Separando resultados electorales en EEUU

«Es casi una orden del pueblo de los Estados Unidos para descartar los avances de los últimos dos años y comenzar de nuevo. Obama dio en el blanco cuando dijo que los votantes aúllan de frustración por la lentitud de la recuperación económica y la creación de empleo. Por coger su metáfora del automóvil en marcha, los votantes arrojaron las llaves a los republicanos y les han dicho que conduzcan durante un tiempo, pero no han dado casi ninguna indicación de en qué dirección hay que conducir.»

La victoria reublicana fue impresionante y definitiva, aunque los votantes que lo hicieron posible se repartieron casi de manera uniforme por todo el electorado. La victoria fue construida en gran medida por la alta participación de hombres mayores blancos de clase trabajadora, la mayoría en el sur o en el deprimido medio oeste. A los candidatos demócratas les fue mejor entre los votantes menores de 30 años, las minorías, los habitantes de la ciudad, y los que viven en costas Este u Oeste. Pero las mujeres esencialmente dividieron su voto entre los partidos – y eso es un gran desafío para los demócratas (THE NEW YORK TIMES) THE WASHINGTON POST.- Usted conoce cómo las historias de los "demócratas en el caos" están surgiendo, y también lo saben los estrategas del partido. Así que tres de ellos lanzaron un ataque preventivo esta mañana con un memo en el sitio Web El estratega demócrata esperanzadoramente titulado "Unidad de los Demócratas tras las elecciones." En él van directos a la cuestión desde el principio. En las próximas semanas es seguro que dos cosas se van a producir: Los demócratas participarán en un debate robusto y a menudo amargo acerca de las lecciones estratégicas de las elecciones. Los medios de comunicación se basarán en una narrativa de "demócratas en el caos" que tendrá importantes consecuencias negativas para la moral, la movilización y la imagen pública de los demócratas. THE WALL STREET JOURNAL.- Un día antes de que la Reserva Federal anuncie un plan para estimular el débil crecimiento de la economía estadounidense, los bancos centrales en otras partes del mundo caminaron en la dirección opuesta y subieron las tasas de interés para impedir el sobrecalentamiento de sus economías. India y Australia aumentaron las tasas el martes para combatir presiones inflacionarias y el banco central de China indicó que podría volver a elevar las tasas. Las medidas dejan al desnudo la brecha que se está abriendo entre las economías de bajo crecimiento, como EE.UU., y la robustez de los mercados emergentes. EEUU. The New York Times Separando resultados electorales La elección del martes ha sido de hecho una "paliza" para los demócratas, como el presidente Obama admitió después de una larga noche de malas noticias. Es casi una orden del pueblo de los Estados Unidos para descartar los avances de los últimos dos años y comenzar de nuevo. Obama dio en el blanco cuando dijo que los votantes aúllan de frustración por la lentitud de la recuperación económica y la creación de empleo. Por coger su metáfora del automóvil en marcha, los votantes arrojaron las llaves a los republicanos y les han dicho que conduzcan durante un tiempo, pero no han dado casi ninguna indicación de en qué dirección hay que conducir. Los líderes republicanos, que se harán cargo de la Cámara y tienen una minoría más grande en el Senado, dicen que han escuchado al pueblo de Estados Unidos pedir la derogación de la "monstruosidad" de la reforma de salud, en palabras del probable presidente de la Cámara, John Boehner. De hecho, el pueblo estadounidense no dijo tal cosa. En las encuestas a los votantes el martes, sólo el 18 por ciento dijo que la salud sea un tema principal de la nación. Mientras que el 48 por ciento de los votantes dijeron que querían derogar la ley de atención de salud, el 47 por ciento dijo querer mantenerla en la forma en que está o ampliarla – casi un estruendoso empate. El "fuerte mensaje " para recortar el gasto citado por el Sr. Boehner fue en realidad mucho más moderado. Las encuestas mostraron que el 39 por ciento de los votantes dicen que la reducción del déficit debe ser la máxima prioridad del Congreso, pero un número estadísticamente igual, el 37 por ciento, prefiere gastar el dinero para crear puestos de trabajo. Por lo menos un tercio de los que quieren gastar dinero para crear puestos de trabajo eran republicanos. Más votantes culpan (correctamente) al presidente George W. Bush de los problemas económicos que al presidente Obama, y aún más culpan (también correctamente) a Wall Street. La victoria republicana fue impresionante y definitiva, aunque los votantes que lo hicieron posible se repartieron casi de manera uniforme por todo el electorado. La victoria fue construida en gran medida por la alta participación de hombres mayores blancos de clase trabajadora, la mayoría en el sur o en el deprimido medio oeste. A los candidatos demócratas les fue mejor entre los votantes menores de 30 años, las minorías, los habitantes de la ciudad, y los que viven en costas Este u Oeste. Pero las mujeres esencialmente dividieron su voto entre los partidos – y eso es un gran desafío para los demócratas, para los que tampoco resultaron decisivos sus votantes entre los jóvenes y las minorías. Los nuevos cargos públicos republicanos tendrán que abordar rápidamente el dolor económico y el temor expresado por los votantes que acudieron a ellos en señal de frustración. Pero no hace ningún bien a esos votantes decirles que la respuesta es tan simple como recortar discrecionalmente el gasto público. Es hora de mostrar cómo los recortes crearán puestos de trabajo y de especificar cuáles serán – y de qué manera piensan reducir el déficit al mismo tiempo que preservan los recortes de impuestos de la era Bush. Obama ofreció algunas ideas específicas. Extensión del seguro de desempleo. Ampliación de las reducciones de impuestos para la clase media. Proporcionar incentivos fiscales para las empresas que están invirtiendo en investigación y desarrollo en EEUU. Propuso encontrar un terreno común sobre política energética, desarrollo de los recursos nacionales de gas natural y fomento de los coches eléctricos (…) Y reconoció que podía haber hecho más para cambiar e secretismo y el juego sucio de Washington, y haber estado en contacto más estrecho con las personas que sufren la recesión. La cuestión es cómo actuarán los republicanos. Durante dos años, se han negado a cooperar en cualquiera de esas ideas, simplemente para negar a Obama una victoria política y tratar de reducir sus posibilidades de reelección. Si se toman en serio la aceptación del mandato del martes, se acercarán al gobierno y no simplemente como postura. THE NEW YORK TIMES. 4-11-2010 EEUU. The Washington Post Los demócratas en el caos y las predicciones de los expertos Usted conoce cómo las historias de los "demócratas en el caos" están surgiendo, y también lo saben los estrategas del partido. Así que tres de ellos lanzaron un ataque preventivo esta mañana con un memo en el sitio Web El estratega demócrata esperanzadoramente titulado "Unidad de los Demócratas tras las elecciones." En él van directos a la cuestión desde el principio. En las próximas semanas es seguro que dos cosas se van a producir: • Los demócratas participarán en un debate robusto y a menudo amargo acerca de las lecciones estratégicas de las elecciones. • Los medios de comunicación se basarán en una narrativa de "demócratas en el caos" que tendrá importantes consecuencias negativas para la moral, la movilización y la imagen pública de los demócratas. El problema es especialmente grave en esta ocasión porque los demócratas se enfrentan ahora a un Partido Republicano aún más extremo y radicalizado del que surgió después de las elecciones de mitad de período de 1994 … Durante este período crítico, la narración y la percepción de los "demócratas en el caos" debilitará significativamente la capacidad de los demócratas para resistir este asalto. Como resultado de ello, es urgente que los demócratas traten en serio de ponerse de acuerdo sobre ciertos puntos básicos acerca de cómo mantener el máximo grado de unidad y cohesión como una coalición política, sin dejar de participar en un debate interno robusto sobre el significado y las lecciones de la elección . Eso será más fácil de decir que de hacer, por supuesto, pero los autores de la nota, Ed Kilgore, Jamoes Vega y JP Green, ofrecen unas maravillosas Notas que resumen la mayoría de los principales argumentos que se escucharán en las próximas semanas. A saber: Sobre el tema central de la función de Obama, la gran mayoría de estos análisis se dividen en una de las siguientes seis categorías: 1. Obama, básicamente, va tan bien como es posible de manera realista en estas circunstancias – su impopularidad es un inevitable efecto secundario de su empeño en aprobar una legislación controvertida en un entorno económico adverso. 2. Obama ha cometido errores sustanciales en diversos temas, pero en general todavía merece apoyo. 3. Obama adoptó una agenda demasiado radical. Tendría que haber adoptado unas posiciones centristas más moderadas de las que eligió. 4. Obama permitió ser caricaturizado como más radical de lo que él y sus programas son en realidad. Tiene que revisar a fondo su retórica y su comportamiento. 5. Obama es demasiado prudente y tímido en adoptar un programa progresista coherente. De hecho tenía que haber tomado una postura mucho más enérgica y radical, en una serie de ámbitos diferentes, en particular la economía. 6. Obama se dejó arrastrar por la permanente cultura de la corrupción de Washington, una cultura que comprende no sólo la Casa Blanca, sino el Congreso y todo el sistema político. Los demócratas no pueden lograr un cambio significativo, sin reformar fundamentalmente todo el sistema. Sea cual sea su elección entre los seis apartados anteriores, los analistas también afirman que otras cinco cuestiones concretas también han afectado profundamente al resultado electoral (1) factores "estructurales" como la inclinación normal, demográficamente más conservadora de los votantes de las elecciones a mitad de mandato y el número inusual de Demócratas, que se se presentaban a la reelección en distritos básicamente republicano (2) la mala situación de la economía (3) la excepcional percepción negativa de gran parte de los sobre el proyecto de ley de reforma sanitaria (4) el enorme papel partidista y sin precedentes de la Fox y los medios de comunicación de la derecha y (5) el aumento masivo de las contribuciones secretas de campaña. Así que ahora que los tres estrategas demócratas han resumido todos los argumentos, las partes interesadas –incluyendo los lectores de blogs y periódicos– tendrán ahora una norma para juzgar todos los comentarios en el futuro. Pregúntese: ¿Lo que está escuchando o leyendo realmente añade algo a cualquiera de estas notas? ¿Es original? ¿O sólo sirve a los intereses ideológicos o de facción de la persona que argumenta? Sí, yo trataré de sujetarme a esta norma – y oiré las razones de los lectores cuando no lo haga. THE WASHINGTON POST. 4-11-2010 EEUU. The Wall Street Journal La Fed puede exacerbar la presión sobre las economías emergentes Jon Hilsenrath, Andrew Batson, Subhadip Sircar y Enda Curran Un día antes de que la Reserva Federal anuncie un plan para estimular el débil crecimiento de la economía estadounidense, los bancos centrales en otras partes del mundo caminaron en la dirección opuesta y subieron las tasas de interés para impedir el sobrecalentamiento de sus economías. India y Australia aumentaron las tasas el martes para combatir presiones inflacionarias y el banco central de China indicó que podría volver a elevar las tasas. Las medidas dejan al desnudo la brecha que se está abriendo entre las economías de bajo crecimiento, como EE.UU., y la robustez de los mercados emergentes. La Fed probablemente anuncie hoy la reanudación de un programa para comprar bonos del Tesoro estadounidense y, de este modo, reducir las tasas de interés de largo plazo y estimular el crecimiento. El esfuerzo de la Fed, conocido en la jerga de los economistas como relajamiento cuantitativo, significa que el banco central inyectará cientos de miles de millones de dólares recién emitidos en la economía mundial. El Promedio Industrial Dow Jones subió el martes 64,10 puntos y se ubica en 11.188,72 unidades, muy cerca de alcanzar su máximo nivel en dos años, continuando un repunte que comenzó en agosto, cuando quedó claro que la Fed emprendería nuevos pasos para estimular la economía. El alza bursátil ha ido acompañada de un debilitamiento del dólar. La decisión de la Fed ha generado controversia tanto dentro como fuera de EE.UU. (ver nota relacionada). A las autoridades de muchos países en desarrollo les preocupa la posibilidad de que la política de dinero fácil acabe generando presiones inflacionarias y burbujas de activos en sus economías. "La liquidez se crea aquí pero buena parte de ese dinero termina en otros países como China y Brasil", dice William Rhodes, un asesor de Citigroup en Nueva York. La bifurcación en la trayectoria de las tasas de interés entre los países desarrollados y los mercados emergentes también profundiza las diferencias en la evolución de los tipos de cambio. La inyección de liquidez por parte de la Fed probablemente debilitará al dólar, que acumula una caída de 7,5% desde comienzos de junio frente a una amplia canasta de monedas de los principales socios comerciales de EE.UU. El Banco de Reserva de India incrementó el martes su tasa de referencia de corto plazo en un cuarto de punto porcentual, llevándola a 6,25%. El Banco de Reserva de Australia también subió su tasa de interés en un cuarto de punto porcentual, que dejó en 4,75%. China y Singapur también ajustaron su política monetaria en las últimas semanas. Otros países de la región, como Corea del Sur y Nueva Zelanda, postergaron las alzas de tasas en medio de la incertidumbre respecto a las perspectivas de la economía mundial. Los economistas de J.P Morgan Chase esperan que Asia, excluyendo a Japón, crezca a una tasa anual del 8,8% este año. Australia, uno de los principales beneficiarios del auge asiático, se expandiría a un ritmo de 3,2% anual, gracias en parte a las crecientes ventas de mineral de hierro, carbón y otros minerales a China. EE.UU., en cambio, ha experimentado un crecimiento de apenas 2% en los últimos seis meses y su tasa de interés de corto plazo está casi en cero. La disparidad entre el crecimiento económico y las tasas de interés está generando una presión a la baja sobre el dólar en algunos lugares. La reducción de las tasas en Australia disparó su moneda, el dólar australiano, a su máximo nivel respecto al dólar desde 1983. El banco central de China, que acaba de elevar por primera vez en casi tres años sus tasas de interés, manifestó el martes que sigue preocupado por las presiones inflacionarias en la economía de mayor crecimiento del mundo, un problema que las políticas de dinero fácil de la Fed y otros bancos centrales de países desarrollados, podrían agravar. EE.UU., por su parte, ha insistido en que la mejor forma de combatir estas diferencias en el crecimiento de ambos países es que China permita una apreciación más acelerada del yuan. Estas decisiones se producen antes de la reunión de los líderes del Grupo de los 20, G-20, en Seúl, Corea del Sur, en la cual los problemas cambiarios probablemente se abordarán aunque no está claro si algunas de las partes va a lograr algún avance sustancial. THE WALL STREET JOURNAL. 211-2010

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