El Gordo de Navidad llegará antes del 22 de diciembre. Al menos, para los que han participado en el concurso organizado por Sareb, que este miércoles decide en su consejo de administración quienes serán los elegidos para repartirse el negocio de gestionar 43.000 millones de euros en activos inmobiliarios. La suerte está echada. La entidad presidida por Belén Romana recibió ayer martes las ofertas vinculantes definitivas por los tres lotes en liza, en los que se dividen los créditos e inmuebles de cajas y bancos rescatados por el FROB, como fueron Bankia, Banco Gallego, CEISS, Banco de Valencia, BMN, CatalunyaCaixa, Caja 3, NovaCaixaGalicia y Liberbank.
Tras casi seis meses de trabajo, el Proyecto Íbero enfila sus últimas 48 horas. El fallo se sabrá este viernes. Y salvo sorpresa de última hora, es decir, que se repartan los tres bloques (Bankia/Banco de Valencia, CatalunyaBanc/BMN/Caja3 y NovaGalicia/Liberbank) entre los cuatro candidatos existentes (Cerberus, Apollo, Centerbridge y TPG), alguna de las plataformas de gestión de inmuebles corre el riesgo de quedar fuera de juego. Esta situación ha estresado la recta final del proceso, sobre todo después de que un cuarto bloque, el más pequeño (7.100 millones), compuesto por activos de CEISS/Banco Gallego se adjudicara hace unas semanas a Solvia (Banco Sabadell).
Este concurso es el más importante de estas características jamás realizado, puesto que establecerá quiénes venderán los casi 50.000 millones de euros en inmuebles y crédito promotor que tiene en balance el banco malo durante los próximos siete años. Dicho de otro modo, los ganadores serán los grandes jugadores del sector inmobiliario español durante ese periodo, después de que haya vencido el primer año de prórroga por el cual las plataformas de las entidades cedentes han estado administrando los activos traspasados en la constitución de la Sareb a cambio de unas comisiones mínimas de gestión, cuyos precios serán ajustados al alza en este nuevo contrato a largo plazo.
El potencial negocio en juego ha hecho que las principales plataformas inmobiliarias bancarias, todas vendidas a fondos (Apollo/Santander, TPG/La Caixa, Cerberus/Bankia/Cajamar y Centerbridge/Banesto/BMN), salvo en los casos de BBVA y Banco Sabadell, compitan a cara de perro por llevarse alguno de los lotes en liza. Sólo han quedado fuera del proceso las plataformas de Ceiss, Blackstone (Catalunya Banc) y Abanca. La clave pasará por saber quién se lleva el bloque 1, el más grande, de 20.000 millones, donde cabe la posibilidad de que a su vez se divida en dos para optimizar el precio y no dejar a un candidato sin cartera de activos.
Según fuentes del proceso, los salvaguardas jurídicas impuestas por la Sareb, asesorada para este proceso por KPMG, han demorado la resolución del Proyecto Íbero. El cambio de fórmula para la gestión de los activos, vinculada a una especie de «pago avanzado», según el cual se articularía una especie de préstamo al banco malo, que luego repagaría a las plataformas, ha generado reticencias de última hora. Todo está listo para que a partir del próximo 1 de enero de 2015 la gestión de los 200.000 activos inmobiliarios y financieros heredados del rescate al sistema bancario pasen a manos de terceros, dejando a la Sareb como mero fiscalizador de su trabajo.