Fotografí­a

Robert Capa y el exilio mexicano

Sin duda alguna, las imágenes tomadas por Robert Capa, Gerda Taro y Chim (David Seymour), constituyen uno de los mejores testimonios gráficos de los estragos que causó la Guerra Civil entre la población española. Sin embargo su legado va mucho más allá de los retratos más conocidos, tomados en pleno campo de batalla. Hasta diciembre de 2007 permanecieron ocultos 4.300 negativos en la «maleta mexicana» -que en realidad eran tres cajas-. La digitalización a la que están siendo sometidos estos negativos está arrojando una nueva luz no sólo respecto al trabajo realizado durante aquel conflicto por estos tres fotógrafos, sino también respecto a las condiciones de vida a las que estuvieron sometidos los españoles forzados al exilio.

Estos documentos se encuentran hoy en día en manos del International Center of Photogray de Nueva York, fundado por Cornell Capa, hermano de Robert. El pasado viernes finalizó su proceso de digitalización, e inmediatamente el Centro Juan Carlos I de la New York University organizó un simposio bajo el título Documentando a los desplazados: imágenes de los refugiados de la Guerra Civil española. Miles de españoles emigraban a Francia, donde los refugiados eran tratados como si se hallaran en campos de concentración. El camino llevó a la mayoría de ellos a México, país en el que la presencia de españoles exiliados es todavía latente hoy en día en su cultura –como ya se encargó de anunciar Guillermo del Toro, director de El Laberinto del Fauno-. Ángela Giral, nieta de José Giral, quien fue presidente de la Segunda República, estuvo presente en el mencionado simposio, explicando la experiencia personal de su abuelo, quien relataba la crueldad con la que los franceses trataron a los españoles que buscaban asilo en el país vecino. Giral destacó que la Guerra Civil Española es el primer conflicto en el que el testimonio gráfico evidenció la crueldad y la barbarie a la que estaba expuesta la población civil y remarco que “estas imágenes son uno de los primeros documentos visuales. De ahí la importancia, más allá de la fotografía, de estos fotógrafos pioneros". De la maleta han salido 352 imágenes tomadas en marzo de 1939 allí y en los campos de Bram y Barcarès. Se conocían unas cinco fotos de cada carrete, pero el resto del material es inédito. Esto nos permite entender también el proceso de trabajo de estos fotógrafos, que encontraron en estos campos la expresión definitiva de la pesadilla y la desolación. Las imágenes de los exiliados españoles del sur de Francia estremecen por su parecido con la tragedia que muestran las imágenes de refugiados de cualquier otro lugar del planeta en conflictos actuales. Hombres que yacen en el suelo cubiertos con una manta raída, gente hacinada en tiendas de campaña, filas de personas transportando sus escasas pertenencias…En la maleta también han aparecido retratos inéditos de personajes como La Pasionaria, Federico García Lorca o Manuel Azaña, tomados por David Seymour, aunque sigue siendo un completo misterio el paradero del negativo de la más famosa fotografía de Robert Capa: El miliciano. A la espera de que estos documentos lleguen a España, donde sin duda adquirirán un valor testimonial superior, la difusión de este hallazgo histórico pretende afianzarse con la elaboración de un documental cinematográfico. Trisha Ziff, responsable de que los negativos viajaran de México al ICP, comienza este mes una coproducción con la productora catalana Mallerich que transformará en película el contenido de la maleta.

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