Alemania amenaza con multar a España por superar los objetivos de déficit

Sanciones vendo que para mí­ no tengo

«Consejos vendo y para mí­ no tengo», dice el refranero español de los que exigen para otros cosas que ellos mismos se saltan. Tal es el caso de la inflexible cancillerí­a alemana, que presiona para que a España se le impongan 2000 millones de euros de sanción por haber incumplido los objetivos de reducción del déficit previstos en el Pacto de Estabilidad… a pesar de que la misma Alemania se ha saltado ese lí­mite más veces que nuestro paí­s, sin recibir -ni ellos ni Francia o Reino Unido otros grandes incumplidores- multa ninguna. Una bochornosa doble vara de medir en las instituciones europeas. Duros con las espigas, blandos con las espuelas.

Tras haber cerrado 2015 en el 5,1% de déficit (lejos del 4,2% exigido por Bruselas), el gobierno de Rajoy ha tenido que rogar a la Comisión Europea para que conceda a España un año más de plazo… a cambio de un memorándum donde nos exigen para este mismo año -sea quien sea que gobierne tras el 26J- ajustes y recortes por valor de 8.200 millones de euros. Sobre nuestro país pende una multa de 2.000 millones adicionales, que Bruselas decidirá si aplica o no, dependiendo de que el gobierno que salga de las urnas sea obediente… o cuestione los objetivos de reducción del déficit. Chantaje y extorsión en toda regla.

Uno de los más duros a la hora de exigir que España pague la multa ha sido Alemania. Pero desde la firma del Pacto de Estabilidad, Berlín ha incumplido más veces (5) los objetivos de reducción de déficit que España (4). La gran incumplidora es Francia (hasta 11 veces). Ninguna de las dos potencias ha sido sancionada nunca por la Comision Europea. «Este es el escandaloso doble rasero de unas autoridades comunitarias de la Europa alemana»

De hecho en 2005, año en el que tanto Berlín como París incumplían flagrantemente los límites, los ejecutivos de Chirac y Schröedder (el entonces eje franco-alemán) presionaron conjuntamente no sólo para no pagar la multa, sino para reformar el Pacto de Estabilidad para acomodarlo (aún más) a los criterios de ambas potencias.

Duros con las espigas, blandos con las espuelas. Así son unas instituciones comunitarias que nos exigen desmantelar minas o astilleros “por criterios de competitividad” mientras permiten a Alemania conservar sus explotaciones mineras y su industria naval. Una troika que nos exige malvender las cajas y bancos rescatados con dinero público (Bankia o Banco Mare Nostrum) y que proclama como blasfemia toda pretensión de tener una banca pública… mientras que permite que la mitad del sistema financiero germano sean cajas de ahorros de titularidad estatal. Este es el escandaloso doble rasero de unas autoridades comunitarias de la Europa alemana.

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