientemente al fascismo reinante en Euskadi que amordaza a los no nacionalistas. Y es por esto, por lo que todos hemos de votar las candidaturas de UPyD a los parlamentos vasco y gallego. Abriendo una brecha en el corrupto modelo político que nos ha conducido hasta aquí. Para que pueda iniciarse el cambio democrático imprescindible.Por el cambio “de verdad”. Y como Rosa-Obama demostró en las pasadas elecciones generales, ¡Si, se Puede! El 1 de marzo ¡VOTA UPyD!

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