Ciencia

Saber Muerto

Todo el mundo sabe que si quiere ver una buena exposición de arte contemporáneo o clásico tiene que ir al museo y si tiene que consultar, recopilar información o leer un buen libro debe ir a una biblioteca. Es cultura que está ahí­ al alcance de cualquier persona. Pero antiguamente y en su idea originaria los museos y las bibliotecas no nacieron con esta idea.

El rimer gran museo y la primera gran biblioteca fue la de Alejandría, fundada en el año 313 a.C. Alejandría era la urbe más influyente de la época donde se concentraba todo el poder político y económico de la época. Situada en Egipto en el delta del Nilo y fundada por Alejandro Magno la convirtió en la capital de su imperio.Tolomeo I de Sóter se dejó aconsejar por Demetrio de Falera para establecer un gran centro de investigación en Alejandría con una biblioteca importante ligada a él, al que se debía llamar "Museo". La tarea fuera completada por Tolemeo II Filadelfo, alcanzando durante su reinado su máximo esplendor.La estrategia de Demetrio consistía en traer escritores, poetas, artistas y científicos de todas partes para enriquecer el Museo y la Biblioteca. El Museo fue el centro de estudios más grande de los tiempos antiguos y el primer instituto científico que registra la Historia. Centro de reunión y de investigación de los más importantes científicos de la época. La Biblioteca fue la primera en su tipo de carácter universal.Se invitó a estudiosos a llevar a cabo las actividades peripatéticas de la observación y la deducción en Matemática, Medicina, Astronomía, y Geometría. Ente ellos se encontraron personajes como Arquímedes, Euclides, Erastótenes, Hipatía de Alejandría, entre otros, y consideraban la biblioteca como un templo dedicado al saber.La mayoría de los descubrimientos del mundo occidental fueron registrados y se debatió sobre ellos allí durante 500 años. En Alejandría nacieron nuevas disciplinas como la Trigonometría, la Gramática y la Preservación de Manuscritos. Por otra parte, la colección de documentos permitió la transmisión y traducción de textos clásicos vitales al árabe y al hebreo, donde ellos se conservaron mucho tiempo después de que los originales se habían perdido en Europa.Por desgracia la biblioteca se quemó con la invasión del imperio Romano en la época de Julio César. Se perdieron 40.000 pergaminos. Se volvió a restaurar en el 2003. Pero la orientación de cómo se fundó y para qué, se quemó junto con ella en el año 48 a. C. Centro de reunión de saber y desarrollo científico, hay que volver a retomar esto. La ciencia necesita un ámbito de exposición y encuentro para poder comunicar entre si todos los avances y desarrollos y no sólo las revistas científicas.

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