El reaparecido Ibarretxe ataca al Gobierno vasco

Ruidos del más allá, no son mucho más

Bajo el ruidoso tí­tulo «El cántaro vací­o es el que más ruido mete», el ex lehendakari Juan José Ibarretxe ha lanzado el ataque, en un artí­culo publicado en los diarios próximos al PNV, contra la labor del actual Ejecutivo vasco producto del acuerdo entre PSE y PP. Las palabras de Ibarretxe son, en realidad, ruidos. Ruidos que vienen del más allá y chocan con el fuerte viento que se ha levantado frente al nacionalismo étnico. Son ruidos que traen mentiras y, por tanto, habrá que contestarlas. Y aprovechar que es muy difí­cil para el mentiroso «criticar las mentiras» del otro, usando los argumentos de ese otro, sin llegar a tener que expresar lo que realmente piensa.

Ibarretxe ya había comenzado a roducir ruidos de ultratumba el día 24 en un acto del PNV, así como tres días después en San Sebastián reivindicando un nuevo proceso disgregador y admitiendo que asesora a Otegi, al entorno político de ETA, e incluso una semana antes había reclamado que se tuviera en cuenta el plan Ibarretxe. Pero con el artículo ha elevado el diapasón.Ibarretxe empieza criticando al Gobierno vasco por inactivo e ineficaz diciendo que sólo ha sido activo “en el desmantelamiento paulatino de elementos centrales de la personalidad y de la identidad [vasca]”. Que “han convertido, eso sí, carteles de presos, delegaciones vascas en el exterior, la eliminación de los libros de texto del demoníaco término Euskalherria, el Euskera en la escuela, la ikurriña de la Ertzaintza, etc., en temas centrales para el futuro de nuestras vidas”. Cuando, afirma Ibarretxe, no son los problemas reales de los ciudadanos. Increíble cinismo pero total falsedad. Todos los asuntos a los que el régimen obligatorio y excluyente de Ibarretxe y compañía ha dedicado sus esfuerzos principales para imponer su dominación étnica no son problemas reales de los ciudadanos cuando el Gobierno del acuerdo PSE-PP tiene que desmantelarlos para instaurar la democracia y la Constitución en el País Vasco como tiene que reconocer dolida y arteramente el señor Ibarretxe. Antes sí eran reales para él y su camarilla cuando los imponían a los ciudadanos. E Ibarretxe no puede contener el odio hacia el acuerdo PSE-PP que ha permitido expulsar al nacionalismo étnico de Ajuria Enea: “Y, eso sí, un PP y un PSOE que en Madrid andan a palos todos los días, pero que aquí, en Euskadi, se dan besos a diario”. Y sin decirlo dice la verdad: “sin duda, somos un problema de Estado. Sólo por eso se entiende esta coalición. (…) son una solución deEstado para un problema deEstado”. Exactamente, es un problema de defender la unidad, la libertad y la igualdad en España. Y temeroso del futuro añade: “así que hay que espabilar que, si no, se nos hará de noche”. Más bien, señor Ibarretxe, ustedes han entrado ya en la noche de las ultratumbas. Pregúnteselo al Vaticano que ha decidido dejar de elegir obispos étnicos en el País Vasco. El Vaticano sabe mucho de vientos. Lo sentimos, señor Ibarretxe, pero lo que usted imputa al actual Gobierno vasco es lo que su régimen practicó durante 30 años, sus palabras describen realmente a los gobiernos nacionalistas: “El caso de EITB es paradigmático por la contundencia que emplea en la limpieza de aquel profesional que no está alineado con las tesis gubernamentales, así como (…) una independencia del medio que curiosamente lleva a ni siquiera dar cobertura a las opiniones de la oposición (…). O será, quizás, que EITB se ha convertido en un agente, otro más, (…)”. Esos eran sus tiempos oscuros.

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