¡Se acabó! El raca-raca de Ibarretxe y su gobierno sobre la solidez de la economía vasca frente al resto de España y su invulnerabilidad ante la crisis ha llegado a su fin. Los datos son demoledores: un ritmo de aumento de paro superior a la media española y unas perspectivas de recuperación más lentas que hace afirmar a muchos empresarios que «lo peor está por llegar».
La crisis, como dice el autor del reortaje, ha empezado a afectar a la “joya de la corona”, el tejido industrial y la fabricación de máquinas-herramienta. “Lo que hasta hace unas semanas eran negros nubarrones en el horizonte ya se palpa como una alarmante realidad”. Así comienza su extenso y concienzudo reportaje, el periodista Manu Álvarez. La crisis, continua, “ha comenzado a afectar de forma grave a la ‘joya de la corona’: el sector industrial, sobre el que se habían centrado todas las esperanzas de que actuase como un escudo protector.” Los datos que proporciona son contundentes: – ► El paro ha aumentado un 34% más en cinco meses y el número de parados asciende a 110.093. Su ritmo de aumento, 9,4%, es muy superior al 6,35% del conjunto de España. – ► La producción industrial se desplomó un 21,5% anual en diciembre. – ► Las carteras de pedidos de las empresas vinculadas al automóvil y a la máquina-herramienta sehan hundido. – ► La recaudación de impuestos se ha derrumbado desde el otoño y cayó un 5% el pasado ejercicio. El hecho de que la construcción tuviese un peso menor que en el resto de España había amortiguado el parón, pero era cuestión de tiempo. El equipamiento de los pisos: electrodomésticos, bisagras para las puertas, contrachapado o las escaleras prefabricadas se hacían en Mondragón, Amorebieta, Llodio o Ortuella. Pero el articulista nos dice que el impacto no se ha detenido ahí: “La máquina-herramienta, uno de los orgullos de la industria vasca … respira ya con dificultad y muchos temores.” Porque aunque sigue con plena actividad debido a que los contratos son de larga duración (fabricar una máquina compleja dura de medio a un año) muchos contratos han sido cancelados y no hay nuevos pedidos. Lo peor está por llegar. – ► En Euskadi está el 70% del total nacional de la industria de fabricación de maquinaria y bienes de equipo. – ► El último trimestre fue “catastrófico”, frente a la previsión de 80 millones de contratos mensuales: Los pedidos de octubre no superaron los 50 millones; en noviembre la cifra se rebajó hasta 30, y en diciembre apenas llegó a 10. A partir de abril o mayo comenzará a notarse las consecuencias. La caída del tráfico en los puertos es testigo del desastre: – ► A partir de Noviembre la caída en el puerto de Bilbao ha sido espectacular. El tráfico total bajó un 18% frente al año anterior. – ► La industria es la principal causante del descenso: los graneles sólidos -minerales y chatarras- cedieron un 56,7% y la mercancía general, un 32% Sector del automóvil:Según la mayoría de los analistas, la industria del automóvil va a ser el segundo sector más afectado por la crisis en España, tras el derrumbe de la construcción. Las matriculaciones han descendido en enero un 41%. Si en el caso de la construcción el impacto fue menor en la industria de la automoción, “Euskadi se la juega”. – ► El automóvil –montaje final de vehículos y fabricación de componentes- supone, según el Gobierno vasco, el 18% del total de la producción industrial de la comunidad autónoma. – ► Si a ello se añade el sector del acero especial y los servicios que están directamente ligados –transporte, informática, asesoramiento, etc- se concluye que de él depende nada menos que el 9% de la riqueza que se genera cada año en Euskadi. Según el presidente de una importante compañía vasca del sector: "Desde octubre hemos tenido recortes en la cartera de pedidos de un 45% y no somos de los más perjudicados. Conozco empresas que están sufriendo descensos de hasta el 80%. Sabemos que no fabricamos y no tenemos ni idea de lo que haremos dentro de tres meses” Datos oficiales sobre la actividad industrial. – ► La producción se hundió un 21,5% en diciembre respecto al mismo mes de 2007, según el Instituto Vasco de Estadística (Eustat). Un comportamiento sin precedentes en las dos últimas décadas. – ► La tendencia del último semestre ha mantenido una sostenida y pertinaz línea decreciente. No es coyuntural. Impacto desigual por territorios. – ► Álava se lleva la peor parte. Por el peso de Mercedes y Michelin y porque su industria tiene un componente tecnológico y de valor añadido inferior a la de Vizcaya y Guipúzcoa. – ► En diciembre la actividad industrial cayó un 10,35 en Álava respecto al mes anterior. En Vizcaya (5,1%) y Guipúzcoa (4,8%). El paro crece un 50% en la industria: – ► Los servicios concentran la mayor cifra con 69.307 desempleados. – ► Pero el paro sube a mayor rapidez en la industria, un 50%, con 21.083. – ► Álava es también el territorio con mayor índice de paro. El número de inscritos en sus oficinas del Inem creció un 45% en los últimos cinco meses, frente al 33% de Guipúzcoa y el 32% de Vizcaya. Los hechos son contundentes. La crisis ha llegado más tarde al País Vasco, pero lleva ahora un ritmo más acelerado que en el resto de España. Mientras tanto al gobierno vasco, no le queda otra que la de utilizar los datos de forma truculenta para poder sostener el raca-raca de que Euskadi está en mejores condiciones que el resto de España para afrontar la crisis gracias a la “fortaleza de su industria y la escasa influencia de la construcción”. Hoy mismo, Ibarretxe seguía ocultando las cifras del paro: en lugar de fijar la atención en el aumento de los últimos 5 meses, elige el periodo de 12 meses en los que aún no habían llegado los efectos de la crisis y el paro tuvo un comportamiento mejor al de la media española. Sin embargo, la realidad acaba imponiéndose a los discursos y los responsables económicos ya empiezan a revisar sus previsiones y comienzan a tener en cuenta la hipótesis de que también la economía vasca entre en recesión. ¡Se acabó! Se acabó la fiesta económica que hasta ahora habían disfrutado los delirantes sueños de Ibarretxe. El marco que le permitía narcotizar las conciencias con el “aquí se vive muy bien” y esconder el déficit democrático bajo la abundancia de dinero, se desmorona. Y como dice la canción, la sociedad vasca, alarmada por la contundente realidad, le puede decir aquello de: “Se acabó, … comencé a recuperarme un poco, y olvidé todo lo que te quería, y ahora ya, y ahora ya, mi mundo es otro”