Movimiento obrero

Saint-Gobain sigue con su proyecto con ayuda del Principado

Mientras el gruo Saint-Gobain ha presentado ya tres expedientes de regulación de empleo y la negativa del último presentado para la línea Glass, lo que ha provocado la decisión por parte de la multinacional francesa de no solo parar la producción, también han utilizado esa semana para romper las lunas de cristal acumulado para que no se les acumulara producción sin vender. Otro de los ajustes que ha realizado el grupo, es la decisión de recolocar el personal del que pensaban deshacerse en el centro de investigación, en lugar de contratar personal eventual como era costumbre años atrás. La posición de la empresa productora de cristalería para viviendas y automóviles y material de construcción de Placo y yesos, era clara desde el principio de la crisis. El boom inmobiliario había terminado, por tanto la multinacional se batía en retirada tras recoger los sustanciosos beneficios que no se volverían a repetir puesto que se trataba de productos a los que se les había inflado el precio, proporcionando beneficios extraordinarios. Por eso, que el Principado ahora de lo que parta sea de plantear un plan de viabilidad para precisamente el área de investigación es de órdago. En los hechos lo que se traduce este convenio es de propiciar que la multinacional mantenga el área de investigación, que es la última que cerrarán por un motivo simple: La investigación la pueden aplicar a las cadenas de producción de donde ellos quieran, sin embargo, lo que no tratan es de blindar lo que precisamente está puesto en duda, la cadena de producción. ¿De qué sirven ayudas a la investigación de empresas multinacionales si estas no se aplican en beneficio de la creación de riqueza y empleo nacional? Pues de nada, tan solo para que se investigue y se invierta en I+D+I que luego será utilizado por la multinacional en otro lugar, ya que si no se orienta la investigación en la creación de riqueza y empleo, lo único que potenciamos es que nuestros investigadores trabajen y avancen en innovaciones al servicio de los intereses de las multinacionales, sin que esto beneficie la situación de crisis por la que pasamos. Significa una traición en toda regla, de beneficiar los intereses de la multinacional francesa sin asegurar la producción de riqueza y empleo. Nos deja en el papel de investigadores que a cambio de un sueldo crean avances que serán utilizados en beneficios de la multinacional, para después dejarnos el papel de servicio y distribución, quedándose con el práctico control del mercado en muchos sectores, como ocurre con Distriplac e Idaglass, que ambas se hacen la competencia formando parte del mismo grupo, llevando los mismos productos, ajustando los beneficios de una y otra para establecer los precios de mercado, y castrando de producción propia a nuestro país con la ayuda en este caso del principado.

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