Zapatero presentó en el debate sobre el estado de la nación, vendiéndolo como un ataque a los constructores, la supresión de la deducción en la compra de vivienda para rentas superiores a 24.000 euros anuales. Algunos periódicos afirmaban que «Zapatero eliminaba ayudas al ladrillo para cambiar el modelo productivo». Pero hoy hemos sabido que esa medida estaba inspirada… ¡por el G-14, la patronal de las principales constructoras españolas! Y analistas independientes advierten que «beneficia a los que quieren quitarse de encima un stock de vivienda, es decir, la banca».
G-14 y Seoan, las principales patronales de las constructoras más poderosas, han sido los únicos organismos del sector que han aplaudido las medidas de Zapatero.Los presidentes de ambas patronales del ladrillo son Pedro Pérez, ex alto cargo socialista, y David Taguas, ex presidente de la oficina económica de Zapatero.Los vínculos del presidente con los más estrechos círculos del ladrillo son demasiado fluidos como para que no den ningún resultado.La medida estrella presentada por Zapatero para cortar las alas al ladrillo ha sido la supresión, para las rentas superiores a 24.000 euros anuales, de la deducción fiscal que hasta ahora disfrutaban al comprar una vivienda.¿Cuál es el efecto de esta medida? Según todos los expertos, generará un “mini boom inmobiliario”. Al anunciar ahora que dentro de 19 meses se suprimirán las deducciones fiscales, Zapatero genera un “efecto llamada” para acelerar las compras antes de que se elimine este privilegio.Facilitando que bancos y constructoras puedan dar salida al ingente stock de viviendas sin vender que acumulan, sin tener que bajar en exceso los precios.En concreto, se calcula que la medida aprobada por Zapatero reducirá entre 8 y 12 puntos la reducción del precio de la vivienda. Es decir, un tercio de la rebaja total estimada por los analistas (30%).Aliviando así uno de los más graves problemas que tiene la banca, que acumula cientos de miles de viviendas de inmobiliarias en quiebra que no han podido devolver los créditos contraídos, y que debe vender a un precio razonable si no quiere perder buena parte del capital invertido.Vamos, que la gran medida de Zapatero para “atacar al ladrillo” y “cambiar el modelo productivo”, es en realidad un nuevo favor a bancos y grandes constructoras.