El Estado como motor de la concentración del capital

Reestructuración, concentración…

El decreto establecerá las pautas para que una Caja pueda ser capitalizada a través de fondos avalados por el Estado. Sólo contarán con la capitalización del Estado (con el Plan de rescate) la Cajas que presenten planes de negocio con futuro para los próximos años, es decir, que sean solventes.

Con esta condición el gobierno emieza a dirigir lo que será un brutal proceso de concentración financiero en nuestro país. Para ser solventes unas cajas tendrán que engullir a otras, algunas serán destruidas y otras podrían ser digeridas por las entidades bancarias. Porque la “iniciativa” sobre recapitalización y ordenación del sistema financiero español tiene como principal objetivo “inyectar” capital a las cajas de ahorros y pero forzando, por una parte, a su destrucción y, por otra, a la mayor concentración. Por ello el gobierno condiciona el número de entidades que pueden solicitar su recapitalización a la solvencia, para forzar una concentración de capital financiero. ¿La resultante? Ellos serán menos, se producirá un aumento de concentración del capital, por tanto, aumentará su poder y capacidad de dominio.

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