Los grandes bancos españoles "presionan" a Rajoy para que acepte una segunda intervención

¿»Rescatar» a España o rescatar a los bancos españoles?

Como un coro perfectamente organizado, los principales banqueros del paí­s se han prodigado esta semana en apariciones públicas para «exigir» a Rajoy que «pida el rescate cuanto antes». ¿A qué viene esa preocupación de los banqueros? ¿Qué van a sacar ellos a cambio?

Rajoy se resiste a aceptar las draconianas condiciones que Washington o Berlín nos impondrían si solicitáramos formalmente una segunda intervención, a añadir al préstamo europeo de 100.000 millones concedido para sanear las cuentas de la banca española. «Que el país se hunda pero la banca se salve, grita Botín»

Pero, al parecer, los banqueros españoles quieren más. Primero fue la consejera delegada de Bankinter, Dolores Dancausa, quien declaró que “si tenemos que pedir financiación exterior, pues hagámoslo y hagámoslo cuanto antes”.

Bankinter forma parte del conglomerado del Santander. Lo que quiere decir que, por boca de Dancausa, quien se estaba pronunciando en realidad era Botín.

Luego fue el presidente del BBVA, Francisco González, quien instaba al gobierno de Rajoy a que “pida la ayuda cuanto antes mejor, y siempre que sea posible mediante una línea preventiva de crédito o financiación”.

¿Qué se están jugando los grandes bancos españoles, para pronunciarse públicamente con tanta claridad, incluso contra la opinión del gobierno de Rajoy?

Fue Dancausa, portavoz de Botín, quien nos dio la clave, al declarar que “la petición de rescate supondrá que los bancos dejarán de financiarse a precios prohibitivos y podrán empezar a hacerlo a precios «asequibles», como ocurría hace un par de años”.

El hecho de que una segunda intervención acarree la imposición por parte del FMI y la UE de nuevos y draconianos recortes, no parece importarles demasiado.

Con este nuevo hachazo, estaríamos demasiado cerca de seguir el camino de Grecia o Portugal, países descuartizados por las exigencias de Washington y Berlín.

Pero eso no les importa demasiado a los banqueros españoles. Que el país se hunda, que a los españoles se les recorte hasta el aire que respiran… pero que nosotros salvemos nuestra cuenta de resultados.

Para que Botín y el BBVA se ahorren varios cientos de millones en los pagos comprometidos a la banca extranjera, el país tiene que entregar su soberanía y nosotros aceptar nuevos recortes.

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