SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Respaldo con condiciones de Obama a Rajoy

AZNAR VISITÓ oficialmente seis veces la Casa Blanca en sus ocho años de mandato. Zapatero mantuvo sólo un encuentro oficial con el presidente de Estados Unidos en los mismos años y Rajoy realizó ayer el primero, a los 25 meses de alcanzar la presidencia del Gobierno. Aquel gesto de no levantarse al paso de la bandera estadounidense que Zapatero realizó en 2003 como protesta contra el presidente Bush por la guerra de Irak, se vio en EEUU como un desprecio a su país. La retirada de las tropas españolas terminó de deteriorar unas relaciones que ha costado recomponer.

Por eso, esta visita oficial del presidente del Gobierno a Barack Obama tiene también un fuerte componente político, aunque su razón última sea la economía. Para España es un factor clave la normalidad en las relaciones con Estados Unidos, que siempre debe ser nuestro principal aliado en el ámbito internacional, tanto hacia nuestros socios de la UE, como hacia el resto del mundo. Nunca tuvo sentido el proyecto de la Alianza de Civilizaciones del anterior Gobierno socialista que, como se ha comprobado, ha acabado diluyéndose en el tiempo. No hay que olvidar que el mismo Zapatero que sacó las tropas de Irak aceptó años después la instalación en Rota de la base naval del escudo antimisiles de EEUU. Estar junto a Estados Unidos tiene que ser uno de los ejes principales de la política exterior española. Hay que congratularse, pues, de que Obama y Rajoy hayan podido intercambiar opiniones en persona sobre el terrorismo islamista, la situación en Oriente Próximo o los populismos de América Latina. En este ámbito estrictamente político, Rajoy aseguró a Obama que la independencia de Cataluña «no se va a producir». Una rotundidad que hay que agradecer al presidente del Gobierno ante tan destacado interlocutor y con la repercusión internacional que tiene un encuentro de este tipo.

Pero el eje de esta primera visita oficial de Rajoy a Washington es económico, como muestra la reunión con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y que hoy se dirija a una importante delegación de empresarios norteamericanos. El discurso de Rajoy no se separó demasiado del que pronunció Luis de Guindos en el Congreso: la recuperación se ha puesto en marcha gracias a las reformas del Gobierno, en especial la laboral y la del sistema financiero, y al cambio en el panorama internacional. De Guindos anticipó ayer que el PIB habría crecido un 0,3% en el último trimestre de 2013 y redujo del 25,9% a un «por debajo del 25%» la tasa de paro al final de este año.

Obama se alineó con la corriente mayoritaria, que dice que la economía española ha superado la recesión y encara la recuperación, como piensan también los principales bancos de inversión norteamericanos. La semana pasada, JP Morgan titulaba «Spain is back» (España ha vuelto) su informe sobre las perspectivas de nuestro país. En un breve encuentro con la prensa tras la entrevista, el presidente de EEUU alabó el «sólido liderazgo» de Rajoy y alertó de que el principal reto que tiene la economía española es «reducir el alto nivel de desempleo». El presidente sale reforzado de su entrevista con Obama, pero también con la certeza de que no puede bajar la guardia en las reformas.

Deja una respuesta