Redistribución de las escalas salariales (1)

¡Sí­ se puede!

El primer punto de nuestro programa para las elecciones europeas y para nuestra alternativa a la crisis consiste en establecer una escala salarial del 1 al 10: que nadie cobre por debajo de los 1.000 euros al mes, pero que nadie cobre tampoco más de 10.000 euros mensuales. Su aplicación supone, en primer lugar, una redistribución interna de los salarios. Para que todos los trabajadores ocupados cobren ese salario mí­nimo de 1.000 euros, basta con aplicar el tope salarial máximo de los 10.000 euros mensuales a la categorí­a superior, ultraprivilegiada, de los asalariados, que apenas son un 0,2% de la población activa española.

En nuestra ropuesta de programa para las elecciones europeas, que en realidad es un auténtico programa de alternativa para dar una salida a la crisis de acuerdo con los intereses populares, cada uno de los 10 puntos que lo componen constituye una “caja cerrada”. Esto quiere decir que cada uno de ellos está planteado desde el punto de vista de que de él salga lo necesario para que se produzca una redistribución y un ahorro para la inversión en ese capítulo específico. En el primer punto del programa que propone una nueva escala salarial del 1 al 10 (nadie menos de 1.000 euros al mes, nadie más de 10.000), lo que se plantea, en consecuencia, es cómo de los recortes y reajustes de las escalas salariales actuales más altas puede salir lo necesario para que ningún trabajador en activo –pues de este capítulo quedarían fuera, por ejemplo, los pensionistas, cuyos aumentos salariales vendrían de los capítulos de reforma fiscal progresiva y ahorro en las cuentas del Estado– cobre menos de 1.000 euros mensuales y cuánto ahorro, sin alterar la masa salarial total que pagan las empresas españolas actualmente, se puede producir para invertir en nuevos salarios. Redistribución interna Aplicar una escala salarial del 1 al 10 supone, en primer lugar, una redistribución interna de los salarios. Para que todos los trabajadores cobren un salario mínimo mensual de 1.000 euros, basta con aplicar el tope salarial máximo de los 10.000 euros mensuales a la categoría superior, ultraprivilegiada, de los asalariados, que apenas son un 0,2% de la población activa española. Con esa limitación de la escala salarial por arriba, no sólo daría para cubrir el sueldo mínimo de los 1.000 euros mensuales, sino que aún sobraría una cantidad importante de ahorro para invertir en nuevos salarios. La clave para esta redistribución está en ajustar al máximo a esa categoría de ultraprivilegiados, que están ocultos en las estadísticas y la cifras oficiales, pero que podemos cifrar, en una primera aproximación –que parte de un supuesto lo suficientemente creíble y confiable– en alrededor de 40.000 personas. La limitación de esas 40.000 personas a un tope salarial máximo de 10.000 euros mensuales, no sólo cubriría a los más de 2 millones de trabajadores que cobran menos de 1.000 euros, sino que generaría un ahorro anual de 3.288 millones anuales para invertir en nuevos salarios. Los datos y la realidad De acuerdo con los datos de la Agencia tributaria, lo declarado por las empresas del país como remuneración a sus asalariados en el año 2007, último año del que existen datos completos, fue la que refleja el cuadro adjunto. Todo el mundo sabe, o sospecha, que además de éstas, existen otras retribuciones, bien sea en dinero negro bien en forma de “especies” que aumentan su volumen según se sube en la escala salarial, pero para nuestra investigación vamos a partir única y exclusivamente de lo objetivo, los datos estadísticamente comprobados y comprobables. Es importante señalar, en primer lugar y para aclarar los conceptos de la misma tabla de la Agencia tributaria que viene adjunta, que en los tramos 13 y 12 de lo que estamos hablando, en realidad, es de subempleo, parados o paro encubierto que afectaba en el año 2007 a más de 5 millones de trabajadores. Es decir, personas que están desempleadas, que trabajan los fines de semana, a tiempo parcial, unas horas al día, a la semana, al mes, etc. La alternativa para estos dos tramos no es por lo tanto una redistribución de la escala salarial sino una política de creación de empleo. Partimos de que es gente que, en su mayoría, quisiera trabajar a tiempo completo –y mucho más en una época de crisis como la actual– pero no encuentra dónde hacerlo. ¿Cómo redistribuir esta escala salarial? Lo primero que hay que hacer es dirigirse al tramo superior, el 1, el único que según los datos de Hacienda supera como media los 10.000 euros mensuales que hemos fijado como tope de las 10 categorías de la escala salarial. Pero, ¿hay una distribución homogénea de la masa salarial que cobra este tramo entre sus 193 mil integrantes? Los datos oficiales no especifican ninguna subdivisión más. Sin embargo, sabemos por datos fragmentarios que aparecen en los balances anuales de los grandes monopolios que algunos de sus más altos directivos (los Botín, Francisco González, Ignacio Sánchez Galán, Cesar Alierta, Alfredo Sáenz, Alicia Koplowitz, Florentino Pérez,…) cobran por encima de los 5, 10, 15 y hasta 20 millones de euros anuales en distintos conceptos salariales (salarios, bonus, primas, incentivos, stock options, fondos de pensión,…) Para que la masa salarial total de este tramo dé una media de 129.852 euros anuales es imprescindible que la inmensa mayoría de ellos cobren un sueldo anual que esté en el límite inferior de ese tramo, que Hacienda fija en 10 veces el Salario Mínimo Interprofesional de 2007, es decir, 79.884 euros al año o 6.657 euros al mes. De lo contrario, la media anual sería muchísimo más elevada al agregarse en esta categoría gente que sabemos, por los mismo datos que ellos ofrecen, que están cobrando salarios de medio, uno o dos millones de euros al mes. Partamos, pues, del supuesto de que el 80% de los asalariados de ese tramo (155.036 personas) cobran el límite inferior. ¿Cuánto cobra entonces el 20% restante, es decir, las otras 38.759 personas? Puesto que la masa salarial total anual que se reparte este tramo superior es de 25.164 millones de euros, la parte que recibe el 80% de su escala inferior es de 12.384 millones de euros. Quedando en consecuencia 12.780 millones de euros para repartir en la escala superior. Lo que significa que cada uno de los 38.759 ultraprivilegiados de la escala salarial (un 0,2% de la población activa española y un 0,083% de la población residente en España) cobran de media 329.729 euros anuales, 27.477 euros al mes. Aplicándole a cada uno de ellos el tope máximo de la escala salarial de 10.000 euros mensuales que hemos fijado, habría que recortarles 17.477 euros de su salario mensual, un recorte sobre el salario medio de los hiperprivilegiados del 63,6%. Lo que nos daría una primera fuente de redistribución de más de 677 millones de euros al mes, 8.128 millones al año. Sólo con eso daría sobradamente para que los 2 millones 492 mil trabajadores cuyo salario no llega a los 1.000 euros pasaran a cobrar automáticamente ese salario mensual. Los 2,5 millones de trabajadores a tiempo completo del tramo 11 que cobran como media 838 euros al mes, sólo necesitan una redistribución de la masa salarial total de 403 millones de euros al mes para llegar al sueldo mínimo de los 1.000 euros. Lo que significaría para ellos, como media, una subida automática del 19,3% de su salario. Y aún nos sobrarían 274 millones de euros cada mes, es decir 3.288 millones al año. Pero, ¿debemos detenernos ahí? Mañana daremos respuesta.

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