SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Salvar al soldado Obama

El Emperador Obama está desnudo ante sus propios errores y se pasa el día dando más explicaciones que órdenes -lo que es muy mala señal- sobre su guerra con Siria, algo que se ha convertido en un asunto personal por más que lo niegue -como lo hizo ayer en Estocolmo- diciendo que la confrontación con Siria no es una cuestión personal, sino que afecta al Congreso USA, a los Estados Unidos y al mundo. Pues si es así que Obama se atenga a las decisiones de la ONU, que es donde está representado el mundo.

Más bien al contrario el Presidente norteamericano ha convertido su pretendido ataque a Siria, del que no se puede desvincular sin hacer el ridículo y perder la autoridad, en una cuestión de honor. ‘Está en juego el liderazgo de EE.UU’. dicen en el Capitolio los enviados de la Casa Blanca que buscan votos para salvar el ‘alma negra’ del Presidente de color que está teniendo una mala segunda presidencia bastante entre los drones, los espionajes, Guantánamo y el ataque a Siria.

Y que está llevando a sus aliados occidentales a un callejón sin salida tal y como ha ocurrido con el inglés David Cameron en los Comunes, y mientras François Hollande, huye de la Asamblea francesa mientras aumenta la oposición ciudadana y la política contra su empeño en atacar Damasco a la primera oportunidad.

El ataque a Siria se ha convertido, pues, en buena oportunidad para pasar facturas a Obama, Cameron y Hollande por parte de sus adversarios internos y gran parte de sus respectivos ciudadanos que están hartos de los juegos de la guerra.

De manera que hemos pasado de la pretendida respuesta al ataque con gas Sarín que se le imputa al ejército de al-Asad a tener que salvar al presidente Obama, remedando la película de ‘Salvar al soldado Ryan’. Una ingente labor a la que parece sumarse con su peor sonrisa el presidente ruso Vladimir Putin, quien ahora dice que si se demuestra el ataque sirio con armas químicas él apoyará el ataque aliado que había criticado días atrás.

Parece que Obama ha llamado al ruso y le ha pedido que le eche una mano, y puede que pronto los veamos sentados juntos durante la cumbre del G-20 en San Petersburgo. Una reunión de poderosos pastores de la que, en citas bilaterales, puede que salga la decisión de ir a por la oveja negra de Siria, que no es otra que el presidente al-Asad. Porque ya hemos pasado de un ataque de castigo de tres días para no derrocar a al-Asad, a un ataque de dos meses para liquidarlo y diezmar su ejército como se hizo en Libia con Gadafi. Y ya puestos a imitar el caso del ex presidente libio puede que propiciando también un ataque directo y personal con un drone o un misil que mate al presidente sirio, con el argumento de que ‘muerto el perro’ del gas Sarín se acabó la rabia.

Una ejecución sumarísima que sin duda incendiaría el mundo del islam más de lo que ya está. Pero de momento todo está en las manos del Capitolio donde nada está claro y donde se anuncia una verdadera ‘Tormenta sobre Washington’ con la que Obama quiere traspasar al Congreso sus errores y su responsabilidad, que tiene tres partes: primero la de aprobar el ataque; luego la de llevarlo a cabo; y tercero la de ver las consecuencias y el fin de esa guerra. De momento el preámbulo al soldado Obama le ha salido bastante mal, y por eso se está organizando un dispositivo de emergencia para poderlo rescatar. Por cierto Rajoy parece estar a favor de ese ataque -el que calla otorga-, mientras el PSOE ha dicho que no.

Deja una respuesta