Saint-Gobain deja un reguero de destrucción de puestos de trabajo

El gruo multinacional francés Saint-Gobain durante este tiempo y desde que se planteó que sus intereses en nuestro país se habían terminado con la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria va dejando tras de sí un reguero de despidos y destrucción de puestos de trabajo. Tras ser rechazado el tercer ERE que planteó la multinacional para su línea de cristalería, este rechazo solo ha sido un cambio de planes sobre como ejecutar sus planes. Tras romper la producción de cristalería durante una semana y recolocar personal en la planta de investigación en lugar de contratar temporales como hacía hasta el pasado año, con el nuevo recorte de personal de dicha planta de investigación (AR&DC, por sus siglas en inglés) que deja en la mitad los puestos de trabajo fijos. Es una agonía larga y ardua, que en esta ocasión la multinacional justifica con que se dota al equipo de una estructura flexible y capacitada para responder a las necesidades de la empresa. Las necesidades de reducir personal e irse con los bolsillos llenos tras sacar el pringue aquí, claro está. ¿Qué sentido tenía entonces las recolocaciones de personal a esta planta? Son una sucesión de propuestas de ERE´s, recolocaciones, y acciones encadenadas que marean al personal que se encuentra vapuleado y a la espera de nuevas noticias, con Saint-Gobain nunca se sabe. Es un atacar en diferentes puntos para conseguir en el conjunto los objetivos de destrucción de empleo y riqueza productiva, que si no pueden por medio de más ERE´s será mediante otra fórmula que les permita ejecutar sus reajustes. Pero ¿Si no se ha aprobado el ERE porqué se permite que la multinacional lo haga de otra forma? Desde luego, en esta crisis se permiten un número de expedientes de regulación de empleo que no son necesarios y a los que se puede dar alternativa y viabilidad en beneficio de los trabajadores, y sin embargo, el ERE que suponía el tercero para la multinacional fue denegado ya que no había motivos para tomar esta medida, entonces ¿Por qué se les permite ejecutar acciones que suponen semejantes consecuencia o incluso peores? Las medidas en esta crisis para preservar el tejido industrial y los puestos de trabajo no se pueden quedar en pura burocracia o en cuestiones de método, causas por las que una multinacional como esta campa a sus anchas haciendo y deshaciendo a su libre albedrío, si no es con la ley ya buscan ellos otra por la que puedan llevar adelante sus intenciones. Por eso es necesario que las medidas contra la crisis sean de verdad y se dirijan a solucionar los problemas reales que viven los trabajadores cada día, y que de este movimiento pueda salir fortalecido el tejido industrial al puesto en función de los intereses de los trabajadores unificados con dotar de fortaleza y tejido propio a nuestra base productiva.