Los ‘halcones’ de la política monetaria tienen un punto de encuentro: el Instituto IFO de Munich, uno de los think tank más influyentes de la Unión Europea. Y fue el IFO quien publicó el pasado siete de diciembre un manifiesto contra la implicación del Banco Central Europeo (BCE) en la compra de bonos. El manifiesto está encabezado por la firma alemana Roland Berger, precisamente, la consultora contratada por el Banco de España y el Ministerio de Economía para valorar la cartera crediticia de los bancos.El manifiesto clamaba no sólo contra la compra de deuda pública de los países en dificultades sino, también, contra los eurobonos. Se argumentaba, en concreto, que la mutualización del riego “socava la disciplina fiscal de la deuda e implica cargas de tipos de interés más elevados para Alemania”, lo que puede exacerbar los desequilibrios internos en la región.El manifiesto se conoce como la Declaración Bogenberg, la ciudad germana en la que se discutió y firmó el documento, y en su día se interpretó como una clara presión hacia el Gobierno de Angela Merkel para que no cediera en el pulso que mantiene sobre la participación del BCE en la solución de la crisis.