SEAT: el 65,5 por ciento de los participantes vota la congelación salarial

Referéndum bajo chantaje

A los trabajadores de SEAT se les ha colocado ante la disyuntiva de elegir entre aceptar la rebaja de sus salarios o el despido de 1.500 trabajadores y la pérdida de la posibilidad de optar a la fabricación de un nuevo modelo, el Audi Q3, que prometen garantizarí­a el futuro inmediato de la plantilla. Esa ha sido la realidad, aunque el responsable de CCOO en el Comité de empresa dijera en la entrevista que publicábamos ayer que «es un dilema falso».

Los trabajadores han ido absolutamente condicionados a la votación or la campaña mediática y política que ha sembrado confusión, inseguridad y miedo.La dirección de SEAT vinculando desde hace meses el excedente de 1.500 trabajadores de plantilla a la fabricación del nuevo modelo Audi Q3; y la opción de fabricarlo al sacrificio de los trabajadores: prolongación del ERE y congelación de los salarios durante dos años.El presidente de la Generalitat, José Montilla, alineándose con la dirección alemana, aprobando un ERE que afectará a 5.300 trabajadores y pidiendo a los sindicatos “hacer los sacrificios que exige el futuro”.Y los dirigentes del comité de UGT convocando un referéndum –“de entrada” rebaja salarial sí- que ha dividido al comité, a los sindicatos (una parte de CCOO y CGT se han opuesto al referéndum) y a los trabajadores.Bajo esas condiciones de auténtico chantaje el 65,5% de los votantes (5.495 trabajadores) votaron a favor de la propuesta de la dirección de UGT; el 31,1% (2.611 trabajadores) votó en contra. Aún así, no está garantizado que la fabricación del Q3 vaya a la factoría de Martorell.Sí tiene razón el responsable de CCOO, David Matellán, cuando dice en la entrevista del De Verdad digital que al ser SEAT una empresa emblemática “lo que en ella se decida tendrá repercusiones sobre el conjunto del movimiento obrero español”. La rebaja de los salarios en SEAT, presentada además como “decidida en referéndum por los trabajadores”, se va a utilizar para extenderla al conjunto de España tal y como exigen las multinacionales y la gran patronal de la CEOE, con la complacencia de un gobierno que dice no imponerla, pero que como Montilla pide que los trabajadores hagan sacrificios.Es preciso quebrar la dinámica de que la crisis siempre la paguen los trabajadores, como se exige desde las bases obreras y sindicales, cada vez más enfrentadas con las direcciones de los sindicatos mayoritarios, y avanzar hacia una movilización general para imponer una salida a la crisis favorable al conjunto de los trabajadores y del país.

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