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Primer Festival de Cine y Ficción para Televisión, es el subtítulo que se le ha otorgado a este «hermano pequeño» de la prestigiosa Seminci de Valladolid, quizá el festival de cine más importante de nuestro país, después del de San Sebastián. Se eleva así el tratamiento que reciben las producciones de ficción destinadas exclusivamente a la pequeña pantalla, históricamente menospreciadas por el mundo del cine, pero que en muchos casos sobrepasan en calidad a algunos de los estrenos en celuloide. El telefilme alemán «Fuera de control», de la alemana Nicole Weegmann, y el español «Asunto Reiner», de Carlos Pérez Ferre, se han alzado con los dos únicos premios otorgados, El de la crítica y el del público, que han demostrado tener criterios muy similares.
Fuera de control, interretada por Ludwig Trepte y Jenny Shilly, consiguió el beneplácito de la crítica con una puntuación de 4,73 sobre cinco. El telefilme que le siguió con una mejor nota fue la española La otra ciudad, de la cineasta Silvia Quer y protagonizada por los actores Tristán Ulloa y Juan Sanz, y que se emitió en la gala de inauguración en homenaje a Narciso Ibáñez Serrador. Una decisión más que acertada teniendo en cuenta la aportación de este director a la ficción televisiva nacional a lo largo de décadas. El público otorgo su premio a la película española Asunto Reiner. Una ambiciosa coproducción con la participación de varias televisiones autonómicas, que además esta dirigida por Carlos Pérez Ferré, responsable de una serie tan exitosa como Amar en tiempos revueltos. La trama gira en torno a la desaparición de unas niñas de un poblado nómada ubicado en el extrarradio de una gran ciudad, un suceso que, a través de las investigaciones, introducen a los personajes en un laberinto que pone a prueba su integridad moral. Como cualquier festival de cine que se precie, las obras presentadas se estrenaban en exclusiva, antes de ser emitidas por televisión, y los premios seguro que les garantizarán una atención especial por parte tanto de las televisiones como de la audiencia. La primera edición de un festival insólito en nuestro país se cierra con una valoración positiva, pero con un balance autocrítico por parte de su organización. Las casi 3000 personas que han acudido a las salas durante estos días no tienen porque considerarse una cifra desdeñable, teniendo en cuenta la ausencia de precedentes para un evento de este tipo, pero el interés de continuidad del festival pasa por convertirlo en un evento de asistencia masiva, algo perfectamente conseguible teniendo en cuenta las cifras de audiencia que manejan este tipo de producciones cuando son emitidas por televisión. El director del festival, señaló que este proyecto es una"cabezonería" personal porque considera que es necesario el reconocimiento y promoción de este tipo de producciones, y vaticina que en próximas ediciones se contará con más presencia de filmes europeos, pero sin ahogar los telefilmes nacionales, que son los protagonistas de SeminciTV. Pues que siga la cabezonería.