Investigación biomédica

Regenerar tejidos y miembros: 25 años por delante

La capacidad de las salamandras y otros anfibios, como ranas y sapos, de regenerar tejidos para, incluso, desarrollar nuevos miembros cuando resultan heridos trae de cabeza a los cientí­ficos desde hace décadas. La investigación podrí­a durar 25 años más, pero se acaba de publicar un nuevo paso adelante.

El hecho de que humanos y anfibios comartamos el 85 por ciento de los genes ha hecho pensar que la información necesaria para regenerar los tejidos esté contenida y silenciada en nuestro código genético. Se sabe que los tejidos afectados por heridas producidas quirúrgicamente a un embrión humano durante los primeros seis meses de gestación son regenerados sin dejar cicatriz. Después de los seis meses esta habilidad se pierde, pues el organismo cierra las heridas rápidamente para evitar infeccionesLas principales instituciones que invierten en estudios de regeneración son fundaciones e instituciones que ayudan o representan a personas con graves desfiguraciones o amputaciones como la británica The Healing Foundation o el Departamento de Defensa de EEUU. La esperanza de recuperar tejidos idénticos a los perdidos no es ciencia ficción, aunque el camino a recorrer es largo.Los renacuajos heridos se sanan a sí mismos sin dejar marcas en unas horas y pueden desarrollar una cola nueva en nueve días. Lagartos y lagartijas pueden desprenderse voluntariamente de sus colas. Pero el animal más interesante a estudiar son las salamandras, puesto que son capaces de regenerar el mismo miembro repetidas veces. Es muy usada una especie de salamandra llamada ajolote (‘Ambystoma mexicanum’) que vive hasta doce años. Se halla en un lago mejicano y es fácil de criar en cautividad. Sus embriones grandes que permiten su fácil estudio. Si pierde una pata, en tres semanas el muñón sobre la lesión (blastema) ha dado lugar a una nueva pata.Queda por discernir si los mamíferos, en este caso ratones, tienen esta habilidad.El nuevo paso ha sido dado por científicos norteamericanos y alemanes que han demostrado que la regeneración no proviene, como se pensaba, de células madre capaces de dar lugar a nuevos órganos, sino de células de cada uno de los tejidos afectados por la amputación. Las células nerviosas dan lugar a nuevos nervios, las musculares a nuevos músculos… excepto las cartilaginosas y cutáneas que se ha visto pueden intercambiar sus funciones.Las células del ajolote han demostrado conservar la memoria del tejido del que proceden. Es decir, es el mismo mecanismo que el de las células madre adultas humanas, que pueden curar heridas o unir huesos rotos, pero llevado al extremo, que es la regeneracion de un miembro u órgano completo.La esperanza de que un día seamos capaces de regenerar tejidos individuales en las personas y curar sin cicatrices está un poco más cerca.

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