Selección de prensa internacional

¿Se cae a trozos la UE?

El hecho de que Luxemburgo necesite sólo 70.000 votantes para conseguir un escaño en el Parlamento Europeo, mientras que Alemania necesita 800.000 electores para conseguirlo, es una prueba en sí­ misma de que no hay igualdad en lo que se refiere a la votación. En vista de este déficit, el tribunal llegó a la conclusión de que la adopción de nuevas medidas hacia la integración puede «socavar (bien) el poder polí­tico de los Estados para actuar (o) el principio de atribución».

DIE WELT. O, or lo que el tribunal establece claramente en su comunicado de prensa: "la integración europea no podrá tener como consecuencia unas reglas de gobierno democrático en el que Alemania salga perjudicada". Es un sentimiento compartido por el pueblo de la República Checa, Irlanda y Gran Bretaña DIARIO DEL PUEBLO. El rasgo principal del “Modelo Chino” es emprender un camino propicio para la realidad de China. A criterio de China, no hay ningún modelo de desarrollo universalmente aplicable, pues los distintos países tienen diferentes situaciones económicas y sociales, de manera que cada uno de los países debe encontrar su propio camino de desarrollo de acuerdo con su realidad. China tuvo lecciones dolorosas de transplantar el modelo de desarrollo de otro país y, sacando una lección de su experiencia amarga, comenzó a “cruzar a tientas el río” realizando la reforma y apertura al exterior, emprendiendo así un camino de construcción del socialismo con características chinas Alemania. Der Spiegel DICIENDO ADIÓS A UNA EUROPA FUERTE Los euro-escépticos tienen muchas razones para la celebración. Mediante el fortalecimiento de los parlamentos nacionales con respecto a la UE, el más alto tribunal de Alemania ha terminado con el sueño de unos “Estados Unidos de Europa”. Y eso es una buena noticia para los países de Europa oriental, que a menudo se sienten intimidados por Alemania, el peso pesado de la alianza. Hace unos años, la Europa continental estaba ocupada tratando de presentarse como una alternativa convincente a los neoconservadores americanos y su hambre de poder en el mundo. Y, al hacerlo, la "Vieja Europa" realmente experimentó un resurgimiento completamente inesperado. En las mentes de sus habitantes, la Unión Europea era la alternativa perfecta frente a un enorme Estados Unidos borracho de poder, saboreando su "momento unipolar" y sin dudar en dar gritos ya fuera a sus aliados o a sus enemigos. La cuestión era el poder blando contra la dura forma de hacer las cosas de EEUU, dispuesto a imponer la democracia occidental en todo el mundo a cualquier precio. Estas eran las cuestiones que historiadores y politólogos debatían en universidades y en los think-tanks de la capital norteamericana. Si echamos un vistazo, según se decía, ¿no podemos ver que la UE está actualmente expandiendo la democracia, la libertad y la prosperidad; y de manera pacífica? Por supuesto, no es tratando de hacer las cosas como se han realizado en Irak. No, en la UE, las naciones soberanas han renunciado a parte de sus derechos con el fin de lograr algo mejor para todos los interesados. Hace algunos años, a menudo se podía escuchar la frase "el modelo europeo". Y Europa parecía poder servir de modelo; por lo menos hasta la siguiente crisis regional o mundial que demostraría una vez más que la UE de 27 Estados miembros aún no había perdido bastante soberanía o reunido el nervio suficiente para compartir una política exterior común. En otras palabras, era suficiente hasta que todo el mundo empezara a pedir a los EEUU de nuevo que se hiciera cargo de todo. Después de cada uno de estos episodios embarazosos, siempre existe una nueva esperanza de que todo mejorara. Al principio la gente pensó que esto pasaría después que Europa tuviera una constitución (…) Y, entonces, tras ser rechazada en los referendos de Francia y los Países Bajos, la gente pensó que todo iba a mejorar una vez que el Tratado de Lisboa fuese ratificado. Si sólo se podía llegar a ese punto, se pensó, al menos que exista un verdadero ministro de Asuntos Exteriores y un presidente del Consejo Europeo, que se mantenga en el cargo durante dos años y medio. Y quizá, sólo quizá, algo aproximadamente parecido a una política exterior común se podría desarrollar, con lo que una UE de 500 millones de habitantes sería un bloque reconocible y ganaría un poco de respeto. Ahora, lo que realmente va a ser el Tratado de Lisboa es un número de teléfono y un ministro de Asuntos Exteriores para arrancar (siempre que Irlanda -que ya rechazó una vez el Tratado de Lisboa el pasado verano en un referéndum- la República Checa y Polonia no tiren de la clavija en el último minuto). Pero, como tanto los que apoyan como los que se oponen a la continuación de la integración europea deberán confirmarlo, no va a ser mucho más que eso. Y la razón por la que se puede entender la decisión del martes por parte del Tribunal Constitucional Federal de Alemania, con sede en la occidental ciudad de Karlsruhe. Karlsruhe ha dicho "basta!" y señala una línea de demarcación que separa a Bruselas de nuestro propio poder. "La responsabilidad principal para la integración está en manos de los órganos constitucionales nacionales que actúan en nombre de los pueblos", dijo el tribunal en un comunicado de prensa que acompaña a su decisión. En otras palabras, el tribunal está hablando de los parlamentos nacionales, el verdadero dechado de democracia (incluso si mienten un poco sobre sus gastos de representación en Londres). En opinión del Tribunal, a diferencia del Parlamento Europeo, estos organismos no tienen un "déficit democrático estructural". Y tiene razón: El hecho de que Luxemburgo necesite sólo 70.000 votantes para conseguir un escaño en el Parlamento Europeo, mientras que Alemania necesita 800.000 electores para conseguirlo, es una prueba en sí misma de que no hay igualdad en lo que se refiere a la votación. En vista de este déficit, el tribunal llegó a la conclusión de que la adopción de nuevas medidas hacia la integración puede "socavar (bien) el poder político de los Estados para actuar (o) el principio de atribución". O, por lo que el tribunal establece claramente en su comunicado de prensa: "la integración europea no podrá tener como consecuencia unas reglas de gobierno democrático en el que Alemania salga perjudicada". Es un sentimiento compartido por el pueblo de la República Checa, Irlanda y Gran Bretaña (…) La gente no está hablando de una Europa más unificada. Hoy en día, es mucho más probable que la gente oiga hablar de una "Europa de las patrias". Ahora todo el mundo se apresura a declarar que podría vivir perfectamente con esta decisión. Y, claro, que probablemente podría. Europa oriental, por ejemplo, interpreta la decisión del tribunal en el sentido de que el canciller de Alemania ya no podrá arrogarse la jefatura sobre los nuevos Estados miembros y decirles donde deben estar colocados en la jerarquía en lo que se refiere a la política de la UE. Durante años, Alemania ha sido vista como motor celosísimo de la integración, intimidando a sus socios para que cedieran una soberanía que algunos de ellos en realidad acababan de ganar para sí mismos. Pero eso es una cosa del pasado ahora que el tribunal alemán ha explicado a los alemanes y a los europeos por igual, que donde se encuentra la verdadera democracia es en los propios países. Euro escépticos de largo tiempo como los británicos dicen que, de este modo, Alemania ha llegado por su cuenta al convencimiento de que Europa es un indisciplinado monstruo antidemocrático. Por último, otros dirán que esta decisión refleja la realidad de que Europa no es una entidad realmente unida y que, como resultado, se ha echado el freno a las (…) demasiado ambiciosas fantasías acerca de unos futuros "Estados Unidos de Europa". La decisión, una vez más ancla el poder de Europa (…) en sus capitales. Y los únicos que no la apoyan son euro-impulsores como Cohn-Bendit y Joschka Fischer, que siguen fervientes en su creencia de que el proceso de integración europea no ha seguido el ritmo de un mundo completamente globalizado. En los últimos años, el poder europeo, de hecho, ha estado en gran parte concentrada en las capitales. Para personas como Sarkozy y Merkel, en última instancia, no importaba quién, dentro de su rango, pasara a jugar el papel de presidente de la Comisión Europea. Pero ahora el más alto tribunal de Alemania ha prohibido literalmente a los más pequeños renunciar incluso a parte de ese poder (…) DIE WELT. 2-7-2009 China. Diario del Pueblo NO HAY QUE APRESURARSE A ENSEÑAR EL MODELO CHINO A PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO El “Modelo Chino” se refiere al original camino de desarrollo de China que ha logrado enormes éxitos. Este concepto se origina en un informe de estudio titulado “Consenso de Beijing”, publicado en mayo de 2004 por el economista estadounidense Rymer. Este informe muy influyente señala que China ha encontrado independientemente, a través de innovaciones por su propia cuenta y práctica audaz, un modelo de desarrollo apropiado para la realidad de su país. Como la opinión pública exterior destaca lo contrario entre el “Consenso de Beijing” y el “Consenso de Washington”, los eruditos chinos prefieren usar los conceptos de “Modelo Chino” o “Experiencia China” para reemplazarlo. Hoy día cuando la tempestad financiera hace estragos a nivel mundial, el “Modelo Chino” ha vuelto a ser un tema ardiente de la comunidad internacional. El “Modelo Chino” ha creado un milagro que ha causado admiración a la gente, de modo que tanto los países desarrollados de Europa y América, como los países en vías de desarrollo de Asia, Africa y América Latina le han mostrado vivo interés. El milagro chino que ha mantenido durante 30 años un desarrollo veloz y sostenido hace que el “Modelo Chino” se convierta en objeto de gran atención del mundo, particularmente de los países en vías de desarrollo. La experiencia china tiene, sin lugar a dudas, un valor de referencia para otros países, en particular, para los países en vías de desarrollo; nosotros no rehusamos ser objeto de referencia y, sin embargo, parece que la generalización del Modelo Chino tiene algo inarmónico con la propia experiencia de desarrollo de China. El rasgo principal del “Modelo Chino” es emprender un camino propicio para la realidad de China. A criterio de China, no hay ningún modelo de desarrollo universalmente aplicable, pues los distintos países tienen diferentes situaciones económicas y sociales, de manera que cada uno de los países debe encontrar su propio camino de desarrollo de acuerdo con su realidad. China tuvo lecciones dolorosas de transplantar el modelo de desarrollo de otro país y, sacando una lección de su experiencia amarga, comenzó a “cruzar a tientas el río” realizando la reforma y apertura al exterior, emprendiendo así un camino de construcción del socialismo con características chinas. En el curso de la reforma y apertura, nosotros integramos relativamente bien los logros de la civilización de los países avanzados con la realidad de China, emprendimos de manera gradual y estable la reforma y apertura y encontramos preliminarmente un camino de desarrollo deierente tanto del occidental como del de la ex Unión Soviética. Hablando objetivamente, ¿el desarrollo de China ya ha llegado a ser un modelo relativamente maduro o es aún un camino por perfeccionar a través de tanteos? Se podría hacer esta pregunta. El desarrollo de China ya ha logrado múltiples éxitos, pero también tiene algunos problemas que necesitan ser resueltos urgentemente, por ejemplo, hay mucho que hacer en la reducción del desgaste ambiental y de recursos, en la contención de la corrupción, en la reducción del desequilibrio de desarrollo entre distintas regiones y de la distancia entre los pobres y los ricos, en el saneamiento del bienestar público, en la aliviación de las contradicciones sociales y en la construcción de la política democrática. Con respecto a esto, algunas personas en el extranjero elogian en tono alto el Modelo Chino. Frente a esto, debemos tener suficientemente despejada la mente. Cuando otros elogian el Modelo Chino diciendo que es mejor que el modelo occidental representado por el de Estados Unidos, tenemos mayor razón para renunciar por cuenta propia a la carga de “confrontación de los modelos” y rehusar cortésmente el honor no necesariamente correspondiente a la realidad del desarrollo de China. Lo que debemos hacer hoy no es ocuparnos en enseñanr experiencias a los países en vías de desarrollo, sino perfeccionar el “camino chino”, desarrollarse bien y asumir bien la responsabilidad internacional correspondiente. Sólo una China aplomada, sensata y consciente podrá resolver continuamente los problemas surgidos en medio del desarrollo y hacer realidad la gran meta del renacimiento nacional. DIARIO DEL PUEBLO. 1-7-2009

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