Uribe obstaculiza la liberación de rehenes

Rehenes de las FARC y Uribe

El profesor Gustavo Moncayo, padre del cabo, Pablo Emilio Moncayo, retenido por la guerrilla colombiana desde hace más de diez años, reclamó este viernes «el derecho a la vida y el derecho de igualdad», para su hijo al tiempo que denunció que «el obstáculo» para su liberación «lo encontramos por parte del Gobierno». Gustavo Moncayo introdujo a mediados del mes de mayo una demanda contra el presidente Uribe para que éste se comprometiera a recibirlo en su despacho y a agilizar el proceso de su hijo. El jueves 4 de junio, el Tribunal Superior de Bogotá consideró «improcedente» el amparo judicial.

Tras la determinación judicial, el rofesor Moncayo anunció que acudirá a la Corte Constitucional. «Nosotros estamos fundamentalmente reclamando dos derechos, dos derechos que se están violando con relación a Pablo Emilio como es el derecho a la vida y el derecho de igualdad», manifestó este viernes en entrevista exclusiva a teleSUR, el profesor Moncayo.Con respecto al derecho a la vida, explicó que su exigencia se basa en que el primer mandatario colombiano, a parte de trabar la liberación unilateral, como lo ha denunciado en anteriores ocasiones el padre del retenido, «da la orden para que las Fuerzas Militares realicen el rescate militar».Remarcó que con tal acción, «se está colocando en riesgo no solamente la vida de Pablo Emilio sino la vida de las demás personas que están secuestradas»»Estamos solicitando el cese de hostigamientos», añadió en declaraciones exclusivas a teleSUR.En referencia al derecho de igualdad, detalló que solicita el cumplimiento de ese precepto con su hijo, porque ya hubo en el pasado mes de febrero una liberación unilateral de seis personas, cuatro uniformados y dos polí­ticos, en la que participó la senadora Piedad Córdoba.El mandatario colombiano se niega de forma rotunda a conceder que la mencionada legisladora y el padre del retenido participen en el proceso de liberación del cabo, como lo solicitó la guerrilla tras anunciar su decisión de liberarlo de forma unilateral el pasado 16 de abril.Desde entonces, el padre del retenido desea que «el Presidente Uribe cambiara su punto de vista, (…) y nos permitiera la pronta liberación de Pablo Emilio», tal como lo reiteró este viernes, en declaraciones exclusivas a teleSUR.El presidente Álvaro Uribe ha anunciado de forma categórica que no permitirá la presencia de organización alguna, diferente al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con la participación opcional de la Iglesia Católica, si las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) así­ lo desean. «Como progenitor, como ese ciudadano que ha luchado durante tantos años, yo creo que no necesito pedir permiso para poder estar presente en la liberación de mi hijo», puntualizó Moncayo.Lo cierto es que la decisión del gobierno colombiano socava las gestiones adelantadas por Colombianos y Colombianas por la Paz, y de un grupo amplio de polí­ticos y activistas por los derechos humanos, quienes han logrado recientemente la liberación unilateral de seis integrantes de la fuerza pública y los polí­ticos Alan Jara y Sigifredo López.La organización «Colombianos por la Paz» es una iniciativa procedente de la sociedad civil colombiana, que ha organizado cartas y comunicaciones con las Farc solicitándole la liberación de personas secuestradas o retenidas por la organización. Esta liberación es consecuencia de sus gestiones, realizadas desde mediados de 2008. La senadora Piedad Córdoba en el 2007 se involucró en el acuerdo humanitario con las FARC. Autorizada por el gobierno del presidente Álvaro Uribe y logró, junto con el presidente venezolano Hugo Chávez, la liberación de 6 secuestrados. En diversas ocasiones ha acusado al gobierno de Álvaro Uribe Vélez «carece de legitimidad» y acusó a Uribe de «mafioso», «paramilitar» y «asesino». Ya en las últimas liberaciones de rehenes Uribe intento torpedear la mediación de Colombianos por la paz y los acuso deTerroristas. No contento con las posiciones de Piedad Córdoba, ha intentado relacionar a la senadora con las FARC. Es una táctica habitual del gobierno deslegitimar a sus opositores vinculándolos con la guerrilla.Las FARC están redefiniendo su estrategia polí­tica y militar por dos razones fundamentales: la primera, el embate militar envuelto en el Plan Colombia, que no solo implica un esfuerzo militar sino una campaña de desprestigio internacional contra la insurgencia; y la segunda, la muerte de ‘Tirofijo.Son estas condiciones las que pueden impulsar una salida polí­tica a las FARC, anunciada por ellos con su propuesta Bolivariana para la Gran Colombia.Tras la muerte de Tirofijo parece vislumbrarse un cambio generacional y puede que un abandono de las posiciones Bresnevianas y social fascistas.Por otro lado el gobierno de Uribe continua torpedeando una solución al conflicto, precisamente por que a EE UU le sigue interesando mantener el plan Colombia y su presencia militar en la zona.Una Colombia sin conflictos militares, la cual pueda dar un giro a un gobierno de izquierda antihegenonista no entra en los planes de Washington.

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