Bill & Melinda Gates y la Fundacion Rockefeller

«Revolución Verde» El plan Gates/Rockefeller.

La expresión «Revolución Verde» surge en el perí­odo en que los paí­ses vencedores de la 2ª. Guerra Mundial, en la década de 40, y las grandes industrias de armamento buscaron alternativas para mantener los grandes lucros obtenidos durante el perí­odo del conflicto. Encontraron en la agricultura una manera de emplear todos los medios tecnológicos desarrollados para mantener la actuación en el mercado. Las empresas de alimentación tení­an como plan de atender los intereses de grupos capitalistas, con una producción dirigida al mercado externo y con el uso intensivo de insumos industriales. Con la Revolución Verde se pasó a aplicar en la agricultura el conjunto de productos usados en las guerras. Los materiales explosivos, por ejemplo, se transformaron en abonos sintéticos y nitrogenados. Los gases mortales, en agrotóxicos; y los tanques de guerra, en tractores.

La Revolución Verde fue creada ara favorecer un segmento de la sociedad que es el latifundio. En contrapartida, este latifundio no consigue ver que, en verdad, él es sólo un instrumento de maniobra más para las transnacionales. La agricultura mundial y brasileña, los latifundistas no están consiguiendo sustentar el medio de producción en que ellos viven La Revolución Verde puede ser dividida en tres fases. La primera fue la implantación de este modelo de producción en los países llamados del Tercer Mundo, como México, Brasil y Filipinas. La segunda etapa fue el momento de expansión de las técnicas utilizadas por las empresas, que fueron llevadas para el resto del mundo como una agricultura masificada. En este período surgen los experimentos tecnológicos con la utilización de material biológico de plantas y animales, o sea, los organismos genéticamente modificados o, simplemente, transgénicos. La tercera fase de la Revolución Verde consolida un modelo de producción que genera mayor desigualdad en el interior de los países, marcada por los latifundios, por los monocultivos y por el uso de insumos químicos. Y las empresas del ramo de agrotóxicos y transgénicos profundizan un modelo económico y tecnológico de explotación basado en la destrucción ambiental, en el desperdicio de energía y en la expulsión de millares de agricultores del campo. Beneficio para una de las mayores empresas de biotecnología, la Monsanto, uno de los tentáculos de los Estados Unidos. La Revolución Verde es indudablemente beneficiosa para las corporaciones, pero ¿qué sucede con los campesinos? los agricultores que abrazan los cultivos genéticamente modificados y exportan agricultura de precisión se ha demostraron el continuo deterioro de los ingresos de los agricultores, cuyo número es cada vez menor, que han adoptado la agricultura industrializada. Casos demostrados como en Canadá, donde el modelo industrializado resulto un desastre para los agricultores, con una declinación del ingreso real causada por los precios globales de los alimentos y una deuda récord acumulada. La deuda de los granjeros canadienses se ha duplicado largamente, de 1 830 millones de dólares en 1981, a 4 890 millones de dólares en 2004. La agricultura industrial y la ingeniería genética ¿beneficiarán a los campesinos africanos? En ese caso seria el primer pueblo del mundo en el que la instauración de la “Revolución Verde” favoreciese a un sector diferente al de las transnacionales, lo que se puede preveer que será la sentencia firme de muerte por hambre del continente. Se tiene que apostar por el concepto de soberanía alimentaria, en particular el derecho de los africanos de definir su propia alimentación y sistemas agrícolas. El respeto por el conocimiento tradicional, "el derecho de defender sus territorios de las acciones de las corporaciones transnacionales" y la lucha contra la privatización de la alimentación, la arrogancia y el cinismo de los extranjeros que piensan que saben qué es lo mejor para la agricultura africana. Ignorar los denominados “cultivos menores”, que son seguros, duraderos y ayudan a los campesinos a sobrevivir en tiempos de sequía. El plan Gates/Rockefeller parece “no ser consciente” de las consecuencias sociales y medioambientales de la primera revolución verde que soslayó en gran medida a África, o precisamente ese era el objetivo marcado por lo que si es la cabeza pensante del imperialismo.

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