Educación

«Si no quieres caldo, toma chocolate… aguado»

No hace ni seis dí­a que el Supremo dio una lección pedagógica importante al Gobierno, después de haberle dado una satisfacción con la demanda que fue rechazada respecto a la objeción de conciencia de Educación de la Ciudadaní­a. El Ejecutivo habí­a diseñado una especie de «curso puente» para aquellos alumnos que suspendieran tres o cuatro asignaturas en 1º de bachillerato, pudieran cursar un año estudiando además otras tantas de 2º. Aunque la decisión del Supremo es legal – pues contradice la LOE, que establece que solo puede pasarse con un mí­nimo de dos suspensos o repetir el año -, la enseñanza es de moraleja:

Aunque los que más han saltado a la alestra a recitar la caterva de críticas son el PP y la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza, el contenido no deja de ser coincidente aunque aparentemente opuesto; “facilismo” y “contrario a la cultura del esfuerzo.José Antonio Martínez, presidente de la federación mayoritaria de directivos de institutos públicos, afirma que la ley del 2006 fue “una ocasión perdida para haber hecho un Bachillerato en condiciones; una etapa educativa de dos años no tiene consistencia”… ni fondo.Pero la solución no puede ser un apaño que, en definitiva, y dado los pocos medios de los que disponen los institutos, se acaba convirtiendo en un pequeño salto mortal para saltarse la propia ley en los hechos.Lo que parecía una decisión de firmeza imbuida en una ley que no atiende, ni resuelve el fracaso escolar más que con medidas adicionales de parcheo. Se desdijo tres meses después cuando el Gobierno hizo suya una propuesta de la UGT.Cada año el 31% de los alumnos – el doble que en la UE – no acaba la ESO, y el 23% repite algún curso de Bachillerato. Este “curso puente” pretendía ser una solución, pero si la sabiduría popular nos enseña que “si no quieres caldo, toma dos tazas” no se puede pretender aplicar “si no quieres caldo, toma chocolate aguado”.Aparte de la moraleja, lo que no debe despistar son los entresijos de la prensa rosa educativa. Porque lo que está en juego es una reforma educativa que aborde los problemas de nuestro sistema educativo estructuralmente, y dejar los remiendos para la costura.Sobre todo cuando hasta los propios partidarios del “curso puente” reconocían la dificultad de aplicar el apaño. Dicho sintéticamente: asignaturas optativas, en tres modalidades de Bachillerato, unas para repetir de primero, otras para adelantar de segundo, unas coinciden con las del compañero de al lado, otras con los de la primera fila, y otros simplemente pasaban por allí y decidieron estudiar algo mientras les llamaban del INEM.

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