Unos de los crí­menes por los que se llenan los depósitos de nuestros vehí­culos.

Shell, corrupción, contaminación y asesinatos.

El proceso tendrá lugar en un tribunal de Nueva York y se prevé que de comienzo el 26 de mayo. La demanda proviene de dos juicios en los que acusan a Royal Dutch Petroleum Co. y al antiguo director de su subsidiaria nigeriana, Shell Transport & Trading PLC, de ser cómplices en las decisiones tomadas por el gobierno de Nigeria, de ahorcar a los oponentes a la industria petrolera, incluido el dramaturgo y activista, Ken Saro Wiwa. Los habitantes de la zona, en la que opera la Royal Dutch Shell son ví­ctimas de violentas persecuciones, por las que ahora piden responsabilidades.

“En cierto modo, ya tenemos la victoria, orque una de las cosas que mi padre dijo es que Shell un día sería llevada a los tribunales”, declaró Saro Wiwa hijo en una entrevista. “Sentíamos que habían eludido su responsabilidad por lo que pasó en Nigeria, así que queríamos cumplir esa predicción”. Su padre y otros se unieron para formar el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni, en 1990, demandando más control local sobre la riqueza generada por el petróleo y miles de millones de dólares en compensación por las décadas de polución que Shell ha causado en su tierra. Su “juicio” y ejecución fueron condenados internacionalmente. “Sentimos que sus huellas (Shell Transport & Trading PLC ) están por todas partes, en las torturas, los asesinatos, las ejecuciones extrajudiciales de los ogoni, entre 1993 y 1996”, declara Saro Wiwa. “Ellos pagaron por apoyo logístico a los soldados que estuvieron implicados en los abusos de derechos humanos contra el pueblo ogoni. Ellos lo facilitaron y les dieron apoyo”. La demanda sostiene que la compañía trató de sobornar a dos testigos en su juicio para que testimoniaran en su contra. Testigos contra los que la policía militar disparó en el delta del Níger, principalmente para proteger la construcción del oleoducto de Shell, sostendrán que esta empresa fue cómplice de actos de violencia debido a que pagó a la policía para que protegiera sus intereses. Cerca de tres lustros después la situación no ha cambiado en nada para la población en general de Nigeria. Solo el tiempo ha afectado a la contaminación y que si antes los intereses imperialistas eran defendidos por un “gobierno” militar, ahora en la “democracia” es la policía la que hace el trabajo sucio de las transnacionales imperialistas. Hoy, la región petrolífera del delta del Níger, está asolada por intensa violencia y corrupción. La Policial Nigeriana es considerada por muchos como uno de los sistemas policiales más corruptos del mundo. El soborno, el uso de la fuerza brutal de los sospechosos y, a veces, matando a los sospechosos sin juicio es la imagen más común que el pueblo nigeriano tiene de su policía. En 2007, el Inspector General de Policía Sr. Sunday Ehindero anunció que más de 10.000 oficiales serían despedidos en un intento de erradicar la corrupción policial. Su predecesor, el Sr. TAFA Balogun, que más tarde fue condenado por acusaciones de corrupción, empleo a miles de personas con antecedentes penales a los que convirtió en funcionarios. Funcionarios y altos cargos siempre dispuestos ha hacerles la vida muy cómoda a los que se sienten dueños de Nigeria y del mundo, las empresas imperialistas, la petrolera Sell en este caso.

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