Televisión

Rumania aprende español con las telenovelas

Series de contenido romántico, emitidas en su versión original en castellano, y subtituladas al rumano. Actores mexicanos, venezolanos, argentinos o colombianos que desde hace casi dos décadas se han convertido en los más populares profesores de español en el paí­s del Este. Estos «culebrones» son una parte fundamental de la oferta televisiva, dirigida especialmente al público femenino. Mujeres de todas las edades, niñas y adolescentes, siguen con entusiasmo las historias de jóvenes apuestos, princesas contemporáneas y enamoradas, o secretarias humilladas por rubias esculturales de mirada diabólica que se importan de Latinoamérica.

Acasa TV es un canal dedicado esecialmente a los seriales, creado en 1998 por la cadena generalista Pro TV ante el gran éxito de las telenovelas entre la audiencia. A través de esta emisora, la audiencia rumana ha seguido con fidelidad series como “Pasión de Gavilanes”, “Patito Feo” o “Corazón Salvaje”. Casi al mismo tiempo que en España empezaban a triunfar series como “Cristal, a principios de los 90, sorprendentemente también hacían lo propio en un país de Europa del Este que nunca dobla las emisiones en lenguas extranjeras.La consecuencia es que un elevado porcentaje de la población rumana entiende a la perfección la lengua de Cervantes. También muchos de ellos son capaces de expresarse con relativa fluidez, en un castellano correcto, aunque con una curiosa y rica mezcla entre el acento rumano y las variantes léxicas latinoamericanas.Se aprenden y cantan las bandas sonoras y se quedan con muchas de las palabras y expresiones de los personajes, para utilizarlas después con orgullo y cierta timidez ante los turistas españoles o latinoamericanos que encuentran en bares, tiendas y paradas de autobús en Bucarest, Brasov, Suceava y otras ciudades. También hay que tener muy en cuenta que Rumanía es uno de los principales países de origen de los trabajadores inmigrantes que llegan a nuestro país, y que este conocimiento previo facilita enormemente su integración tanto a nivel lingüístico como cultural, familiarizados ya con las costumbres hispanas gracias a la televisión.Así pues, estas series de evidente baja calidad técnica, pero con un calado popular extraordinario, y que han sido cuestionadas y ridiculizadas por críticos y presuntos eruditos, se han constituido en uno de los más importantes embajadores de lo hispano en países donde la presencia del español era prácticamente nula antes de este fenómeno.

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