Alarma social: Corrupción.

¿Responsabilidad individual o medidas para reponer el daño causado?

En leno boom inmobiliario los casos más flagrantes de corrupción y malversación de fondos públicos como el caso Malaya saltaban del papel cuché y la prensa rosa a los juzgados, de la prensa amarilla a los telediarios ante un echarse las manos a la cabeza de políticos y ciudadanos.En ésta anterior época de bonanza económica, veíamos a los políticos denunciar los casos ajenos dándose golpes de pecho, desde el “no beberé de esta agua”. Es un pensamiento generalizado el de que la corrupción recorría las Administraciones Públicas, sin embargo, mientras la corrupción se mantenía bajo la sombra y había cazo que pasar para todos las prácticas de corrupción pasaban día tras día como algo invisible.Actualmente la situación cambia, el cazo que se pasaba ya empieza a escasear por la crisis, la deuda de los Ayuntamientos es cada día que pasa un lastre para los ciudadanos, que somos los que vamos ha pagar, y unos y otros destapan por fin la caja de los truenos como arma arrojadiza de unos con otros. Los políticos piden cautela y llaman a la responsabilidad individual para intentar un salvar la ropa sin verse salpicados.En Murcia son numerosos los casos de corrupción los que en la escasez de la crisis están viendo la luz estos días. La doble contabilidad de Limusa, empresa encargada de la limpieza municipal, a la que un informe de Hacienda ratifica movimientos de dinero negro con facturas sin IVA de sociedades privadas. 43 00 euros encontrados por la Policía en un trastero de el ex consejero en el extranjero Francisco Marqués y documentación de varias sociedades desde las cuales se abre una nueva vía de investigación sobre el caso. Mientras el Presidente Valcarcel declara que “No pongo la mano en el fuego por nadie” y continúa manifestando que “si una persona se enriquece ilícitamente, nunca es una acción de Gobierno, sino que es una acción personal” en un nadar mientras se guarda la ropa.Lo que está claro es que los políticos no pueden poner la mano en el fuego por nadie, pero la conclusión debe de ser exigir medidas y responsabilidades sobre las prácticas corruptas tan comunes durante tantos años y que recorren las Administraciones sin dejar títere con cabeza mientras gestores y beneficiarios cruzan los dedos mirando al cielo sin saber si mañana se verán ellos salpicados en una de tantas. Es el momento de exigir medidas que se dirijan a reponer los daños causados, que el dinero robado se invierta con intereses en economía productiva, que el dinero robado de todos y los daños producidos para todos los ciudadanos se reponga en beneficio para todos, en generar riqueza y empleo productivo.Y no es que a los políticos les haya dado un ataque repentino de principios, no, lo que ocurre es que la situación apremia y escasea para todos y no les queda otra que tirarse los ladrillazos y robos unos a otros para ver si mientras se salvan de la quema. Pero por eso, es el momento de aislar la corrupción, de que la gente exijamos medidas que acorralen a los corruptos, de exigir no sólo responsabilidad individual, sino responsabilidad colectiva y democrática que ponga los medios necesarios para atajar con la corrupción y que dichas medidas se dirijan a reponer los daños en beneficio de todos, ya que somos todos los que pagamos.

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