El triunfo de Syriza, como segunda fuerza más votada, en las pasadas elecciones griegas es una victoria de todo el pueblo. Dentro de la coalición, formada por doce partidos, está la Organización Comunista de Grecia (KOE), una organización hermana de Unificación Comunista de España, con la que hemos tenido la oportunidad de abordar aspectos claves de la situación actual y del triunfo de las fuerzas populares en Grecia, contra las imposiciones de la Troika. Os ofrecemos la entrevista con Errikos Finalis, responsable de relaciones internacionales de KOE.
En primer lugar felicitarles efusivamente por los resultados obtenidos en las elecciones, por los resultados de su trabajo y empeño revolucionario.
Muchas gracias
Respecto al resultado electoral desde UCE hemos valorado que “las fuerzas del hegemonismo han obtenido el triunfo electoral a costa de hundir a su pata izquierda, el PASOK, en la más absoluta de las miserias políticas, y catapultar a Syriza como segunda fuerza política del país. A pesar de la composición del nuevo parlamento, las fuerzas contrarias a la intervención y el saqueo de Grecia vuelven a contar con el apoyo de la mayoría del electorado”. ¿Qué valoración hacen de los resultados electorales?
Tenemos más o menos la misma valoración. Han sido cinco semanas de increible presión sobre el pueblo griego para aterrorizarlos y doblegarlos ante las demandas de la Troika y sus agentes locales. El periodo electoral ha sido una auténtica batalla entre las fuerzas populares y el bloque negro de la Troika con los partidos burgueses que la apoyan. «El movimiento popular ha producido un cambio en la conciencia colectiva«
¿Cómo valoran la correlación de fuerzas resultante?
Si ve los resultados del 6 de Mayo demostraron que una gran parte del movimiento popular que se ha desarrollado en los últimos dos años en Grecia, del que es una expresión Syriza, ha provocado un gran cambio en la conciencia colectiva de las masas populares. No consideramos que estas elecciones fueran unas elecciones nacionales clásicas, sino que son una continuación de la lucha popular, de las manifestaciones en las plazas y de las protestas durante la fiesta nacional.
Estas primeras elecciones reflejaron este cambio en la correlación de fuerzas entre el campo del pueblo y el campo de la Troika. Después del 6 de Mayo nos encontramos con una campaña que polarizó este enfrentamiento. El apoyo a la Troika se aglutinó en torno a Nueva Democracia con el voto del miedo, no como un voto positivo, sino con el único objetivo de aterrorizar a la población.
Por una parte se ha dado un enorme incremento del apoyo a Syriza, que obtuvo el 4,6% en las elecciones del 2009, el 17% en las elecciones de Mayo, y 27% en las de Junio. Y por otra, hay fuerzas de la izquierda, como el KKE (Partido Comunista de Grecia) que levantaron la bandera de la pureza política y que perdieron casi la mitad de sus votos.
Nosotros lo explicamos porque la gente quiere encontrar la salida a la situación que vivimos, y la gente ha identificado la alternativa con el apoyo a Syriza. Incluso los partidos que apoyan a la Troika, todos ellos, comenzaron a hablar de la renegociación de las condiciones impuestas por la Troika, aunque no sinceramente, después del 6 de Mayo. Tuvieron que retroceder ante el avance popular producido en estos dos años y apoyar algunos puntos de la lucha contra la Troika para reagrupar algo de apoyo popular en torno a su bloque.
¿Cuál es el siguiente paso, desde el punto de vista del fortalecimiento de las fuerzas del pueblo, que hay que dar?
Intentaremos contribuir a reforzar Syriza apoyándonos en toda la gente que ha respaldado a la coalición en las pasadas elecciones. Vamos a vivir días muy duros con el gobierno de concentración de la Troika, lo que conlleva una agudización de la lucha, así que debemos reorganizar nuestras fuerzas, como lo van a hacer ellos para continuar con esta política.
En este periodo debemos trabajar por transformar a Syriza en un Frente Popular Democrático con el apoyo de la mayoría del pueblo griego, partiendo de la responsabilidad que tenemos en ello. Y en segundo lugar debemos organizarnos en varios niveles, en los barrios, en las ciudades y pueblos, para desarrollar la solidaridad social y paliar los demoledores efectos de esta política destructiva. Otros frentes en los que debemos trabajar es el de los sindicatos, donde no se refleja totalmente el sentir de la gran mayoría del pueblo trabajador.
¿Qué perspectivas le dan a la estabilidad del nuevo gobierno?
No creo que el gobierno dure más de dos años. No estamos ante una evolución normal de los acontecimientos. Se va a producir una gran confrontación en el futuro inmediato. Para continuar imponiendo esta política destructiva deben reprimir al movimiento popular y a Syriza. Tenga en cuenta que es un gobierno que no tiene legitimidad popular. Pero además la crisis es tan profunda, que aunque nos olvidásemos de los verdaderos objetivos que persiguen, sus políticas no van a dar una solución a la crisis, incluso desde un punto de vista burgués.
¿Cuál es actualmente, además de la representación parlamentaria, la presencia de representantes de Syriza y de KOE en los diferentes niveles de la administración del Estado?
Tenemos representantes electos en las administraciones regionales y en los ayuntamientos desde finales de los años 90, que se han ido incementando a lo largo de los años. Hemos construido fuertes organizaciones en torno a nuestros representantes locales y regionales.
Han llamado a Syriza coalición de extrema izquierda, pero en sus filas se encuentran desde antiguos militantes del PASOK, socialdemócratas, hasta marxistas leninistas… ¿Qué papel juega su pertenencia a Syriza dentro de su estrategia y táctica nacional?
La Syriza de hoy no tiene nada que ver con la Syriza de antes de Mayo. En cierta manera ha habido una “invasión popular” de Syriza que ha transformado su base social y su naturaleza. Ahora, en la práctica, es más un Frente Democrático Popular que una coalición de la izquierda radical. «La gran cuestión es cómo canalizar toda esa energía popular que quiere el cambio«
Esto se corresponde con la línea y la política que venimos desarrollando desde hace dos años. Consideramos que nuestro país está bajo el dominio de un régimen particular que no solo destruye las condiciones de vida del pueblo, sino que somete nuestra soberanía e independencia nacional. Desde este análisis hemos impulsado la construcción y el desarrollo de una política de frente social para dar una alternativa al país.
En este sentido nosotros diferenciamos entre las fuerzas del PASOK que tienen una responsabilidad, incluso personal, en esta política destructiva, y las que, desde el mismo PASOK, se han opuesto a este camino desde el 2010. Un buen ejemplo es Sofia Sakoraza, que desde el primer momento se opuso a la política de acuerdos con la UE. Ambos sectores no pueden recibir el mismo tratamiento.
En este sentido nosotos diferenciamos entre una política socialdemócrata y la socialdemocracia del PASOK.
¿Cómo unir a más sectores del pueblo griego en el camino emprendido por Syriza?
En primer lugar son ya millones de personas las que participan de este movimiento popular. Es una gran mayoría la que apoya el camino de Syriza. El primer reto es cómo integrar a estos millones de personas en la actividad diaria de Syriza. Esto nos coloca en una situación totalmente nueva, y en una nueva forma de hacer política. Son millones de personas que ven en Syriza una herramienta para llevar adelante un gran cambio en la política griega.
Después están las regiones en las que todavía no tenemos suficiente fuerza y presencia, pero donde incluso la gente está formando, por sí mismos, comités locales de Syriza. La gran cuestión es cómo integrar todo esto en el día a día, y como canalizar toda esta energía popular que quiere el cambio.
Llevamos tiempo trabajando con sectores de la clase obrera para que se de un cambio democrático en los líderes de los sindicatos, por ejemplo. Porque creemos que esta transformación democrática dará una enorme fuerza a la capacidad de los trabajadores para defender sus intereses.
Son varios caminos para incidir en las bases del movimiento popular, tanto en las asambleas populares como en las organizaciones tradicionales de los trabajadores.
La formación de una coalición como Syriza tiene la fuerza de la unidad y las dificultades de unir a sectores muy diferentes ideológicamente en torno a un programa de Frente…¿Qué dificultades se han encontrado a la hora de la construcción de Syriza, de llegar a puntos de unidad con sectores tan diferentes?
Es una cuestión delicada entorno a la que hay diferentes puntos de vista sobre las estrategias y la orientación que hemos seguido. Hay una diferencia cualitativa, un antes y un después, en la izquierda reformista de la coalición, que ha sufrido una enorme transformación gracias al contacto diario con las masas, y a su participación en las asambleas populares. Ahora es mucho más fácil para nosotros trabajar con ellos, teniendo un acuerdo básico en torno a la orientación con la que tenemos que trabajar en el futuro inmediato.
Todo esto se ha reflejado en el total rechazo de Syriza a dar apoyo al “gobierno de concentración nacional”. Esto no era algo evidente hace un año. Pero ahora no tenemos grandes diferencias respecto a la orientación general.
Por otra parte tenemos diferencias tácticas con algunos miembros de la coalición. Nosotros apoyamos la creación de un Frente Democrático Popular desde la izquierda, y otros apoyan más una coalición con otros partidos de izquierdas. El problema es que estas organizaciones, como el KKE, no quieren acordar políticas concretas en torno a la alternativa para salir de la crisis. Pero es la gente la que ha rechazado esto abandonando el voto al Partido Comunista de Grecia, y apoyando a Syriza. Así que esta contradicción se ha resuelto por sí misma.
Vivimos una situación de cambios rápidos, y en ocasiones nuestra política no era adecuada al momento. Por ahora esto se ha resuelto muy positivamente. No tenemos garantías de que este camino será el adecuado en unos meses, pero estamos trabajando por dar una respuesta adecuada al periodo que vivimos.